CUNCA 2024 R3 E6
SALVA TERCEÑO
Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 105 palabras (título no incluido) antes de las 20 HORAS (hora local española) del JUEVES 21 DE NOVIEMBRE cumpliendo UNA ÚNICA CONDICIÓN:
Inspirados por el nombre de la RÚA CAMIÑO DOS FRADES de Arzúa, os invitamos a que vuestro relato se desarrolle parcial o totalmente en un escenario que sea conocido como
CAMINO DE LOS FRAILES
La importancia y relevancia del lugar o su referencia en el contenido de la historia queda abierto a vuestro criterio, pero será OBLIGATORIO que aparezca explícitamente nombrada (EN MAYÚSCULAS para su más cómoda identificación).
No cumplir estas condiciones supone la descalificación.
Una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los dos relatos se activará en esta misma entrada el enlace a un formulario para la Votación Popular que permanecerá abierto hasta el VIERNES 22 DE NOVIEMBRE a las 20 horas. Solo se admitirán los votos de los participantes en esta Cunca.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias.
Frailes y monjas
El CAMINO DE LOS FRAILES sigue sin asfaltar, de ahí su nombre. Está inclinado y, cuando llueve, bajan regueros arrastrando hojas y condones.
Antes llevaba al monasterio que hoy está derruido y era paseo obligado para las parejas. Pero ahora, desde que la fonda se convirtió en puticlub, los amantes deben buscar otras oscuridades.
Antiguamente, las familias subían al monasterio para bautizos, bodas y entierros. Pero ya no hay frailes.
A veces bajan las prostitutas al consultorio. También bajan las mujeres empujando a sus hombres hacia el pueblo, hombres de mirada y zapatos embarrados.
«Las monjas», se llama el burdel. Ya son ganas de incordiar…
Secretos que no lo son tanto
Una rata muerta, eso es lo primero que encuentras al entrar en el CAMINO DE LOS FRAILES. Después, caracoles que se arrastran absorbiendo la humedad que brota del subsuelo. También el orín que las vecinas arrojan desde los balcones. Más allá la puerta de Katuxa, siempre abierta. El fuego encendido, un hábito mal doblado sobre la enea de una silla, el murmullo insolente de un somier y algunos suspiros de placer que quebrantan el silencio. Tres monedas en un cuenco oxidado de latón. Por fin, el bosque, encubridor clandestino, alcahuete anónimo que ampara, con la complicidad de su follaje, la evasión de los abates.
Que tensión, Salva, que mala fama tienen los frailes. Ha sido un placer, me encanta tu cuento. Mucha suerte! Abrazo grande!
Jajaja… ¡Tensión monacal no resuelta!
Bueno, ya sabes que soy un «Juanchista del séptimo día» confeso e irredento. Me encanta tu micro, y no lo digo por una deportividad de escaparate. Es que me flipa todo lo que escribes. Tienes un talento brutal y un gusto exquisito en el uso de las palabras…
Me voy con los frailes a rezar…
¡Suerte, amigo!
Pero que dos relatazos!! Mucha suerte a los dos. A mí me va a salir una calentura por tener que elegir.
Jaja… ¡Muchas gracias! La ventaja es que, votes lo que votes, acertarás…