12 DE COMPRAS EN EL PUEBLO
Hoy no nos atiende Margarita.
—La tuvieron que vaciar —murmura su sustituta al oído de mi madre.
Sé que no debo preguntar, que los cuchicheos son escondites de secretos para mayores. Prohibido pasar. Solo me queda la imaginación. La mía se parece a la tienda de Margarita en la que cuelgan chorizos al lado de paraguas y bastones, y rebusco en sus estanterías si entre niñas traviesas, lobos buenos, bellos durmientes, burros que vuelan y pájaros que rebuznas, no habrá una mujer vacía. Pero por mucho que digan que me deje de tantos disparates, tonterías, locuras…, en ella no encuentro nada tan… tan horrible como una mujer vacía.
—¡Vamos, ayúdame con la compra!
—¿Margarita está muerta? —pregunto.
—¿Pero qué dices? Por supuesto que no.
De noche en la cama no puedo dormirme. ¿Margarita como una caja de galletas vacía?, ¿como un globo deshinchado? Me entran arcadas y ganas de llorar. Entonces en la estantería más cómoda de mi imaginación dejo a Margarita junto a un cisne con un ala rota y a una mujer con bata de cirujana. Puedo leer mi nombre escrito en azul en su pechera.
—Espérame, Margarita —murmuro en la casa dormida.
Esta pequeña no acaba de comprender el segundo sentido de una frase, pero sí que intuye que algo negativo sucede. A veces escamoteamos a los niños información que también merecen conocer, en la creencia de que no tienen la madurez suficiente para aceptar algunas realidades. Con una buena pedagogía todo puede y debería contarse, pero no siempre existen personas preparadas ni inclinadas a ello. De una forma o de otra, seguro que a Margarita, durante ese trance de salud que está pasando, le llegan los buenos deseos y vibraciones de esta niña que trata de entender lo que nadie le explica, lo que tanto cuesta asimilar, la enfermedad y el declive, una verdad incómoda.
Un abrazo y suerte, Dominique
Gracias por tu lectura y comentario, Ángel. Sí, la imaginación es el único refugio cuando el siencio es la única respuesta a tus preguntas. Gracias?
Esa expresión, «vaciar», siempre me pareció cruel. No me extraña que la niña, mucho más sabia y sensible que sus mayores) coloque a Margarita junto al cisne del ala rota y la mujer cirujana. La belleza y la esperanza están en todas partes, incluso en esa estantería de la imaginación infantil.
Me ha gustado mucho tu relato, Dominique.
suerte y abrazo,
Gracias, Anna, sí, cruel es la palabra y esta expresión la oí hace poco más de una semana, dicha por una mujer a otra… esas mismas mujeres se ofenderán si una vendedora las llama señoras en vez de chicas… ?♀️
Tú relato, Dominique, dice más de lo que podemos leer, como te ha dicho Anna esa expresión de «vaciar» no solo suena fatal sino que conlleva, implícitamente, la contraposición de «llena» como si los órganos reproductores fuesen lo único que nos da sentido.
Los niños son los grandes cuestionadores que avergüenzan a los mayores con sus preguntas.
Muy buen relato, Dominique.
Un abrazo