DIC114. RO RO MI NIÑITO, de María Rojas
Con alegría esperamos, tras la recogida de la cosecha, las fiestas de las adoraciones al Niño Dios.
A las jóvenes nos visten de inmaculado blanco y nos engalanan con alas y coronas de cartón dorado. Parecemos ángeles chamuscados, danzando entre el humo de la pólvora y los olores anisados del aguardiente.
Las mujeres en edad de merecer se hermosean y mecen, entre rítmicas recitaciones, a los bebés recién nacidos. Estas celebraciones son un reencuentro con nuestro lejano pasado. En ellas bailamos, cantamos y bebemos, al ritmo de los tambores africanos.
Mi mamá mientras acaricia mi ensortijado pelo le canta al que dicen que es mi papá.
“Un pájaro me ofreció
las plumas de su copete,
no hay pájaro en esta vida
que cumpla lo que promete”.
Hola, María.
Deben de pasárselo la mar de bien con esas celebraciones…
Me ha parecido muy divertida la coplilla del final como colofón a tu micro, aunque también me ha dado penita esa niña o niño que no debe saber bien quién es su papá.
Besos.
Muy común entre las comunidades negras del Pacífico colombiano el no saber nada sobre el padre. Triste realidad.
«Mamita, mamita, ¿quién es mi papá?». «Salí a la calle que Alguno será».
Muchas felicidades, tocaya.
María, triste historia de un pasado que seguimos llevando en la mochila. Cantos africanos en Colombia (Cauca) que recuerdan que fueron llevados por españoles y portugueses a la fuerza en aquellos barcos negreros. Mejor no conocer el horror que tuvieron que pasar.
Ahora cruzan el mar empujados por la pobreza. Cuándo podrán vivir en paz.
Un beso y felicidad sobre todo para ellos.
Efectivamente Epífisis. Lo más curioso es que todavía se celebran estas adoraciones, en el mes de febrero, pues en diciembre tenían que atender a los amos. Durísima la vida de estos hombres, que aunque libertos, siguen pasando penurias.
Felicidades para ellos y para nosotros.
María, original reflejo de las penurias de estas comunidades. Me ha gustado mucho. Abrazos y feliz Navidad.
Salvador, felicidades. Me gusta que te haya gustado.
Abrazos.
En cuanto a mí, la mezcla de exotismo y poesía, me hace darte la enhorabuena. Así pues, licor de canela, felicidades muy tiernas y arrope para tus trópicos literarios. ¡Buena Ruta Tengas! De… «J». Suerte para tu MMXIV
Mucha dicha en esta época. Gracias por tus comentarios y a brindar con licor de canela y de caña.
En el nuevo año, arrope, arrope y más arrope.
Querida Ana, la copla final, tan bella,es de una negra del Patía.
Muchas felicidades.
Muy bello el relato, con imágenes conmovedoras y poéticas.
Me entusiasmó.
Oh, me alegra tano crear entusiasmo. Misión cumplida.
Felicidades
María, nos muestras otra forma de celebración en un pueblo diferente y, aunque se evidencia la moraleja del relato, me gusta que rezume alegría.
Encantador.
Un abrazo.
Belén, resume alegría, pero también denuncia la situación nada favorecida de los negros que tenían que celebrar la Navidad, después de la cosecha, en febrero. Diciembre era la Navidad de los amos y los negros tenían que trabajar para ellos.
Un abrazo y felicidades.
María, una narración costumbrista en la que destaco la copla final. Ese «dicen que es mi padre» y la copla lo dicen todo. Suerte.
Las penas las alejan cantando, bailando y bebiendo. Universal.
Muchas felicidades.
Un enfoque distinto de la Navidad. Estos ángeles chamuscados que cantan coplas me han robado el corazón. Felices Fiestas
Oh, Anna dejaste tu corazón en sus alas. ¿Qué gran felicidad para ellas!
Un fuerte abrazo.
Este se me pasó, me alegro de haberlo encontrado.
Aunque una tristísima realidad, preciosa narrativa, con mucho ritmo, de principio a fin.
Me ha encantado.
Un abrazo
Rosy