Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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DIC126. UN CUENTO DE AYER, de Margarita González Acinas

Hubo otro tipo de navidades, las del ayer, de pies fríos y colores sepa.
Yo era una modistilla de poca monta que llegaba a fin de mes con el sudor de su frente.
Mi aspiración máxima era comprarme una radio que admiraba cada día en el escaparate de una tienda de la calle mayor.
Ahorre privandome de mil cosas; el día de nochebuena cobré un encargo y reuní !por fín! el dinero para comprarla pero ni un real más.
La decisión era dificil o compraba la radio o el billete para ir al pueblo a pasar la navidad con la familia.
Cené sola oyendo la radio y dejando que unos gruesos lagrimones cayeran sobre el tazón de leche.
Eran otros tiempos…

9 Responses

  1. Este relato también refleja muy bien que ningún objeto, por deseado que sea, o por mucho lujo que constituya (como la radio fue un lujo para la modista), puede sustituir la compañía de unos seres queridos. Seguro que la modista lo aprendió para siempre. Un beso, Margarita.

  2. Rosa Molina

    Hola Margarita, otros tiempos que parecían lejanos y han vuelto, para desgracia de muchos. Con qué pocos detalles nos has llevado a ese pasado que creímos olvidado. ¡Qué gran relato! Gracias.

  3. Anonymous

    Margarita, tu relato me recordó aquel año, el primero del cole en Cataluña, no pudimos ir a casa de los padres y nos quedamos todo el curso entero. Llegó la nochebuena y allí no celebraban esa noche como tal y recuerdo a todas nosotras tomando la sopa y unos gruesos lagrimones nos caían al plato. Menos mal que al año siguiente todos los padres se pusieron de acuerdo y todas pasamos la navidad con los nuestros, claro que antes teníamos que dejar el cole «pulido». Real como la vida misma.

  4. Anonymous

    Sí, Aurora, era en un colegio de monjas pero la explicación es más sencilla, en aquellos años, ahora no lo sé, en Cataluña NO había costumbre de celebrar la Nochebuena como lo hacemos por otros sitios. En los domicilios se hacía una cena normal pero era al día siguiente cuando para ellos era la fiesta importante, el día 25, el día de Navidad, ese día ellos «tiraban la casa por la ventana». Y en mi cole seguían las tradiciones de la tierra. Nosotras eramos un grupo de niñas de diferentes partes de España en las que estábamos internas y a cambio de darnos clases teníamos que limpiar TODO el colegio todos los días y antes de irnos de vacaciones lo teníamos que dejar púlido… eso no eximía a nuestros padres de tener que pagar libros, matrícula y una cierta cantidad de dinero… Esto era en el año 1967, a mis 13 años.

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