DIC147. NANCY, de Isabelle Lebais
Era la muñeca de moda, todas las niñas queríamos una, yo soñaba con ella, peinar su larga y lisa melena rubia, hacerle moños y coletas y vestirla con sus maravillosos trajes largos de fiesta, soñé mucho y muchas horas con aquel deseo. Fue lo único que le pedí a los Reyes Magos
Llegó el día tan esperado, y aquella noche apenas dormí, me levanté antes del amanecer y corrí hasta el árbol a ver mi regalo.
No pude evitarlo, me eché a llorar desconsoladamente, cuando vi aquello. Mi preciosa muñeca, no solo no tenía el pelo largo, lo tenía corto, rizado y era negra. Su maravilloso vestido de noche eran unos vaqueros y una camiseta amarilla. Mi madre me miraba perpleja, jamás olvidaré su cara, ella pensó que aquella muñeca era la más bonita porque no iba a ser igual a las de las demás niñas del barrio, la mía sería diferente y ya lo creo que lo era.
Cuando ya se me pasó el disgusto inicial, comencé a jugar con ella y me hizo muy feliz muchas horas y muchos días de mi infancia. Mi madre tenía razón. Era diferente.
Todos los años nos acordamos de esta anécdota.
Cuesta, a primera vista, aceptar algunas diferencias; también a los adultos. Suerte y felices fiestas.
Si que cuesta pero hay que aceptarlas como algo único y saber vivir y disfrutar con ellas. Muchas gracias por pasar y comentar. Feliz año nuevo!!!!
Si es real esta anécdota, tu madre era muy inteligente. A veces las diferencias son lo mejor de la vida. Otras son odiosas, ciertamente, porque nacer psicópata o asesino no me inspira ninguna buena vibración, pero si se trata del color de la piel, del pelo, de los ojos, de lo que se pese, se mida o se tenga, para mí no hay diferencia aunque las haya.
Si es una historia real y por supuesto que mi madre es una persona muy inteligente y que ha sabido enseñarnos lo más importante en esta vida, saber respetar las diferencias sean de la índole que sean. Muchas gracias por comentar corazón y feliz año nuevo. Ch.
¡Me encantó la historia!Me llevó a revivir una Navidad en mi casa.Tendría unos cuatro o cinco añitos,y mi único regalo había sido una muñeca negra.Me quedé mirándola,mi mamá creyó que no me gustaría al ver mi cara,y me dijo:Papá Noel seguro la pueda cambiar si no te gusta- le dije que no! que no sabía que habían muñecas negras,pero que la quería también.Me da gracia ahora recordarlo, pero esa muñeca marcó algo muy importante en mí,me llevó a un mundo imaginario muy lindo en esa etapa.Gracias a Dios,le pude transmitir lo mismo a mis hijos.»No importa de que color es tu piel…lo importante es no oscurecer tu corazón».
Gracias por tan linda historia ,Feliz Año Isabelle!
Muchas gracias a ti por leerlo y comentar. Feliz año!!!!. Me encanta que os guste.
Bella historia que encierra en el color de la muñeca un bello aprendizaje de respeto y afecto a lo diferente.
Me gusta.
Anna J R
Muchas gracias Anna J R me alegra que te haya gustado. Feliz año.
Ciertamente, ¿quienes, de niños, no nos hemos sentido alguna vez defraudados? Sin embargo, al día siguiente éramos los niños más felices del barrio con nuestro «nuevo» juguete.
Excelente recuerdo (si es recuerdo) sino, excelente manera de hacernos volver a la infancia y recordar tan lindos momentos de la niñez. ¡Mucha suerte, Isabelle!
Gracias Frank y si, es un recuerdo, tan real como la vida misma. Gracias por comentar y feliz año!!!!
Muy hermoso tu relato !!!
Feliz año !!!
Saludos, Nancy
Muchas gracias por pasarte por aquí jajaja fuiste mi compañera de juegos y vi lo contenta que te pusiste cuando ayer te rescaté del trastero. Eres y serás mi mejor juguete.
Muy chulo y tu mamá muy sabia.
FELIZ AÑO 2013 y SUERTE, Anai.