DIC73. UN MUNDO MEJOR, de Mercedes Jiménez Rueda
El río los trajo hasta nuestro poblado. Sus ondulantes ropas se abrían paso entre los gritos de terror de las mujeres. Mi madre corrió conmigo en brazos a ocultarse en lo más profundo de la selva hasta que se marcharan. Fue inútil, habían venido para quedarse.
Poco a poco lograron calmarnos con regalos y gestos amistosos. Mediante señas y algunos de nuestros sonidos, nos explicaron que habían venido a traernos al único y verdadero dios. Era un dios invisible pero poderoso como el dios viento. No nos iluminaba como el dios sol, así que tuvimos que obedecerlo a ciegas. Un día nos mandaron en su nombre cubrir nuestra desnudez para ahuyentar las oscuras garras del pecado. Curiosamente no mucho después, a principios de invierno, hubo una gran celebración donde nos hicieron arrodillarnos ante la figura de un recién nacido vestido solo con pañales.
En estos últimos años han cambiado mucho nuestro pequeño mundo. Con sus mágicas pócimas han atajado crueles epidemias. Sin embargo, el temor al nuevo dios y a las llamas del infierno continúa arrasando nuestro pueblo como una fiebre incurable.
Muy bien reconducido uno de los mas peliagudos temas de nuestra historia, Mercedes, se agradece el esfuerzo por salirse de la tematica mas topica y poner el dedo en la llaga de tan turbia imposicion…
Me parece que el relato esta muy bien llevado, buena prosa, muy poetico, como todo lo tuyo. Sin embargo creo q la voz del nativo podria trabajarse un poquito mas, darle mas fuerza y autonomia, a mi me suena algo occidental por momentos…
Un fuerte abrazo y mucha mucha suerte, siempre es un gran placer leerte!!!
NACHO RUBIO
Hola Nacho. Y para mí siempre es un placer y un honor escuchar tu opinión. No pretendo juzgar esos hechos,ni mucho menos a la Iglesia aunque tengo mi opinión, claro está, jeje. Sólo me gustaría hacer reflexionar un poco con mi propuesta de este mes, que cada uno extraiga sus conclusiones ¿Cuál de los dos era un mundo mejor? ¿El que tenían antes o después de la llegada de los conquistadores? No tengo demasiado espíritu navideño, así que busqué algo que me inspirara más. Créeme que la voz del nativo me ha dado muchos quebraderos de cabeza, es difícil lograrla, al fin y al cabo soy una occidental y cuesta salirse de ese esquema mental. Muchísimos besos y felices fiestas. Estoy deseando leer tu relato de este mes. Muakkk!!!
Acogerse a costumbres nuevas, aún con sus ventajas, es un tema peliagudo si se hace por temor o con imposiciones.
Me gusta.
Me alegra mucho que te haya gustado y que hagas esa reflexión tan acertada e interesante.Un beso.
… y llegaron al nuevo mundo para convertirlo en su mina de oro. No trajeron la fe cristiana, solo usaron a Cristo como pretexto. Ni siquiera respetaron su propia religión, rompieron mil veces desde el primero hasta el último de sus mandamientos, nunca evangelizaron con la cruz, lo hicieron con la espada. Fácil es ponerse una sotana y volverse inquisidor, amar al prójimo es otra cosa.
Creer o no creer en Dios es otro tema. Tu relato me subleva en el recuerdo de los abusos cometidos a millones (y no solo por los hombres de sotana). Quizás tu historia no encaja en el ambiente navideño, pero aún así no deja de ser verdad.
¡Saludos!
Muchas gracias Juan Carlos por tu encendido comentario, eso quiere decir que he conseguido remover algo dentro de tí, y me siento halagada. Yo también pienso que la Iglesia es una cosa y la fe en un dios es otra. Las primeras navidades para ese niño nativo fueron muy diferentes a las nuestras ¿No crees? Un beso muy grande.
Mercedes, cuantas veces se deja la huella menos adecuada. Suerte. Un saludo y felices fiestas.
Muchas gracias, Calamanda. Es cierto, aún se siguen dejando terribles huellas, no es sólo cosa del pasado. Un beso y felices fiestas a tí también.Muak
Muchísimas gracias Ana, es un honor que te pases por aquí, tu relato de este mes es magnífico, me recuerda un poco al relato «La muerta» de Juan José Millás. Tienes mucha razón, la historia de las conquistas no ha acabado aún, vivimos bajo los efectos del imperialismo económico…la ambición es un pecado inagotable jeje. Un beso enorme.
Cuaántas veces en nombre de Dios se hacen barbaridades como la que narras.
Suerte.
Besicos muchos.
Muy cierto Casa Encendida, a mi me sobrecoge el afán de manejar voluntades, de meter miedo con ideas como la del pecado o el infierno. Dominar mentes para dominar cuerpos. Muchas gracias y besos. Precioso tu nombre, gran libro y gran poeta Luis Rosales.
Otro relato distinto, bien escrito, me gusta. También debería ser considerado entre los elegidos del mes. Haces un extrañamiento de cómo pudo ser la conquista de los territorios americanos, un mucho generoso, pues la verdad es que hubo exterminio sin piedad por el ansia de riquezas disfrazadas con la cristianización.
Gracias Ximens. Un honor tu visita. Me alegra darte personalmente la enhorabuena por tu estupendo relato seleccionado en noviembre. Si, es cierto que eludo conscientemente hablar de la violencia física ejercida por los conquistadores en América, que la hubo y mucha. Pero como he comentado arriba me interesaba en este relato resaltar la imposición ideológica, el dominio de las mentes conquistadas, el menosprecio de la cultura indígena. Es otro tipo de violencia, más sutil pero también terrible. Un beso.
Este relato está entre mis favoritos, creo que es de lo mejorcito.
Un saludo.
Muchísimas gracias Rosi, que tú valores así mi relato hace que me sienta ya premiada. Un beso grande y felices fiestas.
Mercedes, me ha gustado tu versión de la historia. Aunque las cosas debieron ser muy diferentes. Seguramente aquellos hombres de la iglesia querían hacer el bien pero la verdad es que causaron un daño irreparable.
Que tengas suerte y unas felices navidades (si no nos alcanza lo que profetizaron tus protagonistas)
Un saludo
Uyyy, esperemos que no, ya es 21, jiji. Gracias José Ángel y enhorabuena por «Fuego en las venas». Está claro que no se puede simplificar tanto, seguro que habría hombres con verdadera vocación que pensaban sólo en evangelizar, creyendo que harían bien a los indígenas. Lo malo es que éstos perdieron su cultura, parte de su identidad. Felices fiestas a tí también y suerte con «No estarás solo». Besos.
Una de esas historias de las que deben tener mucho de real, y de las que hacen sonrojar al mundo civilizado. Felicidades por la MENCIÓN.
Felicidades a tí, por tu fantástico relato seleccionado. Me alegra no haberme equivocado, nada más leerlo te comenté que me olía a premio y finalmente ha sido así. Muchas gracias por tus palabras, yo creo que mi texto, desgraciadamente es menos cruel que la realidad en la que se basa. Muchos besos Miguel Ángel, espero seguir leyendo más relatos tuyos.