02. DÍMELO OTRA VEZ
Ahhh, háblame al oído en ese italiano tuyo tannn … tú ya sabes.
“Bellíssima ragazza, tu transformare la mea vitta in proffonda e intenssa”.
Aydios puuufff, sigue.
“Il tuo rosstro virginnale é la perfetta deffiniccione di la purísssimmma bellezzza”.
Oh oh, más
“In questi momenti la dulzzura di tu corppo sobrenatturalli me fazze alcanzzzare l´ésstassiss”.
Agh, por favor, susúrrame algo en latín.
“Potius sero quam numquam”.
Ayyy. Dímelo otra vez.
“P o t i u s s e r o q u a m n u m q u a m m m m m”.
Pffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff
Hola Pablo,
Un relato muy original, grafico y divertido. Me ha recordado a la pelicula » Un pez llamado Wanda» donde la protagonista se excitaba al oir lenguas extranjeras.
Todo un ejercicio de onomatopeyas. Muy bueno. Suerte
Esa mujer necesita sentirse querida, aunque solo sean palabras que desconoce.
Precisa la dulzura de una lengua que parece creada para el amor. Y él le regala los oídos aunque sepa que esa es una relación dirigida al fracaso. Una propuesta muy original, Pablo.