78. Diosas del Himalaya
Desde los bosques de rododendros asciende a las zonas más inhóspitas, temeroso de ser descubierto, hasta que encuentra un ejemplar aislado, vencido por la altura y el frío. Selecciona cuidadosamente, sólo desea hembras de cuerpo aún caliente. Las despoja de su ropa de abrigo y de sus pesados equipos de escalada y acaricia repetidamente la piel lampiña que lo enloquece. Algunas expiran acunadas contra el pecho peludo, a estas se las reconoce por el rictus de felicidad que permanece dibujado en su rostro.
En la grieta de un glaciar secreto, donde la transparencia del hielo es más pura, las conserva inmortalizadas en posturas inverosímiles, como los maniquís de un escaparate en rebajas.
(No concursa por ser la autora miembro del jurado del mes de enero 2014).
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El Coleccionista versión Altas Cumbres. Muy bueno y estremecedor.
Abrazos.
Muy bueno Elisa. Coincido con Ana, «lástima» que no entre en concurso.
Abrazos
Inquietante en el fondo y en la forma una delicia.
Elisa, su insinuante misterio y final abierto; buenos ingredientes para llevarnos tras sus huellas. Buen ritmo y claras descripciones. Suerte y saludos
Miedo y atracción, repulsión y belleza, un relato lleno de contrastes y muy narrado, pleno de expresividad, con el oficio de quien sabe hacerlo.
Elisa, intrigante relato, y tras cada desaparición hay una historia. Me ha gustado. Abrazos.
Le pasa como a mí, le gustan desnudas y repiladas. Que pillastre. Elisa en su línea, siempre dando clases de escribir.
Abracísimos y besísimos.
Es precioso el relato Elisa. Es un placersiempre leerte.
Besicos muchos.