62. El asistente (Salvador Esteve)
Con metódica eficiencia friega el suelo, limpia el polvo del salón y abrillanta los muebles. Una vez ha terminado se dirige al punto de recarga. El mecanismo actúa con una precisión milimétrica: un tubo se le introduce por la boca y llega hasta el estómago donde le proporciona el líquido y los nutrientes necesarios para recuperar las fuerzas. Otro tubo accede por el recto hasta el intestino grueso aspirando todas las impurezas y excrementos. La micción va directamente a un recipiente desechable.
El homoservis de última generación está revolucionando las tediosas tareas en los hogares de los cybers.
La tecnología puede llegar a perfeccionarse tanto en el futuro que las máquinas, ideadas por los seres humanos como complemento auxiliar, para aliviarle de tareas tediosas, se conviertan en dominantes. La sociedad se daría la vuelta: los servidores pasarían a ser señores y viceversa.
Dios nos asista de un mundo así, pero quién sabe si tu inquietante relato no tendrá algo de premonitorio.
Un abrazo y suerte, Salvador