31. El diario de Carol
Carol tampoco es un nombre de tango. Si te llamas Carol, a secas, pues una de dos: o estás lanzando el birrete en tu fiesta de graduación o tienes a un novio llamado Chuck esperándote con el coche en marcha mientras atracas una gasolinera. Cualquier otra opción es demasiado aburrida si tu nombre es Carol. A Chuck lo dejé después de seis atracos porque era un auténtico inútil y además no sabía derrapar, salvo en la cama. “¡Se derrapa en las curvas, no en las rectas, cretino!”, le decía siempre. Ni caso. Si te llamas Chuck, a secas, pues una de dos: o estás mascando chicle mientras trabajas en un aserradero o tienes a tu novia atracando una gasolinera mientras la esperas afuera con el coche en marcha. Cualquier otra opción desencaja si tu nombre es Chuck. Tenía una hermana gemela que se llamaba Casiopea ¿Cabe mayor despropósito? Si tu nombre es Casiopea, solo tienes una opción: que tu hermana Carol, que tiene un ex llamado Chuck, tras una discusión acalorada, te dispare un tiro en la cabeza. Sin más. Lo mío con Casiopea no era nada personal, pero lo reconozco: nunca he soportado que fuese la preferida de papá.
Brutal. Inquietante. Y muy visual, cinematográfico.
Un saludo.
Me alegra que te mole, Sara ¡¡Saludos!!
Completamente inesperado y genial
Muchas gracias, Lidia¡¡
Ahhh, mira por donde apareces. Ya sabes mi opinión. Muy simpático y lleno de ingenio. Feliz tarde.
Bueno, era por amortizarlo, jé. ¡Gracias, Mercedes¡¡
Genial relato! Tiene ritmo y sorprende de principio a fin. Suerte!
Muy bueno y «Revoliatico».
Suerte.