78. El eslabón perdido
El primer hombre sobre la tierra parecía estar modelado por la mano izquierda de un dios quizá todopoderoso pero no ambidiestro. Alboreaba aún el sexto día de la creación y ya se podía decir, sin necesidad de otro con quien compararlo, que Adán era feo de una manera absoluta. Adán era tan feo que su creador negó siempre haberle dado forma a su imagen y semejanza. Era tan feo que al mirarlo uno deseaba que fuese deshecha aquella luz concebida apenas unos días antes.
Eva no pensaba aquella tarde en otra cosa mientras jugueteaba con la manzana. Y se decía además, no sin razón, que su compañero no era bello ni siquiera por dentro. Porque era de natural descontento, protestón, y en tal grado que ni el mismísimo Paraíso escapaba de sus quejas. Aunque lo peor en él era su honda desidia, manifiesta en un total desinterés por cuanto le rodeaba que le hacía ignorar incluso la historia existente hasta la fecha, así como en un desaliño de su persona que lo convertía en un perfecto adán.
Es comprensible, pues, que Eva al final decidiera, para confusión de toda la antropología futura, ofrecer la fruta prohibida a un adorable chimpancé.
Insuperable creación de un autorazo ambidiestro. Según iba leyendo, en cada palabra, en cada frase, me he quedado con la boca abierta. Una auténtica maravilla, Enrique. Enhorabuena y gracias por compartirlo.
He intentado a ratos responder a vuestros comentarios, pero nada más empezar por el tuyo me quedaba sin saber que decir. Gracias a ti mil veces por hacerme sentir tan bien por unas líneas que solo son el producto de darle vueltas a una idea y que por cierto me han dado más problemas de los que pueda parecer. Un abrazo, maestra Belén. Tú sí que eres escritoraza.
Esta revisión de la evolución humana es la más coherente de todas las que he oído. ¡Magnífico relato!
No, si al final habré dado con la tecla, jajajaj. Muchas gracias, María. Me alegra que te guste. Un abrazo.
Magnífico relato en forma y fondo, Enrique. Un planteamiento genial contado con una prosa perfecta y con tu característico toque de humor, sutil y elegante.
Lo veo ya entre los seleccionados de esta convocatoria.
Un beso y mi enhorabuena de antemano, padrino.
Muchas gracias, Asun. Con este relato me ha pasado que tenía la idea muy clara, pero eran tantas las cosas que se me ocurrían que no sabía por dónde tirar. Me alegra mucho que al final haya quedado de manera que os guste, porque hubo un momento que lo iba a dejar. Lo del libro ya es otra cosa. Hay tantos relatos en la convocatoria y tan buenos…
Un abrazo, ahijada, y suerte a ti con el tuyo, magnífico.
¡Qué relatazoooooooo!
Qué buen uso de la pluma, maestro. No tiene desperdicio. Te lo compro enterito. 🙂
Besosss
Jajajajaj Muchas gracias. Digo, maestro dices, tú, la cuasi campeona anual de rec. Me alegras mucho, Nuria. Un abrazo.
Genial, Enrique. Después de esto no hay quién se atreva a publicar.
Saludos afectuosos.
Qué cosas dices, María Jesús. Cuando publico relatos de este tipo, de divertimento, pienso que no van a gustar, siempre pueden parecer tonterías, por lo que me alegran el doble comentarios como los vuestros.
Muchas gracias y un abrazo.
Genialidad propia de un genio de las letras.
Enhorabuena, Enrique, y que la justicia lo coloque en el libro de 2020.
Abrazo.
Es evidente que dices esas cosas por la amistad, ?. Pero luego yo no sé qué decir. Precisamente, cuando intento escribir algo humorístico tú eres mi mayor referente. Así que me alegra mucho que te haya gustado, maestro. No lo sabes bien.
Muchas gracias y un abrazo.
Totalmente de acuerdo con el genio que me precede, EdeH 2019. Relatazo que le dará brillo al libro.
Abrazo, Henry.
Totalmente de acuerdo en lo de que Rafa es un genio. Pero en lo demás no estoy de acuerdo ni contigo ni con él, ?. Muchas gracias, Paul. Con que os guste el relato ya voy más que contento. En el libro seguro que estará el tuyo. Tiene toda la pinta. Un abrazo, amigo.
Yo quiero darme un paseo por tu cabeza, Enrique.
Me ha encantado esta versión del Génesis que lo explica todo.
Deseo suerte al resto de participantes, tú ya no la necesitas, creo.
Un abrazo.
Jajajajaj Pues ya te aviso de que en mi cabeza espacio libre y zonas abiertas para pasear ibas a tener de sobra, y algún estepicursor que otro rodando por ahí, jajajaj.
Muchas gracias, Elena. No he leído aún todas las propuestas, pero ya he visto más de cinco que en mi opinión merecen estar en el libro, entre ellos el tuyo, por lo que supongo que siempre hace falta suerte para eso. Espero que tú tengas mucha; es un relato precioso.
Un abrazo.
Durante siglos la Humanidad se ha preguntado por sus orígenes. Cuando no había teorías comprobables recurría a la imaginación, después llegó la ciencia, pero siempre ha quedado ahí ese «eslabón perdido» que no dejaba que las teorías encajasen del todo.
Este es uno de los relatos más redondos que, estoy convencido, llegaré a leer nunca. No solo explicas cómo fue aquello, sino que también unes imaginación y ciencia, con una explicación en la que todo encaja, que da a la mujer el papel que merece, no el secundario que a menudo le otorgan las Sagradas Escrituras, injusto con quienes nos demuestran cada día gran lucidez; mejor un chimpancé que ese Adán hecho un adán.
Imaginación, mucho y buen trabajo de síntesis detrás y un uso magistral del juego de palabras. Este relato rezuma admiración se mire por donde se mire.
No digo esto nunca, porque incluso cuando he sido jurado dar un dictamen me cuesta
un triunfo, pero esta vez voy a hacer una excepción: no te deseo suerte, porque esta historia solo puede ir derechita al libro, algo que tampoco sorprende, más bien corrobora lo que sabemos de ti y de tus letras.
Un abrazo y enhorabuena por esta maravilla, Enrique
Ya verás que al final voy a perder la idea que tengo sobre ti de hombre juicioso, sensato, equilibrado…, sobre todo después de todos estos piropos tan abrumadores que me dedicas. La que no se me irá nunca es la de tu enorme generosidad y grandeza como persona. No voy a negar por supuesto que me encanta tu comentario, aunque te aseguro que no esperaba reacciones así con este relato que solo es un divertimento y fruto de mi afán por pulir frases y ocurrencias. Como bien dices, me ha supuesto un gran trabajo de síntesis, pero también de selección de ideas, muchas de ellas afortunadamente descartadas, cosas que hasta ahora no sabía bien si iban a merecer la pena. Muchas gracias por todo, Ángel. Tu maravilloso comentario, como siempre, enriquece mucho el relato, aparte de suponer para mí una muestra más de tu amistad que recibo con los brazos abiertos. Un abrazo, amigo.
Ya desde el principio te enganchan ese Dios incacitado para modelar y ese Adán tan feo como para ser negado. Luego lo demás es dejarse llevar hasta que una Eva, genial y transgresora, te conducca al paraíso. Enhorabuena Enrique!!! No te deseo suerte porwue creo que este micro la lleva colgada a la espalda.
Abrzsss!!!
*conduce
Muchas gracias, Juancho. Este relato me ha ido saliendo en clave de monólogo o incluso de chiste de Paco Gandía, aunque con menos gracia, jajajaj. Me alegra y me sorprende vuestra acogida. Un abrazo.
Mancantao, amigo Quique, aunque ya viniendo de ti, no me sorprende. Mu hubiese chocado si el relato no me hubiera gustado.
Nunca me defraudas, Quique.
Un fuerte abrazo y suerte, que la mereces.
Pues no te tengo que defraudarte veces, amigo, :-). Muchas gracias por todo y suerte a ti también con el tuyo. Me gustó mucho y quiero ponerme hoy a comentar. Otro fuerte abrazo para ti.
Me encanta.
Abrazos marinos.
Muchas gracias, María. Un placer para mí. Abrazos.
Nos has desvelado el misterio del eslabón perdido con esta actualización del Génesis, más verosímil que la bíblica. El nombre de Adán ya tiene explicada su acepción negativa; Dios, su desinterés por la suerte del ser humano; en cuanto a Eva, su afección por otros primates más agraciados y agradecidos. Y es que quejarse del Paraíso…
Me ha encantado la historia y la prosa con que está escrita.
Un fuerte abrazo, Enrique.
Muchas gracias, Carmen. Es verdad que esto explicaría muchas cosas, pero las fuentes de las que me he informado no son muy de fiar. Con todo, me queda la duda de si Adán llegó a emparejarse con algo, y de si lo hizo, qué salió de ello. Seguiremos investigando…
Otro fuerte abrazo para ti.