139. El estrangulador
Me ha seguido hasta casa y ha conseguido, no sé cómo, vencer la resistencia de la cerradura y abrir la puerta. El estrangulador ha apartado el sofá del salón de mala manera creyendo que yo estaba oculta detrás y ha empujado el colchón al suelo, convencido de encontrarme aovillada debajo de la cama.
A través de las rendijas de la puerta corredera del armario lo he visto dirigirse hacia mi escondite. Lo ha abierto con violencia y ha mirado en el interior. La penumbra está siendo mi mejor aliada, si bien dudo de que acabe dándose por vencido. Se ha girado, ha echado un vistazo a la colcha, en el suelo, con su quemadura de cigarrillo, y, tras un instante de duda, ha vuelto sobre sus pasos. Ha metido la cabeza en el armario y ha tirado de una de las sábanas del montón bajo el cual me cobijo.
Sin darle oportunidad de retirar ninguna otra más, me he incorporado rápidamente y he corrido, evitándolo con un empujón, hacia la esquina de la página. La he pasado y lo he dejado allí atrás, vociferando y lleno de rabia, en el último párrafo del capítulo nueve.
!Así me gusta! Yo me enfado con los escritores que «matan» a sus personajes. Tú le diste caña al asesino.
Bien, bien David. Muchas veces lo mejor es pasar página, aunque sea solo por un ratito, para tomar aliento.
Continuara…
Je je.
Suerte David, abrazos.
Muy bien buscado el sentido con la consigna del mes. El frenético ritmo pensaba que me llevaba al final de la historia y solo me llevaba al final de la página :). Brillante. Mucha suerte 🙂
Gracias por vuestras palabras, compis. Paz, ya has visto que al final, muy al final (casi fuera de plazo), me animé a participar. Juan Antonio, otra cosa no será, pero ceñido a la consigna del mes desde luego que sí. A veces leo algunos textos que cuesta asociar a la temática propuesta. ¡Al menos a mí!
Un abrazo y suerte a tutti.
D.
¡Que buen relato! Aunaste la consigna con la astucia del narrador.
Un abrazo y mucha suerte.
David has creado magníficamente un clima de tensión que nos sobrecoge, para luego deslizarnos por la página y pasarla con alivio.
Muy bueno, merece la mejor de las suertes.
Un abrazo.
Gracias, Moli, gracias, Rafa (¡el pico entre tanta pluma! ;-). Una alegría que hayáis disfrutado con este estrangulador tan patoso.
Abrazos y suertes en correspondencia,
D.
Gran relato, David, ¡muy bueno!