11. EL HARÉN
Claire se sentó frente a aquellos hombres. Ella había encontrado el cuerpo y la carta. Ellos ya bebían. Empezó a leer. “Nunca dejé de amar a ningún hombre. Nunca desconfiaste de mí porque mi amor por ti siempre fue sincero. Nunca he dejado de hacer el amor contigo. Tu olor, tu sabor y tu voz está en mi memoria. Míralos a tu alrededor, todos forman parte de mí. No puedo sino conservarlos, necesito una parte de cada uno. Tu ligera sonrisa, su andar apresurado, los besos de él, tu culo y las manos de mi marido. Ahora que todos estáis delante de quien en realidad soy, espero que podáis entenderlo y no odiarme por haberos compartido en esta vida”.
Se miraron entre ellos. La carta seguía, pero sólo para Claire “Claire, tú entenderás entonces que debes hacerlo. Tráelos a todos a casa cuando me encuentres. Siempre me he enamorado del mismo hombre, una y otra vez. Todos son truhanes y tahúres. Dales whisky. Los sigo necesitando.Encuentra un lugar amplio, con vistas al mar y al desierto, seremos muy felices allí”.
Claire supo qué debía poner en los vasos y en el epitafio de su hermana.
Si no he leído mal, será un fosa muy grande.
Describes un momento único e irrepetible. Me encantó.
Un abrazo y suerte.
Muchas gracias Moli. Saludos!
Como historia está muy bien, pero entiendo que un epitafio es algo breve y concreto, que exprese un sentimiento o reflexión sobre una lápida.
Saludos cordiales
Dice que trate sobre un epitafio o lo mencione. Un saludo cordial.
Alba, vaya situación tan subrealista, a ver que pasa a partir de esa lectura. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Saludos.
Espeluznante encargo. La protagonista, desde luego, amaba hasta la muerte y más allá. Me ha gustado mucho, Alba. Abrazos.
Muchas gracias Salvador. Abrazos.
Madre mía, he aquí una devora hombres sensu stricto, qué barbaridad. Jajaja.
Pobres ellos, con lo bien que se lo habrían pasado en sus pequeñas muertes y ahora, entrarían en la muerte con mayúsculas. Se acabó el placer, se acabó la vida.
Suerte y saludos.
Gracias Mercedes, un saludo!
Me ha gustado mucho. Es un relatazo. Desborda ingenio y maldad (de la buena; de la escribir y disfrutar leyéndola). Creo que cierra perfecto. Me has dejado con la boca abierta. Cuentas toda una vida y una personalidad en doscientas palabras y consigues que escrito, lector y sorpresa encajen como un guante. Enhorabuena. Mucha suerte:)
Gracia Juan Antonio por tus palabras. Saludos!
Un relato que rebosa ingenio. Una persona en diferentes cuerpos, y qué real también!
Suerte Alba!
Besos! 🙂
Gracias Pulgacroft. Besos!! Suerte a ti en el accésit. 🙂
Gracia Ana. Saludos!
Muy ingeniosa la historia, me ha sorprendido el desenlace. En una segunda lectura cobra sentido «ellos ya bebían». Me ha gustado. Mucha suerte.
Gracias Nieves, un saludo!
Jajajaja…curiosa personalidad. Me ha recordado a los faraones que se hacían enterrar con todas sus pertenencias. Si ella se va, se lleva consigo todo lo que es suyo.
Muy original Alba, me ha gustado mucho. Bien narrado, con el puntito de misterio y buen cierre además. Su hermana tenía que quererla mucho ¿no? (además de tener un buen abogado, jaja). Me ha encantado lo de que siempre amaba al mismo hombre; tropezamos casi siempre en la misma piedra ¿verdad? Mucha suerte
Ingenioso relato. Me gusta como te sirves de la excusa del velatorio para explicarnos quien era realmente la difunta, y finalmente, cumplir sus últimas voluntades.
Suerte y abrazos