55. El hijo descarriado
Fruto de la relación de Clark con Lois nació Johnny. Viva imagen de su padre, solo necesitó unos meses para levantar la cuna con una mano, saltar desde la terraza a la piscina o ayudar a su madre haciendo las faenas de la casa en pocos segundos.
Se había roto el secreto de la identidad real de Superman, y la familia Kent gozaba de una gran consideración entre sus vecinos, que comenzaron a llamar al retoño Supernene. Fuera por culpa de las malas compañías o por su carácter irreflexivo, con cinco años ya era conocido en los peores ambientes del barrio, con diez era el cabecilla de una banda de atracadores y con quince fue contratado como sicario por los principales capos mafiosos. Encarcelado en repetidas ocasiones, siempre lograba escapar, hasta que lo encerraron en una celda recubierta de kryptopnita, lo juzgaron y lo condenaron a pena de muerte.
Clark pidió clemencia, prometió que lo reeducarían y que cambiaría, incluso amenazó a jueces y gobernantes, pero todo fue inútil, y una inyección con un líquido verde fluorescente acabó con su vida.
Pocos días después Superman, volaba hacia Metrópolis con una bomba de neutrones sobre sus espaldas.
Un hijo mimado y malcriado puede dar muchos problemas y por otro lado están los suoerpadres, superprotectores, nunca objetivos que pretenden culpar a la sociedad, al mundo de sus errores. Esperemos a ver que hace ese inconsciente con la carga que lleva.
Buenas noches Ezequiel, llevas el nombre de un arcángel y tu Santo es el día de mi cumpleaños. Cosas de la vida.
Felices sueños y buena semana.
Gracias Mercedes por tu acertado comentario.
Bridaremos en nuestras respectivas onomástica y cumpleaños.
Un abrazo.
Ezequiel, tu cuento dice mucho mas de lo que puede leerse. Coincido con el comentario de Mercedes. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Los relatos los escribe el autor, con su intención, y los lee e interpreta el lector, con su sensibilidsd. Cusndo intención y sensibilidad coincidn bien, cuando las sensibilidades o interpretaciones se diversifica, genial.
Si damos por hecho que con el talento o, en este caso, unos poderes innatos, se nace, no es menos cierto que el uso que se hace de ellos es elección propia. Ese Supernene pudo elegir el bien (como el padre) y no lo hizo. Quizá hubiera merecido otra oportunidad cuando suplicó clemencia, pero viviendo entre hombres, que lo consideraron demasiado peligroso, tuvo que someterse a sus leyes. La reacción del padre es comprensible hasta cierto punto, un hijo lo es siempre, otra cosa es provocar una masacre a su costa, cegado por ese amor.
Un relato con un interesante planteamiento, abierto a distintas perspectivas, con unos superhéroes incrustados en la sociedad y sus tentaciones de tomar el peor camino.
Un saludo y suerte, Ezequiel
Pudiera ser que si quitamos los poderes y obviamos los super, el relato se convierta en una simple crónica.
Gracias por tu adecuado comentario e interpretación.
La cuestión no es el poder sino cómo se usa, o quién lo posee. Es como todo en esta vida, Ezequiel, según donde caiga.
Un abrazo
Así es Inés. El problema está en que muchas veces somos nosotros los que damos el poder a quien no se lo merece.
Un relato que da miedo y lo peor es que es real. Te felicito nos haces reflexionar sobre muchas situaciones incoherentes que se ven todos los días.
Un abrazo de verano.
Un poco de miedo sí que da, precisamente por las reflexiones que se están haciendo en los diversos comentarios.
Un abrazo y gracias por leerme.