EL HUMOR Y EL HORROR
¡Córtame el nudo, Gordiano!
Ismael Godínez, lúcido aún, nota cómo su cuerpo se mece como un estúpido pelele colgado del techo de la habitación, y se arrepiente de haber cedido a aquel maldito arrebato. Sus manos actúan de forma autónoma intentando detener la terrible opresión de su cuello, mientras sus pulmones luchan por tragar un poco más de aire. De pronto, un pequeño halo de luz se cuela bajo la puerta. Ismael sabe que puede llegar su salvación, pero no se atreve a moverse: ello aceleraría más su estrangulamiento. Para llamar la atención, lanza unos gemidos sofocados. Al otro lado de la puerta, sus padres escuchan en silencio, felices de saber que Ismael, por fin, ha traído a casa una amiguita.
David Roas
A menudo, el terror y el humor son dos caras de la misma moneda, la moneda del asombro. La sorpresa es esa esquina que esconde algo insólito: nos asomamos a ella y descubrimos la vida trastocada o la muerte prevista. La risa o el escalofrío.
No en vano, lo cómico y lo trágico están presentes en gran cantidad de microrrelatos. Son formas de abordar temas angustiosos para los seres humanos, una especie de catarsis con la que ser capaces de liberar nuestros miedos, de tomar distancias sobre nuestras inquietudes a través de la risa o el espanto.
El humor negro es la conjugación de estas dos tendencias. A través de la ironía y el sarcasmo, somos capaces de reirnos de lo que más nos aterra. En el cuento de David Roas, asistimos a la angustia del suicida arrepentido hasta que, el giro final, nos permite tomar la distancia suficiente para poder reír de su desgracia.
“La ironía es esa tristeza que, no pudiendo llorar, sonríe”
Esta semana os propongo reflexionar sobre los microrrelatos de humor y de terror. Sobre nuestras filias y fobias, nuestros recursos para provocar la sonrisa o la inquietud y todo lo que se nos ocurra sobre estos fascinantes temas.
Empezaré con una pregunta: ¿todo el mundo es capaz de escribir con humor o es algo innato en algunos caracteres?
Hitchock te sabría responder.
O habría sabido…
Bueno, a Eduardo Mendoza le preguntaron en una conferencia, cómo hacía para escribir sus desternillantes novelas, para escribir desde el humor, y él contestó que le salía así, sin más. Yo tiendo a creer que es algo que solo pertenece a algunas personas, como por ejemplo, la capacidad de escribir poesía.
Coincido contigo Paloma, el humor y el terror son dos caras de la misma moneda, y no es nada fácil moverse entre esos dos mundos, hay algo innato en el escritor, me resulta difícil creer que una persona triste sea capaz de escribir humor por ejemplo.
El humor, ironía, sarcasmo y la capacidad de escribirlo son de algunos, no de todos, como la poesía. Respecto al terror creo -opinión personal- que se puede entrenar más, hay más recursos que se pueden aprender. a ver qué opinan los demás.
Creo que no todo el mundo puede escribir con humor,quiero decir con humor del bueno. Siempre se ha dicho y yo pienso lo mismo que es mas fácil hacer llorar que reír,este es un arte complicado que se tiene o no se tiene, y estoy de acuerdo Paloma, es un arte que sólo pertenece a algunas personas, de la misma manera, que escribir surrealismo o ciencia ficción y si me apurar terror.
Discrepo totalmente con Mel sobre que «una persona triste no sea capaz de escribri humor». Por experiencia propia lo aseguro. En mis más profundos bajones surgieron relatos muy sarcásticos, y tristes también. Es que nunca se sabe. Por lo menos yo no lo sé.
He dicho una persona triste, no una persona que esté triste de vez en cuando. Tú no eres para nada triste tienes un muy buen sentido del humor y sabes sacarle punta a las cosas!!!
Yo si lo sé, pero no quiero decirlo.
Hablo de tristeza profunda y continuada. Me aferro al humor y al absurdo como tabla, sino me ahogo.
no quiero discutir contigo Susana , por mucha tristeza profunda que tenga una persona, si es capaz de usar el humor como terapia no es una persona triste, es una persona con problemas, que le entristecen, que es distinto.
Yo, personalmente, soy incapaz de escribir con humor si estoy tristona, pero esos días en que estoy alegre, se me dispara una especie de gamberrismo que casi no controlo. Me apetece reírme de los demás y de mí misma, por eso frecuentemente, mis cuentos de humor están escritos en primera persona.
El humorista nace, no se hace. Es algo que se puede desarrollar, pero es como el talento, qué el que nace con él tiene mucha ventaja. Suerte que yo ando sobrado de ambos elementos, aparte de mi belleza natural y mi elegancia espontánea.
Además el humor sirve para todo. Me molesta la gente que se incomoda si bromeas sobre la muerte o ciertas otras cosas.
El humor es como una caja de bombones: de cartón.
Yo escribo con humor, hasta que se acaba el cigarrillor…
Yo puedo dar fe de la belleza natural de Barlon.
Eso sí que es humor inteligente.
Soy el doctor que realizó treinta y cinco retoques estéticos a Barlon, y puede atestiguar que su belleza es totalmente natural.
p.d. Barlon, ya tienes hora para el próximo estiramiento 🙂
Si ya me parece difícil escribir con humor, hacerlo mezclando el miedo y el horror lo veo casi imposible. ¿Por qué nos resultará más fácil escribir cuentos de miedo?
Un saludo.
Al revés, Rafa. A mi me resulta casi imposible escribir algo que de miedo. Puedo escribir algo que de miedo de lo malo que es, pero de eso no hablamos aquí, no? 🙂
En cuanto a la discusión previa creo que una persona de carácter triste puede escribir humor, una persona en un momento triste… no sé, me resulta más dificil, una persona alegre puede escribir cosas tristes… bueno, supongo que dependerá del talento, más que de la personalidad…
Ay, yo que sé, pa qué me meteré. Abrazo.
Paloma, ya que aquí se habla de la combinación de la tristeza y del humor, ningún marco mejor para presentar mi nuevo avatar, el de un tipo fúnebre en versión cómica. ¿Se me parece?.
Gracias por la pista.
Por Dios, tú eres mucho más guapo al natural!!!
¡Anda que tú sin sombrero …!
Bueno, lo virtual siempre tiene sus limitaciones.
Gracias resalá!
je,je ¡Qué bueno Rafa!Voy a buscar una viñeta contigo en el facebook
¿Viñeta?, ¿Facebook?, miedo me das.
Decidido, adopto la nueva imagen, cuando me crezca el pelo ya la cambiaré.
Pues yo creo que el carácter de quien escribe es independiente de que pueda escribir textos humorísticos o terroríficos. Hay muchísimos ejemplos de escritores excepcionales que se escondían bajo apariencias físicas o psíquicas que (para nada) reflejaban la maravillosa literatura que destilaban.
Yo, personalmente, prefiero el humor acuoso al humor vítreo. Me parece más guay.
Respecto al terror, no tengo opinión definida. Para concentrarme y decidir qué tipo de terror prefiero, tengo que cerrar los ojos. Y eso me da miedo.