31. El Lienzo
Como de costumbre, antes de empezar un nuevo lienzo, le hago una pequeña reverencia y le susurro a la tela: ¿Qué quieres ser?
Así hice. Luego es un dejarse ir por las emociones a través de los trazos, buscando a través de ellos diversas formas de hurgar en la propia alma…para despertar alguna idea a seguir y empezar una nueva aventura.
En estado casi hipnótico, hundí el pincel en la paleta de los arenas, pero curiosamente, al trazar la línea, el lienzo absorbió totalmente la pintura, dejando un rastro de gotitas transparentes desafiando la gravedad…
Sorprendida, me acerqué para observar el fenómeno y acerté a escuchar su petición:
“Seré lo que tú quieras que sea, pero a cambio, me como el marrón”.
Me salió un lienzo chantajista…Por eso, mi cuadro tiene toda la gama de colores, menos el que se comió.
Una historia un tanto surrealista y no por ello, carente de interés. También cuando se escribe, a veces se encuentra uno con un folio en blanco chantajista que no deja que la tinta del bolígrafo se vea, permaneciendo en blanco durante muchísimos días, en este caso, el marrón es para el que escribe jajaja.
Suerte y feliz noche Cristina.
Muchas gracias por tu comentario Mercedes. Me estreno con vosotos. Que paseis una feliz semana
El texto que pone en valor la ausencia del marrón. ¡Original, sí señor!
Muchas gracias Edita. Estoy contenta de participar.
No es fácil dar vida a un lienzo y tú lo has conseguido en el relato. La fantasía, en este caso, atrapa y esconde los peores colores para resaltar la luz.
Besos, Cristina.
Qué bonito y acertado comentario. Gracias.
Relato de surrealismo y fantasía, muy imaginativo. Buen trabajo. Saludos
Siii, el relato es un poco de mi: un tanto surrealista.jejeje