103. El Patriarca
El coronel ya no tiene escribientes. La mayoría murieron en la Guerra de los Mil Días, o de viejos. Su vida es ahora una hojarasca que se revuelca con los años. Del tiempo del cólera y del amor ya no le quedan sino recuerdos reposados y remotos como los besos de su abuela Iguarán Cotes, a la que en las noches oye quejarse de frio, de soledad y de tristezas acumuladas.
Remedios, su sobrina, viene una vez al mes a visitarle y le trae noticias de Macondo. Le hace una crónica de las muertes anunciadas.
Es consciente de que le ha llegado su otoño, sin embargo se entretiene haciendo pescaditos de luz que, tambaleantes, saltan al pelo negrísimo de Sierva María, iluminándolo como cielo estrellado. No quiere llegar a ser como aquel general que se encerró en su laberinto a rumiar la muerte. Él quiere vivir para contar historias, vivir por cien años, enfrentar con bravura su mala hora aunque tenga que seguir los pasos polvorientos de los que ya pasaron por la suya.
Bonito homenaje al gran Gabo.
Gracias, Paloma por comentar. El gran Gabo es único.
Hola, María.
No muere del todo aquel a quien se recuerda. Gabriel García Márquez pasea por tu texto, que emociona. Extenderme en el comentario sería un atentado a la belleza de tus renglones llenos de sentimiento y precisión.
Un beso muy grande.
Estimado, Martín, me extraño no leerte en la copa. Gracias por compartir la magia del homenaje a García Márquez.
No te extrañe, María. Tengo que estar más curtido y, sobre todo, disponer de tiempo: la campaña de la Renta y otros menesteres no me permiten participar. Eso sí, cada día intento hacerlo mejor, ¿se nota?.
Otro beso grande.
Precioso homenaje al Patriarca, María.
Gracias, Margarita. Fue al primer autor del llamado realismo mágico que leí. Y me marcó.
María, quiero felicitarte por tener el acierto de traer a ENTC un homenaje a tan grandísimo escritor, quizás me faltó en tu relato algún cuento peregrino, que son para mí una joya, con personajes como Nena Daconte que muere desangrada por pincharse con una rosa. Solo los genios escriben cosas tan asombrosas. Gracias por traerlo a la memoria. Suerte.
Efectivamente, Barceló. Me faltó mucho, pero en 200 palabras no se puede abarcar toda la obra de este gran escritor. El cuento que nombras y el Náufrago son también de mis preferidos.
Un homenaje dedicado un genio, muy bien trabajado y hecho con respeto, donde se nota respira el sentimiento de admiración hacia un autor único, algo que, por distintos que podamos ser, nos une a todos.
Un abrazo y suerte, María
Efectivamente, Ángel, lo admiro. Además junto con Cortázar y Borges me abrieron mundos nuevos.
Un abrazo primaveral.
María, coincido con Angel, se lee el respeto en tus palabras, y la admiracion. Es muy original y está bien estructur ado. Suerte y saludos