EL REALISMO MÁGICO
El drama del desencantado
…el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.
Gabriel García Márquez
Sirva este archifamoso microrrelato de García Márquez para rememorar a su inolvidable autor y para introducir el tema que trataremos esta semana. El Realismo Mágico fue un término inventado por Franz Roh para caracterizar cierta pintura post-expresionista, e introducido a finales de los años cuarenta en la literatura hispanoamericana. Se caracteriza por la fusión de realidad y fantasía tratadas de forma natural. Los hechos extraordinarios invaden la cotidianidad haciéndonos aceptar su presencia como parte de la vida, creando en nosotros una suerte de liberación de algo que permanecía latente en nuestra naturaleza. Reconocemos esos hechos insólitos porque componen la parte irracional de nuestra mente: los mitos, las leyendas, los sueños son el alimento de nuestra imaginación, y en el Realismo Mágico, adquieren el mismo tratamiento, el mismo protagonismo que otros motivos más prosaicos.
No son escasos los microrrelatos que recurren al tratamiento o los temas propios de esta corriente. Las elipsis recurrentes, los finales sorpresa, la libertad imaginativa…son caldo de cultivo para lo extraordinario.
No sé si por haber sido una corriente importante en mi generación, pero yo me quedé enganchada al realismo mágico. Me parece tan ilustrativo, tan natural, que unas mariposas acompañene la belleza, como que las moscas acompañen la muerte.
¡Me gustarà a mí García Márquez¡ Pues mira, me arriesgo , a mí no me parece que ese sea su estilo, lo como de menos gracia, de menos calidad y desde luego no me llega ese lenguaje. A veces en plumas o en bocas de maestros, escritos o pensamientos, cartas, etc, que no son de ello.
Ahí lo dejo, si me tenéis que apedrear lo hacéis, pero, mira, que no me parece de él.
Un abrazo, Paloma.
Antonia, no te he entendido ¿qué no te parrece de él, el micro o el realismo mágico?
El relato, su lenguaje, no sé, no me llega.
Es lógico que no me entiendas Palona, no me entiendo ni yo. Me he comido todo lo comestible de las palabras, pero bueno, ya te lo he aclarado un poquito luego. 🙂
Miraré a ver si lo veo por aquí. Tú mira por ahí, je je .
Perdón, Paloma.
Y mira que me guata a mí lo mágico!! Y la magia. Nunca pillo los trucos. Me lo creo todo.
Pero cada cosa en su sitio, que hay que ser ordenado/a. Realismo mágico… contradictorio, no? …. ufffff… perecita…. Paloma, hija, lo siento, pero no…!! A mí, dame el realismo social de Delibes o de Cela, que me encanta. Y luego, para relajar, en plan ligerito, hacemos magia con Harry Potter.
En cuanto al «drama del desencantado» de ahí arriba, veo muchas similitudes con un relato de ENTC de ¿hace un par de meses?
Abrazo.
Por cierto, Paloma, jo, me vas a echar de tu blog, pero ¡las mariposas me dan mucho asco-miedo (indefinible sensación, me provocan)! No llego a la fobia, pero lo paso fatal con esos bichitos dando vueltas a mi alrededor, me quedo un poco paralizadilla, hasta que se alejan de mi. Eso siempre que no se me pose una encima. Ya me ha pasado alguna vez y lo paso mal, mal. Orugas con alas, puaggg!!
Y además, muchas son venenosas, y son carroñeras y… no les veo la hermosura por ningún sitio, la verdad.
Hale, hasta luego.
Este blog no es mío, sino de todos nosotros. Yo me limito a proponer un tema a debate, con peor o mejor fortuna. Así que todas las opiniones son válidas y enriquecedoras.
Está muy bien esta propuesta que haces sobre la magia y los recursos de la microliteratura. No me atrevo a debatir, pero sí digo que la fantasía, la magia, la imaginación, y como quieran llamarlo van siempre muy de la mano. Ese cuento de García Márquez es el relato sobre un suicida que a cualquiera nos habría gustado escribir (dicho con toda la humildad. Me parece una gozada).
Aurora, hija, acabas de hundir a «Campanilla». ¡Pero que poco mágico-realista eres¡ No te voy a juntar 😛
no,no,no… Antonia, que Campanilla es un hada!! Ah, y de las más de lo más de lo más, si no la más!! Y yo soy una «niña perdida» que me resisto a crecer!!
Campanilla no tiene nada que ver con una asquerosa oruga alada venenosa y cochina. Campanilla tiene todo de mágico, pero las orugas son reales. ¿Ves como la mezcla resultante no mola?
Pero si campanilla es un hada hortera.
Si, si pero vuela… y tiene polvo de hadas!! Quién más puede decir eso? Mira el hada madrina de Cenicienta… no comparemos… mucho mejor el país de nunca jamás que una calabaza con ratones!!
Paloma nos va a matar, que nos estamos desviando del tema…
Abrazo.
Cuidado con «Campanilla» Antonia, a ver si te va a hacer magia, je je. );-P
Opino que es una vía inmensa, ilimitada, por explorar ¿Que pasa de moda? Ya volverá, quizás con otro nombre, pero el ser humano sin fantasía, aunque solo sea un poco, está muerto. No sé, no me veo capacirado para autoanalizarme ni juzgarme, pero diría que es algo que pega mucho con mi modo de escribir.
Saludísimos.
Hay un micro relato de Jesús Esnaola en «Los años de lluvia», que es casi el mismo tema, pero a mi gusto mucho mejor. ¡Y que viva García Márquez!
Yo nunca me harto de lo mágico, y me parece triste que a alguien le pase. Me encantan las leyendas y mezclar ficción con realidad, aunque me temo que si intento hacer «realismo mágico» no tengo el talentazo propio de Paloma, a quien tan bien se le da. A mi me sale la exageración y me meto de lleno en el subrealismo.
Vale es un clásico pero no por ello tiene menos valor, por supuesto las apuestas más arriesgadas y originales llaman más la atención pero innovar es realmente difícil en este mundo. Viva la magia!!!
Para Aurora ¿pero como es posible que no te gusten las mariposas? flipada me quedo.
Pues a mi me gustan las mariposas, campañilla y el realismo mágico, pero tambien me gusta Delibes( a rabiar) no asi el señor Cela,( no tanto)pero tambien me gusta el realismo costumbrista, de los pueblos y sus gentes, de los que se palpan y te identificas.
Creo que me gustan muchas cosas, sobre todo en la literatura.Ahora bien, yo ni lo intento, no doy con el truco de escribir ni realismo mágico ni subrealismo, lo mio , me dá, que va por otros tiros, y creo que no hay forma de cambiar de camino.
Hay días para la magia y días para comerse la vida cruda. Otros «magos» sí llegan a cansarme, pero Gabo no.
Abrazos a todos.
Creo que el ser humano tiene una enfermiza obsesión por catalogar y poner etiquetas a todo. Realismo mágico: pues vale. Para mí no dejará de ser un modo de ver las cosas o la vida que no todo el mundo alcanza a vislumbrar y muchos menos a expresar como lo hacía él. Pero la vida, siendo todo lo real que es, filosofías aparte (¿lo es? ¿pienso luego existo? ¿qué es la realidad en realidad? ¿podemos fiarnos de nuestros sentidos? ¿no vemos cada uno los colores de diferente manera?)también tiene su magia si se sabe verla ¿no supera la realidad a la ficción en infinitas ocasiones?. A mi me capturó Gabriel y su modo de mirar, y no siendo este su texto (para mí) más característico, ni más mágico, ni siquiera en el que más le reconozco , sirva para tocar el tema. Yo no me harto de lo mágico: me harto de las realidades grises y pesadas que aniquilan a las personas, y si jamás pudieran ser pintadas con la alegría de la imaginación y tornasoladas con una pizca de magia serían insoportables. Aurora, maja, respeto todas las fobias aunque muchas no las pueda comprender y crea y tenga comprobado que con voluntad y conocimiento de causa se pueden superar, pero la tuya me parece extraordinaria: no voy a darte una clase de biología sobre verdaderos venenos y carroñas, orugas, larvas y metamorfosis, pero, de verdad, me parece horrible que no puedas disfrutar de esa parte bella y mágica de la naturaleza.
Para la magia siempre estoy dispuesta, Miguel.»Magia, potagia», literatura pura ¿o es potajia? Me voy a la página de la RAE 🙂
Este micro-relato de el drama del desencantado que tiene de realismo mágico? osea porque lo consideran realismo mágico?