35. EL SUEÑO ETERNO (Nuria Casado)
Era un sueño recurrente. La muchacha de cabellos dorados, aparecía para más tarde desaparecer por las intrincadas callejuelas de aquella inhóspita ciudad, que parecía estar deshabitada. Por su gesto, se diría presa de una inquietud que agravaba la palidez de su rostro, huyendo de una inminente amenaza. Entonces a punto de darle alcance, despertaba envuelto en un sudor frío y en un estado de tal agitación, que tardaba varios minutos en recuperarse. Pronto se convirtió en obsesión, y buscaba el sueño en cualquier momento del día sin apenas comer,beber,ni llevar a cabo ninguna otra actividad, para contactar con su amada e intentar retenerla, por lo que ideó un laberinto de setos y plantas florales del que no pudiera escapar de su acoso. Desde entonces, terminada su obra, con la respiración sosegada y una plácida sonrisa en los labios, duerme eternamente.
Me has emocionado, hace ya un tiempo atrás (años) escribí algo parecido.
si lo encuentro te lo envío. Un beso y abrazo Nuria
Nuria, bonito final para una situación tan estresante, suerte y saludos
El protagonista ha necesitado buscar una solución drástica e imaginativa para poder escapar de ese sueño recurrente, convertido en su laberinto personal. Al final del relato se comprende lo apropiado del título.
Un saludo y suerte, Nuria.
Un relato misterioso que resuelves muy bien con el eternamente. Felicidades y suerte.
Un beso
Me ha gustado mucho Nuria. Esa reminiscencia de sueños lúcidos mezclada con la sensación de angustia (que tan bien construyes) y la perfecta resolución (triste o no, lo decide el lector)… de verdad. Muy bueno. Mucha suerte 🙂