Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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29. EL SUEÑO OLÍMPICO (Belén Sáenz)

Benavides con el brazo de Pau Gasol rodeándole la cabeza. Benavides recibiendo el beso húmedo de Mireia Belmonte. Benavides en el palco con altos representantes del Comité Olímpico. En el bar del barrio se cruzaban apuestas. —La postura de los brazos con los puños a la altura de los riñones —decía el boticario, que presumía de fisonomista. —Y esos pies, siempre marcando las dos menos diez —ratificaba el Ajoporro, que había cambiado con él decenas de cromos de Ases del Deporte. Aquel esmirriado apenas conseguía atraer miradas, salvo cuando bailaba por George Michael en la disco. Pero eso ya pertenecía al siglo pasado así que, cuando mencionó en un susurro su participación en las Olimpiadas, las chanzas ardieron como estopa.

Mientras cerraba la colchonería para verlo en el Telediario saludando a Sus Majestades, su madre revivía otros recuerdos. La maravillosa facilidad que tenía desde bien chico para escabullirse de sus brazos y quedarse dormido entre planchas de gomaespuma. El juego de aguantar la respiración bajo las guedejas de lana puestas a orear. Ella sabía que su hijo rozaría la gloria algún día, y se conformaba con que fuera luciendo con gallardía el disfraz de mascota oficial de los Juegos.

33 Responses

  1. Hola, Belén.
    Vaya con Benavides, ya se veía desde pequeño que no iba a ser un muchacho normal. Creo que es hermoso que con ese disfraz cumpla su sueño. Qué bonito personaje, me encanta.
    Un abrazo enorme y suerte.

    1. Los patosos, como yo misma, también tenemos sueños olímpicos. Mil gracias por pasarte a comentar, me alegra que te haya gustado este Benavides. Besos y suerte para ti también.

  2. Ángel Saiz Mora

    Un personaje para la historia, de los pocos que consiguen ser apreciado de una forma unánime. Quizá le gustaría que su rostro auténtico, no el del disfraz que lleva de forma tan profesional, figurase frente a esas personalidades del deporte y autoridades diversas, pero tampoco importa mucho, todos saben que bajo esa máscara se esconde el bueno de Benavides, para honra de su familia y paisanos.
    Muy simpático, original y bien narrado.
    Un abrazo, Belén

    1. Con cumplir honrosamente su papel de mascota oficial se conforma este Benavides, y agradecidísimo de tu visita y tu comentario. Qué más podemos pedir él y yo. Un gran abrazo, Ángel.

  3. Original si duda, me atrapó tu relato esperando encontrar el atleta, pero al final la simpatía del personaje esboza en mi una sonrisa de aprobación.
    Me encantó Belén.
    Un abrazo y suerte.

  4. Margarita del Brezo

    Creas unos personajes con tanta fuerza… Otro más para tu vitrina, Belén, y para mi recuerdo.
    Un beso

  5. María José Viz Blanco

    Todos tenemos sueños y, algunos, los tienen olímpicos, como es el muy honroso de ser mascota en unas olimpiadas. Me ha encantado, Belén.
    Un fuerte abrazo y suerte.
    María José

  6. MªBelén

    Me encanta este Benavides, se hace querer. Un chico especial desde la primera línea. Un sueño cumplido con creces aunque en vez de un dorsal vista un disfraz de mascota. Todo suma, todo cuenta cuando la sonrisa de felicidad aparece en su esmirriado rostro.
    Que bien sabes contar las historias sencillas, con cada detalle nos adentramos en el relato e imaginamos que estamos en él. Tienes un algo especial que hace que te sientas cómoda leyendo lo que escribes.
    Un beso como un podio de grande Belén

    1. Gracias siempre por tu visita tan cariñosa y generosa. Me alegra que hayas visto el pequeño triunfo en la grandeza de Benavides. No todo han de ser marcas y competitividad. Un millón de besos de oro, plata y bronce para mi tocaya querida.

  7. Jesús Garabato Rodríguez

    Simpático y sensible relato. Nos muestras que incluso un «infeliz» puede llegar a tener su momento de gloria, algo que para algunos sería algo anecdótico y para otros, como él, el culmen de una vida, además de hacer felices a los que lo aprecian. Un saludo y suerte.

  8. Salvador Esteve

    No todos podemos pisar el Olimpo, pero llegar al máximo en nuestras limitaciones bien merece una medalla. La mayoría somos Benavides en busca de sueños; pequeños, sí, pero nuestros. Me ha gustado mucho, Belén. Abrazos y feliz verano.

  9. Gracias, Ana. Me gusta que te hayas fijado en ese amor de madre, es una parte emotiva del relato que quería transmitir para que no se quedara en la mera anédota de la mascota olímpica. Besos y mucha suerte para ti también. Gracias por la visita.

  10. Qué buen broche final, Belén. Me gustan las historias diferentes, las que captan la atención y te tienen en ascuas hasta el mismo desenlace. Lo has conseguido en dos palabras: disfraz de mascota (bueno, en tres) 🙂
    ME HA GUSTADO!!!

    Un abrazooo

  11. María Jesús Briones

    Belén, ya sabes que lo importante es participar, sea como sea y de la forma que sea, y eso, Benavides se lo podrá contar a sus nietos y demás parientes.
    Buena idea.
    Besito virtual.

  12. Simpático este Bonavides, parece el amigo campechano del pueblo, y nos tienes en ascuas pensando en qué competirá hasta la última frase, que nos amplía la sonrisa.
    Nos lo cuentas con tanto detalle, que haces que lo sintamos como de «nuestro pueblo» (seguro que también a los lectores «de ciudad»).
    Un beso Belén.
    Carme.

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