28. EL VECINO DE AL LADO (Salvador Esteve)
Me llamo Aníbal. Ángel es mi hermano siamés, dos cabezas, dos cerebros, pero un mismo cuerpo y una vida; la suya. Ángel es de rostro bello, refinado e inteligente, yo tengo el rostro desfigurado, monstruosamente desfigurado, de lejos parecemos un gallardo bucanero con un loro al hombro.
Abandoné los estudios, pero no me libré de acudir a clases, ya que mi hermano acabó sacándose el título de Bellas Artes. Recientemente, se ha casado con una preciosa rubia. La convivencia es complicada, sobre todo cuando hacen el amor; para mí es solo sexo.
Por la mañana, al mirarnos al espejo, la parte de mi hermano refleja determinación y seguridad, mi parte la he pintado de negro, como mi existencia. Solo la imaginación me convierte en protagonista de otras vidas deseadas.
Desde hace unos días, Ángel vierte una pequeña cantidad de veneno en mi comida cuando me cree distraído. No me importa, pronto dejaré de ver esa sonrisa exultante e insultante, anhelo que mi alma se separe y volar por fin libre.
Supongo que la única preocupación de mi hermano es cómo le extirparán al monstruo una vez fiambre, aunque se le ha escapado un pequeño detalle: compartimos estómago.
Salvador, ¿dónde vas a poner el libro? ¿Y el vídeo que hagan de tu relato lo vas a subir a Youtube? ¿O a Vimeo? ¿Lo has pensado ya? Pues ve pensándolo que Santander está a la vuelta de la esquina. Felicidades a los dos.
Lorenzo, ¡te has pasado de frenada! Muy agradecido, de verdad, por tus palabras; bueno, el agradecimiento es de «los tres». Abrazos.
Hola, Salvador.
Magnífico relato, MAGNÍFICO, con mayúsculas y con todas las letras.
Me parece fascinante el mundo de lo gemelos y el de los siameses ni te cuento.
Felicidades y aplausos.
Un abrazo.
Towanda, muchas gracias por el mayúsculo calificativo, magnífica es siempre tu visita. El tema de los hermanos gemelos la verdad es que para mí es un tema recurrente. Abrazos.
¡Monstruoso! Me ha encantado.
(Creo que el veneno se ha llevado una tilde de «extirparán». A ver si puedes recuperarla).
Edita, feliz de que te haya encantado, y muchas gracias por tu observación, raudo he implantado el acento, jajaja. Abrazos.
Salvador, muy buen micro, interesante historia que arranca la sonrisa al final.
Un abrazo
Blanca, muchas gracias por tus palabras. He intentado que el relato alternara humor, emoción y empatía, pero tenía claro que el final dejara al lector con una sonrisa. Abrazos.
Realmente bueno, es verdaderamente dura la vida de los siameses, pero tú le das otra vuelta de tuerca con esa letal rivalidad. Enhorabuena.
Belén, me he tomado la libertad de tratar el tema de una manera ligera, pero realmente tiene que ser una vida durísima, que solo se puede afrontar con mucho coraje. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Fenomenal historia. Me has hecho pensar en los casos en que las personas, aun no siendo siameses, se odian a sí mismas.
Jesús, cierto. El odio a uno mismo solo puede llevar a la autodestrucción. Muchas gracias por tu vista y por tus palabras. Abrazos.
Buenísimo relato. Buen guión, excelentemente contado con un ritmo impecable.
Mis felicitaciones.
Isidro, muy agradecido por tu visita y por tus generosas palabras. Abrazos.
Hola, Salvsdor.
Que tal estás? Como te trata la vida?
Yo bien, a Dios gracias y a los santos apóstoles Pedro y Pablo.
A ver, tu relato me retrotrae a los freaks de Tod Browning.
Odio y muerte, dentro de una misma carcasa.
Pero, para mí, lo verdaderamente impactante y genial está entre el número 28 y tu nombre.
ENHORABUENA, tío canalla.
Modes, esta película la vi hace muchos, muchos años, y tienes razón, tiene cierta similitud, sobre todo por la deformación y la vida interior de los personajes. Aunque, realmente, si vemos YouTube y los whatsapp que circulan por ahí, los frikis hoy en día son otra cosa, y prácticamente legión. Me alegra que te haya gustado el título. Muchas gracias por tus palabras, nanogenio. Abrazos.
Ese pequeño detalle que se le escapa al hermano se puede considerar como justicia poética. Buena historia, Salvador. ¡Suerte!
Saludos.
Cierto, Beto, creo que es de justicia que después de amargarle la vida le acompañe a la otra. Muchas gracias por tu visita y tus palabras. Abrazos.
Caín y Abel unidos sin remedio, condenados a estar juntos y, por mucho que quieran separarse, también a irse a la vez. Tenía dos temas pensados para escribir este mes en ENTC, uno era sobre siameses, al final me decanté por el que he publicado, así tenemos más variedad.
Muy buen relato, Salvador.
Un abrazo y suerte
Ángel, tienes razón, condenados a estar juntos, uno a vivir y el otro a sobrevivir. Muchas gracias por tus palabras, y seguro que tu idea sobre siameses es genial; no dudes en retomar el relato. Abrazos.
¡¡¡Que genial!!!
Pero me queda una duda:¿Cuál es más monstruo de los dos (uno)? ¿El desfigurado o el que intenta librarse del «lastre»?
Muy bueno Salvador.
Sin duda, el monstruo es el que se había adueñado de la vida y pretendía deshacerse de ese molesto vecino. Muchas gracia, Evelyn, por tu visita y tus palabras. Abrazos.
Me angustia bastante pensar en esta situación que describes. Antinatural e insoportable. Pero tu relato, con ese «vecino» resulta ser excelente.
Te deseo suerte.
Ton.
Ton, desde luego es una situación antinatural pero real, hay siameses que viven toda su vida dando un ejemplo de coraje y lucha. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Aunque el tema sean los siameses, también me ha hecho pensar en quienes sufren un desdoble de personalidad debido a una enfermedad mental. En ambos casos, no son monstruos deliberados, sino porque la naturaleza los ha hecho así, y tienen que vivir con el sufrimiento que les genera. ¿Quizá al hermano con éxito no se le escapa el detalle de que comparten estómago? Has dicho que era inteligente, así que lo veo como un suicidio-homicidio. Besos y suerte.
Ana, tu interpretación del final es espléndido, pero yo lo he visto más como el egoísmo de una persona por adueñarse de una vida que no es solo suya, y la sumisión de otra que solamente ansía la muerte como liberación. Muchas gracias por tu visita. Abrazos y suerte también para ti.
Tu relato es de los que hacen reflexionar. Un destino diferente, para dos seres aparentemente iguales que sólo los diferencia una careta imperfecta.
Buena construcción y descripciones.
Saludo afectuoso
María Jesús, que el relato incite a reflexionar, es para mí el mayor de los premios. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Tremenda historia la tuya. Esos siameses unidos, compartiendo vida y tan diferentes. El blanco y el negro, la belleza y la fealdad, el éxito y el fracaso. Al final el lado oscuro de su cuerpo vencerá por un descuido al que tan versado y bello se tiene. Un estomago, un veneno y una muerte segura de los dos seres.
Fantástico.
un abrazo.
Mª Belén, genial tu comentario, una síntesis perfecta del relato y su esencia. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Nada más odioso que un vecino al que se le tiene manía.
Y este es de los que nunca desaparecen. En todo momento, en los más íntimos.
Se agota, descansará él y también su molesto vecino.
Suerte. Un abrazo.
Virtudes, este vecino, es verdad, no desaparece, o se lucha por convivir o realmente no hay salida. Muchas gracias por tu visita. Abrazos.
Genial esa cárcel que nos dibujas a caballo de la consigna. Una mirada hacia dentro que va desgranando las profundidades de sentimientos que a priori podrían resultar contradictorios pero que entre líneas se muestran como la verdadera y única razón que mueve al personaje. Además culminas con un giro irreverente a lo hitchcok. Enhorabuena, como siempre Salvador. Mucha suerte 🙂
Juan Antonio, una cárcel donde se ansía la soledad. Indagué un poco en Google y, realmente, quedé fascinado por el coraje de hermanos que intentan superar y sobrellevar esa dura prueba a la que la vida les ha sometido. La historia la aderecé con un poco de ironía e intriga, pero, eso sí, siempre con mucho respeto. Muchas gracias por tus amables palabras. Abrazos.
Me pasa con algunos… este es de esos, que he tenido que leerlo varias veces para empaparme bien, y sacarle todo el jugo. Me ha encantado y atrapado.
¡Enhorabuena, Salvador, tu texto es magnífico!
Un abrazo.
Rosy, que releas el relato para intentar encontrar matices nuevos es para mí muy gratificante. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Cierto, Juan, es una dura cruz, pero hay hermanos que la viven con inimaginable valor. No me canso de repetir, y lo hago sinceramente, que el mayor premio es que amigos como tú valoren mi relato. Esto me estimula para seguir aprendiendo y escribiendo. Muchas gracias por tus siempre halagadoras palabras. Abrazos.
Lo que no cabe duda es que ese Anibal es un envidioso y un desagradecido y que en lugar de disfrutar con lo que su hermano le pone en bandeja le amarga la vida hasta el punto que el pobre Angel toma la determinación de sacrificarse por él.
La rivalidad entre hermanos es tan vieja como el mundo.Buen relato. Saludos.
María, igual los nombres te han confundido, jajaja. Anibal es la víctima, anulado por su hermano, siendo un espectador incluso de su propia vida. Ángel quiere deshacerse de su hermano al que considera un lastre. Muchas gracias por tu visita y comentario. Abrazos.
Pues yo pensaba mientras lo leía, que no hay realmente dos personas siamesas sino una sola, pero con desdoblamiento de personalidad. Por eso cuando uno quiera acabar con el otro acabará consigo mismo.
De cualquier manera es un relato muy bueno, nos mete en el mundo retorcido y asfixiante de muchas personas.
Un abrazo.
Asun, hubiera sido también un tema muy interesante y tal vez tengan puntos de confluencia, un cuerpo dos mentes. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Una vida que cuelga como sin querer ser ni estar. Un desarrollo que es el que paraece buscar el protagonista, un final que se va de las manos, que ya se le ha descontrolado al propio asesino… Terible vecino de al lado. A veces, el deseo ciega. Y en tu relato, de qué manera!!
Un abrazo, Salvador
Cierto, Amparo, a veces el deseo de uno aniquila las expectativas del otro. En este caso el deseo de una vida en solitario es el punto de partida sin retorno. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.
Madre mía, me ha impactado, derecho al corazón y a la boca del estómago.
Súper imaginativo. Enhorabuena.
Cuánto me alegra que te haya gustado. Lo verdaderamente impactante, Isabel, es que hay siameses que luchan por llevar una vida lo más normal posible, ¡digno de admiración! Muchas gracias por tu comentario. Abrazos.
Salvador, increíble relato con un final apoteósico digno de grandes escritores. Enhorabuena sin la más mínima duda te has superado. Un fuerte abrazo, Sotirios.
Un placer, como siempre, tu visita. Realmente, Sotirios, no me considero escritor, me ruboriza si quiera pensarlo, simplemente intento contar historias y aprender leyendo los relatos de todos vosotros. Muchas gracias por tus palabras. Abrazos.