38. En aquella película de los 70
Esta noche te cuento, que era ver una peli en los setenta.
Como nos mirábamos la cartelera de los cines, para ver los estrenos más significados, nos gustaba estar al día, viendo películas recién estrenadas.
Como disfrutábamos del pase de la película sin oír, masticar palomitas ni sorber refrescos con pajita.
Estábamos todos pendientes de la acción desarrollada en la pantalla, escuchando atentamente los diálogos, para no perdernos detalle.
Pertenecemos a la generación que distinguía los largometrajes por sus directores, las anteriores primaban a la estrella protagonista.
Fue así como nos tragamos los padrinos mirando de reojo como se acercaba un tiburón inmenso, que creaba un apocalipsis entre la población playera, asustada por una banda de sátiros adoradores de una naranja, refugiados en un taxi conducido por un maníaco justiciero, leyendo la primera plana de un diario, para intentar encontrar noticias sobre un extraño 8ª pasajero en una nave espacial, intentando redimirnos ante un Gólgota al que ascendíamos silbando una tonadilla, esperando nuestra propia crucifixión.
Muy buen recorrido cinematográfico. Qué tiempos aquellos de buscar la cartelera en el periódico.
He de confesar que yo también me fijaba en los actores (y actrices) para elegir la película.
Ir al cine era casi una operación de máximo respeto, quedándonos quietos extasiados ante la pantalla y sobre todo, en silencio.
Un saludo.
Qué carteleras había en los setenta, desde luego.
Un saludo
JM
Con los debidos respetos al cine actual, creo que profesábamos una especie de religión.
Un saludo.
Muye buen relato
Un cordial saludo
Gracias! carrozones que somos algunos.
Saludo cordial.
Un e se indisciplinó! 😉
Estas letras que van por libre….
Saludos.
Alfredo y si retrocedemos un poquito más, te cuento que en el pueblo de mi padre en Extremadura, en verano, en el único cine con bancos corridos, tocabas los cartones con algunas escenas de la película, los bordes despuntados, el póster y los tres o cuatro rollos que hacían que la sesión durara más tiempo.
Las cáscaras de las pipas en el suelo de piedras, el meternos con las niñas, los cascos de las gaseosas rodando.
Ayy, melancolía, ayyy los años mozos ayyyyyy
Un abrazo
Bancos de madera, el proyector que se desenfocaba, avisando a slbidos, cortes cuan los protagonistas iban a besarse……
Cinema Paradiso, una gran pelicula!
Un abrazo.
Alfredo, nos has retratado una época con estilo y sutileza. Suerte y saludos
Muchas gracias, no hay que renunciar a lo que hemos vivido, aunque los modos y costumbres, sean ahora otros.
Un saludo.
Buen escrito.
Para mí, el cine de los años 60, era algo intelectual. Concentrados en la pantalla, atentos a todo lo que se decía, veías la película y después se comentaba. Se aprendía un montón y encima disfrutabas.
Un saludo.
Ah! la época de los cine fórum, eso era en la década anterior, realmente le sacábamos jugo a las pelis.
Un saludo.
Alfredo, has plasmado a la perfección el retrato de una época, en la que ir al cine era descubrir nuevas sensaciones y vivencias. Muy bueno. Abrazos.
Gracias Salvador, eres muy amable con tu comentario, es una época pasada, pero muy grata de recordar.
Un abrazo!
Buen relato donde el cine en general es tu protagonista. Vas hilando películas de las que todos hemos oído hablar o hemos visto, dándonos ello una sensación de cercanía.
Ir al cine antes era un ritual, una salida esperada, casi un lujo.
Un abrazo Alfredo.
Ciertamente,era una acción muy esperada y que la preparábamos con mucha ilusión.
Encadené unas películas, con las que era fácil tener una cierta sintonía.
Un abrazo Mª Belén.
El recorrido cinematográfico es muy bueno y está muy bien expuesto. Me ha gustado esa pequeña denuncia de lo que ha cambiado el cine hoy en día respecto a la manera de disfrutarlo y el comportamiento de las salas. Está bien que las cosas cambien, pero en esto creo que hemos ido a peor. Un abrazo y suerte 🙂
Hola! muchas gracias por tu comentario. Intento narrar, como en aquellos lejanos años, ir al cine, tenía algo de mágico, sugerente, misterioso.
Encuentro que se ha banalizado. al darle a las salas, ese ambiente ruidoso y de sala comedor. Cualquier tiempo pasado no fue mejor, fue diferente.
Pero…hemos perdido algo por elcamino.
Un abrazo.