52. En este lado de la frontera
—¡Aquí nací y aquí moriré, no voy a dejar que nos invadan! Crecí en esta hermosa, no me ha faltado trabajo ni pan y he podido vivir tranquilo. Pero eso ya es pasado, desde que se abrió la brecha y cada día llegan decenas de indocumentados, me tengo que encerrar en casa y prohibir a mis hijas que salgan solas. Por eso me he decidido luchar para que mi nación vuelva a ser lo que era
—No nos puede engañar, desde pequeño lo ha tenido todo, no ha trabajado en la vida, ha vivido de la herencia y de los negocios su padre y del dinero de su mujer. Odia a todo aquél que suponga un riesgo para su sistema de vida.
Mientras los dos políticos discutían, a Magli se le volcó el cubo. Ambos la increparon con dureza y siguieron con sus discursos mientras ella recogía el agua.
—Levantaremos un muro de hormigón y solo permitiremos que crucen personas con formación, capaces de aportar a algo esta gran nación.
—Pondremos todos los recursos disponibles, con leyes que permitan que solo lleguen personas con formación, capaces de aportar algo a esta gran nación.
Hola, Ezequiel.
Caramba, en efecto, el otro lado de la emigración, como reza el título, no has mentido, pero si has fabulado. Otro texto altamente simbólico: riesgo, sistema cubo, muro, agua… Y aportan, más, sin dudarlo, que los inteligentes las gentes de bien, los nobles de corazón. Me gusta tu texto. Solo un reparo, poniendo por delante, con J. M. Caballero Bonald, que vivan las amenas erratas de la vida: pondría un «para» entre riesgo y su. Igual te salías del número de palabras, no sé, al omitir la preposición; no las he contado. Conclusión: enhorabuena y un abrazote.
Gracias Martín, por tu opinión sobre este relato-crónica y tus acertados comentarios.
Respecto a tu observación gramatical, tienes toda la razón. En un primer borrador había escrito «que arriesgue su sistema de vida», pero lo cambié por el definitivo «que suponga un riesgo…» y se me despistó el «para». El problema es que no sé como arreglarlo (aún me eobraría espacio para dos palabras más).
Gracias por tu apreciación.
Ezequiel, pones palabras certeras a esa situacion tan politicamente tratada y manoseada. Suerte y saludos
Gracias, Calamanda. Es una historia tan antigua como la humsnidad, pero que ahora está teniendo tintas dramáticos, cercanos a la esclavitud y, miremos al mediterráneo, de genocido, si no por acción, sí por omisión.
Hola, Ezequiel.
Creo que puedes arreglarlo tú mismo, entrando en la página de enviar y corregir el despiste y reenviar el texto. Si no lo ves claro, habla con Jams y él te ayudará. Es un ser que perece que hubiera nacido para ayudar y ayudarnos. Un abrazote.
Gracias, resuelto con tus indicaciones y la inestimable ayuda de JAMS.
El mensaje de tu relato es claro y certero. La visión desde el otro lado del muro muy bien podría ser esa. Enhorabuena.
Un abrazo, Ezequiel.
Gracias, María José, puede qurde un lado esté la necesidad y de otrp lahipocresía.
Las cosas siempre se ven diferente dependiendo en el lado de la frontera en el que te encuentres. Buen título.
Así es, Blanca, por ello siempre es necesario conocer las necesidades y puntos vista de cada uno y en cada momento.