ENCUENTRO 15
SUSANA REVUELTA – PABLO NÚÑEZ – ANTONIO DIEGO ARAUJO
Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 100 palabras antes de las 20 horas (hora local española) del MIÉRCOLES 16 DE MAYO y cuyas condiciones son que aparezca la palabra BARBA y que estén inspirados en lo que os sugiera el siguiente titulo de la historia del rock español.
UN HOMBRE PUEDE LLORAR
¡No es necesario que aparezca como texto, solo debe servir como tema inspirador!
Una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de los tres relatos publicaremos al final de esta misma entrada un enlace a un formulario para la Votación Popular que permanecerá abierto hasta el JUEVES 17 de MAYO a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias
PODÉIS VOTAR EN ESTE ENLACE
EL VALOR DE LA ESPERANZA
Su barba descuidada de dos meses le hace tener un aspecto deplorable. Desde que Sara marchó, Jaime recorre cada día un tramo del camino al infierno, con el depósito tan lleno de bencina que se desborda por sus ojos. Nos vemos a diario y trazamos líneas de investigación para encontrar su paradero. Pero todo rastro de luz es humo. No lo digo, pero he dado la causa por perdida. Él sin embargo sigue hablando del día en que ella volverá, le pedirá perdón y harán el amor como salvajes sobre los fajos de billetes del boleto que pagamos a medias.
LÁGRIMAS
El primer llanto que recuerdo me lo provocó Fofó al cantar “Mi barba tiene tres pelos”. La historia de ese hombre barbilampiño me hizo sentir una amargura que me quitó mi padre de un bofetón, mientras gritaba: «¡Nenaza!» A partir de entonces, cuando se me aflojaban los pómulos, corría a esconderme en el baño.
El portazo de tu despedida aún resuena en mi cabeza. La soledad invade todos los rincones de la casa, pero soy incapaz de desahogarme. A mis ojos ya no les quedan lágrimas y echo de menos aquellas que vertí tantos veranos, cada vez que moría Chanquete.
EL FORENSE
Los pulmones llenos de agua y espuma, todavía con olor a jabón de bebés. No había moratones en cuello o cara. Concluí la autopsia: ahogamiento sin violencia. Una distracción de la madre, que se entretuvo, seguramente, contestando un whatssap.
Nacer, morir.
Cuando disecciono cadáveres de niños no puedo evitar imaginarlos gateando en pijama, bajando el tobogán, metiendo goles en el patio, afeitándose los cuatro pelos de la barba, cogiendo olas con sus tablas, enamorándose por primera vez.
No crecer.
Esa noche Laura me anunció, dichosa, que estaba embarazada. La abracé, llorando. Ella pensó que era de felicidad.
Bueno bueno, al voto
Madre mía!!!
Qué buenos relatos!!
Muy difícil nos lo habéis puesto para elegir solo dos.
Mis felicitaciones a los tres!!!
Un abrazooo
Qué difícil… Me han encantado los tres.