ENCUENTRO C17. SEGUNDA RONDA
FERNANDO DA CASA – LUIS SAN JOSE
Los participantes aquí señalados tendrán que publicar en el espacio reservado a los comentarios de esta entrada del blog, un relato INÉDITO de un máximo de 100 palabras (la frase propuesta no suma) antes de las 20 horas (hora local española) del VIERNES 25 DE MAYO y cuya ÚNICA CONDICIÓN es incluir en el texto de forma literal la frase propuesta, que ha sido extraída del poemario “Una manzana en la nevera” de Sandra Sánchez. Vuestra frase, que puede ir localizada en cualquier lugar del relato es
ALARGARON SUS BRAZOS AGARRÁNDOSE
Una vez publicado no habrá posibilidad de corregir ni reeditar.
Tras la publicación de ambos publicaremos al final de esta misma entrada un enlace a un formulario para la Votación Popular que permanecerá abierto hasta el SÁBADO 26 de MAYO a las 20 horas.
El resultado de este encuentro se hará público en una entrada general de la sección ENoTiCias
Podéis votar en este enlace.
LA VIDA Y OTRAS QUIMERAS
Sahib hizo lo posible por no nacer. Cuando sintió que tiraban de sus piernas diminutas, rompió a llorar en las entrañas de su madre. Se alargaron sus brazos agarrándose a un imposible, una quimera; pero el cielo se dio la vuelta, la sabana se vistió de rojo y la manyatta de sangre. Sus ojos eran negros como una constelación sin estrellas; su pelo ensortijado se llenó de interrogantes. Cuando pudo atravesar el inmenso mar amniótico comenzaron las risas de las hienas. Sahib extendió sus brazos hacia una playa repleta de cuchillas e intentó agarrarse, una vez más, a la vida.
ROMERO Y JULIETA
Él, de la familia Lamiácea, estaba acostumbrado al sol. Ella, de los Arácea, prefería ambientes de interior.
Pero el perfume de Romero excitó la voluptuosidad de Julieta, que extendió sus lianas en forma de corazón. Ambos alargaron sus brazos agarrándose, como ramas entrelazadas que se funden en una sola planta.
Cuando la cocinera cortó las ramas de Romero, Julieta creyó desfallecer; tomó un agua que no debía beber. Sus hojas palidecieron, el jardinero la arrancó de su macetero y la tiró junto a los restos deshechados en cocina.
Ahora yacen juntos, abonando una tierra de amores imposibles.
Buen relato, Luis.
Ya te puedes dar por ganador, acabo de ver que tengo una falta de ortografía imperdonable… He puesto «deshechados», palabra que no existe. Debería ser «desechados».
Perdón.
No está la falta en su comisión sino en la ignorancia. Un gesto de nobleza que vale por si mismo para convencer al jurado de no tenerla en cuenta
Es además un gran relato, Fermando. En fin, «alea jacta est»,maestro.
Muy buenos relatos los DOS.
Valoraré la historia, la emoción, la originalidad (aunque aparezca una palabra ‘inexistente’) 🙂
Un abrazo a los dos.
Bravo a ambos. La ortografía creativa debería estar permitida en las bases. Suerte!
Suerte y al voto
Uno de vosotros votado queda. Mi admiración para el otro.