13. ENERGÍA RENOVABLE (Domingo Jiménez Lacaci)
Entró en la vivienda con mucha parsimonia, dejó un bolsón en el suelo y se puso un mono. Luego sacó una carta arrugada con matasellos de diez años atrás. La leyó una vez más, muy calmado, hasta que llegó al “…y por mucho que lo intentes no serás nunca ni la mitad de hombre que él, así que ahí te quedas, Alfredo. Hoy mismo me traslado a su casa. Ni me sigas ni me llames”. Ahí su corazón inició como siempre un galope enloquecido, las venas de las sienes se hincharon, los ojos se le anegaron de sangre. Empezó a temblar y a rechinar los dientes. Sacó de la bolsa dos mazos enormes y comenzó a golpear los tabiques. Los ladrillos saltaban hechos puré, las puertas caían descoyuntadas, las ventanas explotaban en mil pedazos. Jadeando agarró un pico y la emprendió con el suelo. Las baldosas estallaban en una ebullición de golpes salvajes. También los revocos, los techos. Cuando todo estuvo destrozado se secó la frente con un pañuelo y se quitó el mono. Guardó las herramientas y bajó al portal. Otro día de trabajo bien hecho, pensó mientras metía la factura en el buzón. Demoliciones Alfredo, decía el membrete.
Sorprendente, divertido, pura evasión, además de muy ecológico. Mejor emplear esa rabia, ira y enfado en destruir de forma constructiva, que en ensañarse (como por desgracia sucede a veces) con personas, animales o cosas. No hay nada como hallar la vía de escape adecuada.
Me ha gustado mucho tu relato demoledor.
Un abrazo y suerte, Domingo
Jajaja, ¡relato demoledor…! Gracias Ángel por tu ocurrente y siempre cariñoso comentario . Yo creo que se va a quedar con ese alias para siempre. Hacer del defecto virtud, debería ser el lema de la empresa del tal Alfredo.
Recibe un fuerte abrazo tú también estimado Ángel.
Me ha encantado la forma en la que has canalizado la ira, bueno, y en cómo lo ha hecho tu protagonista, Alfredo, también. Además, creo que la has definido de la mejor manera posible con ese título magnífico que acompaña al relato.
Y para terminar, Ángel, como siempre, ha dado en el clavo (supongo que esta vez con un mazo) para definir tu relato: efectivamente es demoledor.
Saludos y mucha suerte.
Rafa, muchas gracias por tu amable comentario. Yo también pienso que Ángel lo ha clavado. O desclavado, que esto hoy más de quitar que de poner. 😉
Y también gracias por lo del título, porque debe ser el primero que acierto: soy malísimo poniendo títulos! 😩
Muchos saludos también para ti y buen fin de verano
Me declaro fan de Alfredo. Y tuya, por supuesto
Pues Lidia, aquí quedamos Alfredo y yo a tus pies para lo que gustes mandar. Alfredo y Domingo, Demoliciones y Reformas, S.L. Si es que hasta el nombre pega bien… 😄
Gracias por tu amable «faneo»
Abrazos
Considero que es un extraordinario microrrelato para convocatoria, y hasta fuera de ella. El protagonista utiliza una desdicha de su pasado para que le ayude en sus labores. El narrador muestra como, de una calma aparente, Alfredo pasa al enojo y luego a una ira incontenible. Después, un estupendo final.
Enhorabuena, Domingo; éxito con tu texto. Saludos.
Buenas tardes, Óscar. Exacto, esa fue la idea primigenia (que tuve como casi siempre circulando en moto por Madrid. Yo creo que debe ser el casco…). Como esto iba de ira, un tipo que de alguna forma buscara en sus experiencias el combustible para fabricar esa ira para que luego la pudiera poner a trabajar a su favor. Después ya era solo darle forma e intentar que fuera divertido.
Gracias por tu comentario tan amable y por tu tiempo.
Saludos desde Madrid
Cuando he empezado a leerlo me ha desconcertado que se pusiera un mono, de hecho creía que estaba demoliendo la casa de su ex. Y ese pequeño misterio ha quedado resuelto al final. Entonces, todo ha cobrado sentido.
Genial la forma de Alfredo de gestionar su ira, a pesar del tiempo transcurrido desde que fue escrita.
Ebhorabuena, Domingo.
Rosalía, buenas tardes. En lo referente al mono, tuve dudas porque creo que hay gente lo llama también «buzo», pero esa palabra me pareció mucho más arriesgada porque podía hacer de interruptor y llevar a lector a un sitio equivocado. Así que se quedó «mono».
Te agradezco mucho el tiempo que te has tomado en leerlo y comentarme con tanta amabilidad.
Recibe un fuerte abrazo, mío y de Alfredo (suavito que ya se ha tranquilizado…)
😃
Una ira motivadora y bien canalizada. Original y bien contado.
Enhorabuena y suerte.
Rafa, muchísimas gracias por tu lectura y tu comentario tan amable. Sois todos un sol de lectores.
Abrazo fuerte
Qué buen profesional ese Alfredo, con semejante motivación nunca defraudará a sus clientes. Me ha encantado, mucha suerte para los dos.
Ya le digo, Asun. De tu parte.
No es mal tipo Alfredo, hasta que lee la carta arrugada, claro…😉. Un especie de Hulk del desamor?
Gracias por tu comentario, Asun.
Buen fin de verano
Me ha encantado que siempre lleve la carta encima para calentarse y ser más eficiente en su trabajo. Espero que no cobre por horas. Si echan a Hulk de Los Vengadores, podrían cambiarlo por Alfredo. Excelente forma de mostrarnos el enfado y la ira. Maravillosa. Abrazos y suerte, Domingo.
Hulk!! Jajaja. Buena conexión de ideas, Rafael!! Muchas gracias por tu lectura y tu comentario tan positivo. Abrazo fuerte también para ti.
La irá en sí no es mala, lo malo es cómo se canaliza. Y con tu imaginativa historia nos has enseñado que hay oficios que pueden ahorrarte una fortuna en sicólogos.
Sorprendente y divertida, Domingo.
Un saludo.
Hacer del defecto virtud? Convertir una maldición en bendición? Aprovechar todo, como se hace con el cerdo? 😉
Además es la moda de este principio de siglo: reutilizar, reencauzar, convertir, aprovechar.
Muchísimas gracias por tu tiempo y tu amable comentario, Antonio
Recibe tú también un cordial saludo
Muy bueno. Mucha suerte.
Abrazos
Muchas gracias María por haberle echado un rato a mis cosas 😊
Me alegro mucho de que te haya gustado
Recibe tú también un fuerte abrazo
Le has dado un giro a eso de reconducir la ira muy divertido y hasta ecológico. Me ha gustado mucho.
Suerte y abrazo s.
Gracias Anna, eres muy amable por tu comentario tan positivo.
Te confieso que eso de «divertido» no deja de atenazarme cuando escribo, porque siempre tengo una cierta inercia a volcar en dirección a la chufla y el cachondeo (me crié con Mortadelo, Astérix y Berlanga…), no puedo evitarlo, y ya estoy avisado de qué fina es la divisoria entre un relato con sustrato de humor y escribir un chistecito.
En fin, que me alegro mucho de haberte divertido 😊
Recibe un fuerte abrazo y mil gracias por tu tiempo
Releer, revivir, y reavivar las tremendas palabras de una carta de hace diez años se vuelven energía renovable que demuele una casa: una forma original, por cierto, de reconducir la ira, pero dudo que sea la más saludable para Alfredo…
«Quien pega primero, pega dos veces», dice el refrán, y este micro lo muestra a las claras…
Me encantó, Domingo; muy bueno…
Cariños,
Mariángeles
Mariángeles, cómo me gusta que te guste este texto! Yo ya tengo claro para qué escribo: para divertir y entretener, así de sencillo. Sin más pretensión.
Si con este puñado de palabras lo he conseguido contigo, eso es la mejor gasolina para continuar.
Mil gracias por un comentario tan estimulante.
Abrazo fuerte