52. ERAN DE COLOR AZUL
Tu pupila es azul, y cuando ríes
Tu pupila es azul y cuando lloras.
Él no tenía los ojos grandes, ni rasgados, eran más bien redondos, pero su
azul era intenso y cambiante. Según le cambiaba su carácter, así también el
color. A veces su azul era transparente, azul cristalino como el agua de esos
mares que rodean algunas islas del Pacífico. Entonces a ese ser lo amaba con
toda intensidad. Me engañaba con tanto cariño.
Otras veces, al mirarlo las olas rompían fuertemente golpeando los acantilados.
Golpeando… Golpeando. El azul de sus ojos había cambiado de color, sin motivo,
sin saber el ¿Por qué? Entonces escondida en mi habitación, mis ojos ya no querían
volverlos a mirar.