69. ERROR DE CÁLCULO (JUAN MANUEL CHICA CRUZ)
“Oh, qué cosa tan amarga es mirar la felicidad a través de los ojos de otro hombre.”
William Shakespeare
Con aquella frase << Te quiero tanto>>, que balbuceaba con la mirada perdida lograba aplacarme como cuando uno se rasca la piel para mitigar el picor, pero enseguida arreciaban los deseos de abandonarle hasta que no tuvo más remedio que aceptarlo. Cedió a todo. Hasta me dejó la casa para él mudarse a un residencial cercano. <<Así estaré cerca de ti, por si necesitas algo>>, decía el pobre con cara compungida. Pero después, cuando lo veía por el barrio su cara cada vez era más y más radiante como luna en fase creciente y sus ojos de una mirada limpia y fresca como la brisa del mar. La felicidad es algo que no se puede disimular. La envidia tampoco. La constatación definitiva la tuve cuando lo vi paseando cogido de la mano de una mujer. Una chica muy mona. Él hablaba como si nunca le hubiesen escuchado y ella le miraba con ojos que reflejaban el brillo de un tesoro encontrado.
Quiero revocar el divorcio. Que regrese a mi lado. No soporto verle feliz y menos con otra. El abogado se encoge de hombros y por única respuesta me ofrece la tarjeta de un psicólogo. Quizá pueda ayudarla, me dice.