99. Escalofríos fantásticos Calamanda Nevado
Soy informática solitaria. Ni compañeros, ni conversaciones casuales sobre penaltis o precios decisivos rebajados. Viajo solo en avión. Me evado de la rutina viendo cine erótico de terror en el portátil. Sin ser adicta, cuando quiera lo dejo, gozo desde mi sillón de los culos más despampanantes.
El otro día disfrutaba relajada y a gusto una de estas historias amorosas, y de pronto se chafó el final; no esperaba romanticismos pero me gusta ver como acaban. Unos virus se colaron por el escote de una rubia, la bragueta a un tío que andaba por allí, y la enorme garganta del Macho Alfa.
Tomando forma de monstruos eróticos, rojos, y parpadeantes, no solo tapaban las imágenes calientes, pasearon de un lado a otro la pantalla haciendo gestos obscenos.
Accedí rápidamente al programa principal. Actualicé antivirus, no habían caducado, probé accesos a defensas más potentes, y en un pis pas, a través de contraseñas, reinstalé y formatee el disco duro recuperando la peli, unos minutos. Porque ladró mi perro como él sabe, jugó y enredó los cables del ordenador, montó al monitor con pasión, desenchufó el equipo con la boca, se tragó mi cena de Navidad, y se metió en mi cama.
¡Bravo por tu perro!! Como dicen es el mejor amigo del hombre, y también de la mujer.
Un gran abrazo y suerte.
Menuda miscelánea de ideas más bien montada. Me ha gustado mucho, me parece muy original y le veo un leve toque surrealista que en el conjunto le hace sumar aún más. Mucha suerte 🙂
Desde luego soltaría será, pero entre las imágenes, los no virus, la instalación del nuevo disco, los cables, el perro medio poseído y todo ese trajín, aburrirse no creo. Y si encima el perro es cariñoso, pues ya está. Muy divertido y como tirarse por un tobogán el ritmo. Suerte y abrazo.
Un perro muy amoroso con su dueña y empático con los gustos de ells. No por nada dicen que todo perro se parece a su dueño. La última parte cierra a la perfección con su ritmo trepidante y jocoso que entre cables y virus nos mete en esa vorágine de lascivia humana-animal y cibernética.
Un relato sin cortapisas desde el principio, lo que le conduce a un terreno humorístico peculiar y ausente de limitaciones. No hay mal que por bien no venga, tuvo que venir un perro fiel a enseñar a su dueña que no es necesaria tanta tecnología para hallar la dicha.
Un saludo y suerte
Trepidante y divertida mezcla erotico-cibernética.
Besos y suerte.
¡Menudo galimatías digital! Original relato, Calamanda. Abrazos y feliz año.
Surrealismo con una pizca de humor. Rapidez en las imágenes y en la acción. Un recorrido cibernético de lo más original.
Mu gusta mucho Calamanda.
Un beso, suerte.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Suerte y felicidad en el 2016 para esta gran familia. Abrazos
Madre mía, Calamanda! Jaja! Lo bueno es que tienes a tu perro que te arregla la vida sin mayores trámites. Un abrazo grande por la risa. Conozco a varios como tu informática… Feliz Año Nuevo y que siga tu imaginación regalándonos buenos relatos como éste! Un abrazo.