Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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18 ESPEJO SIN REFLEJO (Mercedes Marín del Valle)

Tenía cinco años cuando perdió la espontaneidad. La inocencia dio paso a lo reflexivo.

En una décima de segundo,  ella que era la quintaesencia de los pensamientos libres, amasados desde la inconsciencia, abrió la puerta al silencio y al temor. Su mundo se volvió como  un calcetín y su candor quedó atrapado en la misteriosa celosía del cosmos.

Con cinco años no sabía qué emoción la incitaba a encogerse, sonrojarse y apartar la vista cuando alguien, no perteneciente a su árbol genealógico, posaba la mirada sobre su rostro virginal. Se estremecía. Sufría. Quería desaparecer.

Segundo después de esta evidencia, decidió enterrar muy adentro sus caricias, otrora efusivas y generosas, sustituyéndolas por gestos interrogantes, que no esperaban respuesta y miradas furtivas, que no sabía ocultar.

Renegó de ser el fruto que pugna por salir de entre los pétalos agostados para convertirse en una espina, herida e hiriente, y, sintiéndose extraña en su propia esencia, corrió a esconderse bajo el delantal de su abuela donde permaneció largo rato, sin llegar a descubrir por qué su corazón aplastado ahogaba su voz, y, por qué un pucherito infantil, doblegaba sus labios mientras que un puñado de lágrimas impertinentes, la hacían sentir ridícula y avergonzada.

19 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Todo sucede por algún motivo, pero también es cierto que, tratándose del ser humano, no es fácil, muchas veces, conocer las razones que alimentan una actitud, ni siquiera saber, nosotros mismos, por qué actuamos como lo hacemos. Lo natural en una niña que comienza a descubrir el mundo es la alegría, la inocencia y la ingenuidad, pero por alguna causa tu protagonista se vio aquejada de una prematura seriedad y tristeza. No quisiera equivocarme, pero la interrupción del ciclo natural de esta pequeña pudo venir dada por algún agente externo y desaprensivo, que la ha llenado de confusión y vergüenza.
    El buen oficio de tu escritura late en cada palabra, en todas las frases, de una gran belleza, con independencia de la congoja de la protagonista que nos transmiten. Necesita expresarse, oídos que escuchen, personas que la quieran y comprendan, un espejo en el que poder mirarse sin retirar el rostro, solo así podrá superar traumas y salir adelante.
    Un abrazo y suerte, Mercedes

    1. Hola Ángel, la verdad es que a veces no se sabe que misterios insondables pueden cambiar la personalidad de alguien, sobre todo cuando está en su tierna infancia. A veces, los celos de un nuevo miembro en la familia, por ejemplo, o el ver violencia a su alrededor(guerras, miserias…) sabe Dios. El caso es que la vergüenza es un sentimiento feo que hace que nos encojamos, como esa pequeña que se esconde bajo el delantal de su abuela.
      A veces, sucede también que alguien puede hacernos sentir culpables y si no tenemos una personalidad fuerte, hasta nos creemos que lo somos y de ahí, también vienen muchos sentimientos oscuros que solo hacen daño a quien los sufre.
      Gracias Ángel por estar siempre atento y por animarnos a todos a seguir. Un abrazo y feliz noche de jueves.

  2. Hola Juan, no sé si tratos indebidos o no, la verdad es que como le comentaba a Ángel, afloran en nosotros emociones que a veces no sabemos explicar y parece que ni siquiera nos pertenecen. A saber. Me alegra que hayas venido a visitarme. Y eso de los besos cabrilleantes, le hubieran venido muy bien a esa pequeña, junto con la escucha consciente y plena de los que la rodeaban. Seguro que así, nunca hubiera caído esa niña en la congoja. Un abrazo, Juan, una feliz noche para ti y los tuyos. Gracias por venir.

  3. CALAMANDA NEVADO CERRO

    Mercedes, has elegido las frases y sensaciones adecuadas para que nos cale esa tristeza infantil y nos apene. Suerte y saludos

    1. Hola Calamanda. Muchas gracias por tu visita, siempre es un placer. Me encanta que te haya gustado mi relato, t,caunque triste, una realidad que a veces se ibstala en un pequeño corazón. Un abrazo y feliz noche y ven siempre que quieras.

  4. Hola, Mercedes. Quienes somos tímidos comprendemos bien a la niña de tu historia, y también sabemos que no hay mejor que el regazo y el delantal de una abuela para calmar el pucherito infantil y abrirnos la celosía del cosmos, ése que tanto miedo nos da, y pese a todo, siempre nos espera…
    Un micro con vergüenzas y confusiones a flor de piel, y aun así, muy delicado y muy hermoso.

    Cariños,
    Mariángeles

    1. Holaaa!! Me alegra que la entiendas. A veces los pequeños se encierran en su mundo de inseguridades y, cuando nadie se da cuenta, se acentúan tanto que duelen muchísimo. Abrazos Mariángeles. Mil gracias por tu visita. Feliz noche… o día, no sé.

  5. Aurora

    Mercedes,
    Qué bien has reflejado una imagen tan cotidiana y que en realidad encubre algo tan grande como es el sentimiento de vergüenza. Una vergüenza que puede marcar toda una infancia, adolescencia y en definitiva toda una vida.
    Me gusta que gas dejado abierto para que cada lector termine pensando lo que ha provocado ese cambio de actitud porque al final todos somos diferentes y cada uno experimentamos la vergüenza y confusión a nuestra manera.
    Me ha gustado mucho.
    Abrazos

    1. Sí, así es Aurora, el mundo está lleno de personas que crecieron tímidos e inseguros. Unos siguen con la coraza puesta y otros, sacamos la sonrisa desde el alma, pero la timidez sigue ahí detrás, acechando. Abrazos y gracias por visitarme. Feliz noche.

  6. Barceló Martínez

    Hola, mi estimada Mercedes.
    Sobre el tema de la emociones se ha escrito mucho desde que un visionario Daniel Goleman abriera el melón de la «Inteligencia emocional», libro de referencia (un poco espeso para mi gusto). Yo he tenido la oportunidad de profundizar un poco, a través de lecturas y de algún curso sumamente interesante. Precisamente de uno de esos cursos recuerdo que la profesora nos hablaba de que no había que forzar a los niños (por educación) a tratar desde el principio con todo el mundo. Ellos tienen un filtro activado (que deberíamos conservar con el paso del tiempo) y se dan su tiempo para analizar a quien tienen delante. Tu relato me ha hecho recordar aquella clase, quizá la vergüenza también puede ser un filtro, antes de lanzarse a interactuar con otras personas.
    Un cálido abrazo y mucha suerte.

  7. Hola, Barceló, amigo. ¿No nos has dejado aún un relato de los tuyos? Pues ya estás tardando, jajaja.
    La inteligencia emocional es hoy por hoy lo que mueve a las personas y al mundo porque no puedes llegar al corazón de nadie si no logras comprenderle, meterte en sus zapatos.
    Gracias por venir, es muy interesante lo que cuentas.
    Abrazos y feliz noche.

  8. A esa edad es fácil no saber qué es lo que alegra o entristece a una pequeña. Tal vez la culpa sea de los adultos que, a veces, con el fin de hacerles rabiar ridiculizan las acciones de los pequeños.
    Un abrazo amiga.

  9. ¿Sabes que tu micro es como una tienda de regalos en la que vas descubriendo a cada paso cosas preciosas?
    Un micro maravillosamente cargado de matices, imágenes y de sensibilidad, y que he tenido que releer varias veces.
    Mucha suerte, Mercedes.
    Un abrazo grande.

  10. Hola Rosy, que bonito comentario el tuyo. Compararlo con una caja de regalos me ha hecho sentir como una niña con una sorpresa ante sus ojos. La sorpresa de encontrarte. Gracias por visitarme. Feliz noche y besos.

  11. Hola, Mercedes. Es todo un enigma lo que nos planteas en tu micro. Que una niña de cinco años pierda la espontaneidad, así como su inocencia al volverse reflexiva, todo ello a esa edad tan temprana… Son señales inequívocas de que algo traumático ha pasado en su corta vida. La niña se vuelve esquiva, callada y miedosa y busca refugio en su abuela. Y lo peor de todo es que además se siente ridícula y avergonzada por algo que ella ni ha buscado ni ha provocado, sufriendo las consecuencias del mal comportamiento de algún adulto. Qué triste, pero por desgracia demasiado verosímil. Un micro con un lenguaje muy elaborado que invita a la reflexión. Yo también lo he leído varias veces, intentando imaginar qué pudo suceder. Un abrazo y suerte.

    1. Hola Juana. Estoy contenta de verte por aquí. Me ha gustado tu comentario, sobre todo porque te pones en la piel de esa pequeña e intentas comprender. Seguro que en la vida real eres igual, por tanto, una persona empática y eso dice mucho de ti.
      Gracias por venir. Un abrazo y feliz noche de sábado.

  12. Qué bien que has retratado es vergüenza que termina por invadirlo todo, por influirlo, y le hace a la damita modificar su vida, sus relaciones, su comportamiento con los que no tiene confianza. Se parapeta y duda de todo, de todos. Qué gran voz y qué buen relato, Mercedes. Abrazos y suerte.

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