62. Esta noche (Manuela Mira)
Esta noche, mientras busca sus gafas de miope, no deja de pensar en cómo le horroriza lo que les está pasando. Caminan hacia el desastre y ninguno de los dos quiere hacer nada para evitarlo. Ella desearía intentarlo de nuevo, pero no tiene el ánimo necesario, y él, sencillamente, no quiere, porque ahora resulta que no tiene voluntad y eso complica las cosas. Qué fatiga.
Recuerda cuando no pasaba nada, solo ensoñaciones y ganas de comer chocolate de madrugada. Recuerda que le gustaba el roce de su pelo y ese turbador aroma de ángel que exhalaba. Era tan cálido y delgado; era perfecto hasta en su frágil levedad. Cuando hacía yoga podía sentarse con las piernas muy abiertas, o en la postura del loto, sin perder su exquisita elegancia.
Pero ahora todo se acabó, rumbo al olvido de lo que nos llega por sorpresa, como la dosis diaria de azúcar que se necesita para quitarse la amarga tristeza de la vida.
Ahora contiene el pánico porque esta noche escucha como él ronca suavemente en su cuarto y ella busca, con su mirada de miope, una señal en las estrellas que le ordene el sacrificio, mientras busca el cuchillo adecuado.
Genial!
Del amor al desamor hay un paso, de ahí al crimen quizá no haya tanto, en un triste juego de peldaños sucesivos.
Esperemos que las estrellas no lleguen a darle esa señal para actuar de forma tan radical, que si ha de haber ruptura sea pacífica.
Un saludo y suerte, Jesús
Tremendo giro el que le das a este micro de desamor. ¡ Muy cruel ese final que se intuye! ¿ No resultaría más facil una ruptura habitual? Un abrazo.
Hola. Agradezco tu sugerencia, Gloria.
Sí, sería mas fácil, mas dulce y mas complaciente, pero creo que un cuento es ficción, porque si no es otra cosa: una crónica, notas o apuntes sobre cómo rehacer una ruptura etc. El extrañamiento de una situación cotidiana es lo que hace que un texto nos impacte, que algo se remueva dentro de nosotros.
Por otra parte, las soluciones «formales» las tenemos en las terapias o en los despachos de abogados, no en un relato.
Un saludo, Gloria.
Hola Manuela,
Me ha encantado tu relato porque he visto perfectamente el amor y el desamor; has contado muy bien la situación y a los personajes con pequeños detalles con importancia: las gafas de miope, la levedad del yogui, la adicción al chocolate.
Y también me ha gustado, además se aprende mucho, la conversación entre escritores y lectores de este blog.
Nos leemos.
Hola Isabel Cristina.
Es un placer que te haya gustado. Sí, tienes razón y lo has sabido apreciar. Los gestos y actos cotidianos son lo que conforman el relato. Soy mas lector que escritor y disfruto con un relato que cuente lo que ha veces parece que que se nos olvida, y son esos pequeños gestos y esos silencios que son los que tejen la historia.
Encantado de saludarte
Jesús tienes razón en la ficción todo tiene cabida, y por supuesto ese final que se intuye es mucho más impactante. Buen relato. Nos leemos