Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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15 EXTINCIÓN (Ángel Saiz Mora)

Aquel lugar estaba saturado de seres vivos, pero reinaba el silencio. La suma de tantas respiraciones distintas apenas era perceptible.

Todos ahorraban energías hasta que llegase el momento. Los nerviosos mosquitos, o las inquietas ardillas, parecían tan pacientes como las tortugas. Era notorio el esfuerzo del pájaro carpintero para no picotear la madera que lo rodeaba. Los impulsos reprimidos de los cazadores, junto a la apagada intención de huir de sus potenciales presas, contribuían a esa inaudita convivencia más allá del instinto. Las arañas, con demasiada seda acumulada dentro de los abdómenes, evitaban mirar con sus ocho ojos a las moscas. Una tregua temporal los unía.

Antes de volver a la normalidad, el Creador de esa fauna de equilibrios casi perfectos había dispuesto un plan para enmendar su único error. Emitió un susurro en forma de orden para la mayoría de las criaturas, cuya quietud general mutó en acciones repentinas y coordinadas, dirigidas de manera precisa contra una especie muy dañina: desde los abrazos inmovilizantes de los osos, al veneno de las serpientes, para rematar con los colmillos de los depredadores.

La caza mayor de tan peligrosos mamíferos duró poco. Noé y los suyos habían caído en la trampa.

23 Responses

  1. ¡Huy, menuda vuelta de tuerca le has dado a la Historia, Ángel! No sé si el pobre Noé se lo merecía, francamente, aunque muchos de los mamíferos de dos patas que pululan por ahí en estos días sí, sin ninguna duda.
    Un abrazo y feliz verano, amigo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Según la historia contada y transmitida, los únicos supervivientes fueron Noé, su mujer, sus tres hijos y sus respectivas esposas, quizá ellos fuesen buena gente, pero como bien dices, muchos de los que vinieron después no tanto, ni mucho menos.
      Gracias, un abrazo y feliz verano también para ti, Ana María

  2. Rosalía Guerrero

    No hay duda de que si nos extinguiéramos el resto de especies (y el planeta) ganarían en salud. Somos peores que las cucarachas.
    Un abrazo y suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      En la pandemia ya se vio un repunte de la naturaleza, que cogió un poco de aire mientras estábamos encerrados. Es una visión triste y un tanto radical, pero tampoco hacemos mucho por ponerle remedio.
      Muchas gracias y un abrazo, Rosalía

  3. Gema Herraez Peñas

    Desde luego no cabe duda de que somos la especie más invasora y dañina, incluso para nosotros mismos.
    Estupenda re interpretación bíblica.
    Un saludo Ángel y buena suerte!!

    1. Ángel Saiz Mora

      Inteligentes, pero también lesivos, siempre andamos en esa dicotomía. De una forma o de otra, seguimos.
      Muchas gracias, Gema. Un saludo

    1. Ángel Saiz Mora

      Cuando hay un tema genérico no es nada difícil coincidir, pero siempre, como bien dices, son perspectivas distintas, ese es el detalle que todo lo enriquece. A mí me gusta mucho tu relato.
      Gracias y otro abrazo grande para ti, Jero

      1. Francisco Javier Igarreta Eguzquiza

        La verdad es que tu reescritura de la narración bíblica da que pensar. Tal vez ya exista por ahí alguna inteligencia maléfica,¿o benéfica?, sopesando los pros y los contras de nuestra extinción. Mucha suerte y un abrazo, Ángel.

        1. Ángel Saiz Mora

          «Lo de «multiplicaos y llenad la Tierra» lo hemos cumplido, pero en ningún sitio se decía nada de esquilmarla, ni de cambiar el clima, ni de no respetar el medio ambiente, ni de tantas otras cosas de.u a larga lista. Ojalá, pese a todo, tengamos remedio.
          Muchas gracias, Francisco Javier
          Un abrazo

  4. Esperanza Tirado Jiménez

    Hasta que no he llegado a Noé no he caído. Aunque lo del Creador con mayúsculas ya me lo debía haber aclarado un poco antes. Mayor acumulación de animales por metro cuadrado que en el Arca no hay.
    Hay historias que siempre tienen una vuelta de tuerca más.

    Mucha suerte Ángel ♣
    Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Lo siento por Noé y su familia. Si habían sido elegidos para sobrevivir entre otros muchos violentos y corruptos, sería por algo, pero eso no ha impedido que los mismos males siguiesen proliferando durante todas las generaciones siguientes. Es lógico pensar que se trata una especie sin remedio y peligrosa. Como historia, la del diluvio universal es maravillosa, pero qué duda cabe de que a todo se le puede dar una vuelta, máxime cuando la realidad dice otra cosa.
      Muchas gracias, Esperanza.
      Un abrazo

  5. Puri Rodríguez

    Querido Ángel, tu cuentito, esta vez, rezuma tanto humor y tanta imaginación como los de la Biblia. Tramas, ataques, defensas…Genial y distinto, para no variar. Un abrazo y suerte, amigo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Al final todo es cuestión de fe. Las historias bíblicas, imaginativas la mayoría de ellas, como bien dices, tienen una interpretación, como a lo largo de los siglos ha sucedido. Yo me he permitido esta pequeña recreación ficticia, con un fondo pesimista sobre la especie a la que pertenecemos. Por supuesto, espero equivocarme.
      Nuchas gracias, Puri
      Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      A Noé siempre se le ha presentado como buena gente, se supone que se le escogió para regenerar la especie, pero no hay más que mirar la historia posterior y actual para darse cuenta de que fue un intento fallido, que hay motivos para pensar que no tenemos remedio, aunque en el fondo todos queremos pensar que sí.
      Muchas gracias y un abrazo, Blanca

  6. Fernando Garcia del Carrizo

    Muy original reescritura del mito del Arca de Noé.
    Me ha gustado mucho de primeras pero al releerlo he descubierto una riqueza de matices brillante.
    Enhorabuena y suerte Ángel

    1. Ángel Saiz Mora

      En las historias, como en cualquier faceta, lo principal es la conclusión a la que se llega, el resultado final, pero los matices que lo conforman también tienen su importancia.
      Muchas gracias, Fernando.
      Un abrazo

  7. Enrique Mochón Romera

    Una historia perfecta, Ángel, y no solo por lo que cuenta (y lo que no cuenta), sino también por el modo en que lo hace. Muestras una escena inquietante e intrigante, en la que se intuye alguna tragedia, y que estalla más adelante con una violencia narrada de forma nada explícita y, sin embargo, de gran efecto. Esa “fauna de equilibrios casi perfectos” y ese “único error” me parecen, por otro lado, dos ideas muy acertadas, al igual que la que marca el relato entero. Me ha gustado mucho y espero que tengas mucha suerte con él. Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Yo solo lo siento por el pobre Noé, que fue elegido como hombre justo, para tener una descendencia no corrupta, pero el mal lo llevan los seres humanos dentro y siempre se abre paso, y si no él, sus descendientes, capaces de lo peor, como hemos visto a lo largo de la Historia y no dejamos de ver. Pensemos que, pese a todo, también podemos ser capaces de lo mejor, como lo son tu lectura y tus palabras, Enrique.
      Muchas gracias y un abrazo

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