42. Fallo de principiante (Alfonso Carabias)
Llevaba mucho tiempo en esto, desarrollando una metodología precisa y sin fallos, fruto del aprendizaje con los mejores y de la búsqueda incesante de la perfección en todo lo que hacía. Y en base a la experiencia sabía que trabajos tenían que despacharse rápido y en cuales podía tomarme alguna que otra licencia.
Por eso, cuando me llegó ese encargo, decidí darme unos días mas de plazo para disfrutarlo adecuadamente. No todo iban a ser prisas.
Una vez analizado su modus operandi, forcé un encuentro casual en el que darme a conocer y establecer un primer contacto.
Tras la respuesta esperada, como no podía ser de otra manera, siguieron un par de citas que sirvieron para entablar un contacto algo mas intenso de lo habitual, lo reconozco, pero nada fuera de lo que no me hubiera permitido en otras ocasiones.
Pero en el último contacto me di cuenta de que había cometido dos errores de concepto. El primero fue enamorarme, fallo de principiante, y el segundo, no darme cuenta de que las esposas que me inmovilizaban a la cama no eran un juguete sexual, sino una herramienta correctamente empleada por alguien que si se había tomado en serio su trabajo.