105. Fantasía ahumada o cruda realidad (Petra Acero)
Llena y fría cabalgaba sobre algodones para no deformarse.
La habíamos invocado pidiéndole un deseo, mientras nuestras sombras temblaban alrededor de aquella vela.
—¡Esta os servirá! —había dicho la hermosa dama que nos la vendió.
Era una de esas criaturas que huelen a sándalo, vainilla y hierbabuena. Una de esas doncellas que son princesas en los cuentos; vírgenes en las estampas de la abuela; Majas, Venus o Gracias en “Conoce tus museos” y modelos en las revistas de mamá. Por eso no dudamos en comprarle la vela cuando nos advirtió:
—Cuidado con mirar directamente a la luna…
Ahumamos y ahumamos dos culos de vasos, ¡pero no funcionó!
Al final, la vimos alejarse como llegó.
En el telediario, sin humo en los ojos, contemplamos todo el proceso:
—Lo que viene siendo una variación de tres elementos tomados de uno en uno. El típico eclipse de luna, que solo podréis ver tras unos cristales ahumados… —según palabras de la señora Paca. Esa bruja cuentista que regenta la tienda de velas perfumadas.
Hola Amparo/Petra, me has devuelto a la niñez, con sus veranos en el pueblo donde nos juntábamos todos los primos e inventábamos artilugios como esos vasos ahumados de tu relato.
El verano se presta a eso, y es muy entrañable recordarlo.
Un beso grande.
Me encanta la descripción de la dama. Como juegas con los aromas y las imágenes…
Un beso Amparo.
Hola Petra. Es un relato precioso que parece formar parte de un argumento mucho más extenso y profundo. Felicidades.
«Una de esas doncellas que son princesas en los cuentos; vírgenes en las estampas de la abuela; Majas, Venus o Gracias en “Conoce tus museos” y modelos en las revistas de mamá» = Sublime
Uno de esos relatos que se te quedan dentro, bajo la piel, como el sol del verano.
Felicidades
La fantasía infantil no tiene límites.
¿Porqué tendrá que aparecer un telediarío rompiendo la magia?
Aquella noche de eclipse, (los protagonistas) no aprendieron nada de astronomía, pero sí que “las apariencias engañan” porque no todo lo bello es bueno, o no todo lo que huele rico está bien. Experiencia a futuro, que les muestra, que los sinvergüenzas siempre están al acecho de cualquier incauto a quien poder esquilar. (Vidrios ahumados para ver un eclipse de luna, son tan necesarios como instalar aire acondicionado en una bicicleta)
Bello relato, no sólo por lo que cuenta, también por el ritmo de la trama que lo hace atractivo, con la descripción tan bien lograda de la estafadora y el gracioso descubrimiento de que fueron timados.
Me encantó, lo disfruté.
¡Saludos!
Amparo, vaya chasco, tan bien contado, suerte y saludos.
Ay, Amparo!, que no capto la fuerza de tu relato. Y mira que el despiste es que en el telediario salga esa bruja hablando. Luego, ya con los comentarios, observo que las niñas fueron timadas, vale. Estoy torpe.
Petra. El relato te envuelve de aromas y te transporta atrás en el tiempo. Las descripciones son mágnificas y el conjunto destila gran calidad literaria. Lo veo muy trabajado y con todo en su sitio. Solo me queda felicitarte y desearte suerte. Un abrazo 🙂
Como en cada relato me sorprendes, una historia llena de fantasía con imágenes de un momento donde la luna se oculta, la vela se consume y el ahumado solo oculta el engaño.
Hermoso amiga, me ha dejado una sonrisa.
Un gran abrazo y suerte.