20. Fantasma de verano (María José Escudero)
Jacintín se aparece siempre en verano. Mamá piensa —debido a su intransigente complejo de culpa por no haber estado cerca el día que lo atropelló la moto— que ella es la única que puede verlo, pero se equivoca, todos lo vemos. Incluso el perro menea el muñón que tiene por rabo a un ritmo que, a menudo, provoca desazón, y el abuelo, que aparenta dormitar en la humareda de su cachimba, se acaricia la barba con clara intranquilidad. Hoy, para mayor desconcierto, ha murmurado muy resentido que, en la familia de mi madre, los que mueren en accidente tienen la desconsiderada costumbre de manifestarse durante el estío. Ahora comprendo el trajín de sábanas que soporta el tosco tendal del patio.
Mamá, con gesto irritado, suele gritarle a Jacintín que ni se le ocurra mancharse, que no está dispuesta a lavar una y otra vez su traje de fantasma. Le cuesta aceptar que no es culpa del chiquillo sino del fatal destino el haberse convertido en una aparición estival.
Mucho me temo que, si se enteran en el pueblo de que esto nuestro es hereditario, a mis hermanas y a mí no nos sale novio ni en la romería del Faro.
Ya dicen que todo lo malo se hereda. También cuentan que todas las familias tienen algo que ocultar. Quien aspire a entrar en la de tu relato, algún posible novio conocido en la romería, antes debería ser advertido, no sea que se lleve un sobresalto, aunque, bien mirado, pasaría unos veranos bien divertidos con un entretenimiento único, aunque no pueda contarse mucho.
Original y simpático relato el de esta familia peculiar.
Un abrazo, buen verano y suerte, María José
Muchísimas gracias por tu visita y por tu amable comentario, Ängel.He tratado de hacer algo distendido, que ya hay bastantes nubes en el cielo. Un abrazo y feliz verano.
Muy divertido y original. Me ha parecido genial lo de la madre teniendo que lavar las sábanas de su hijo fantasma. Muy bueno
Las madres siempre están ahí para todo y, aunque se quejan del trabajo, las gusta que sus fantasmas vayan limpios. Me alegra mucho que te haya divertido el relato, Carlos.Gracias por la visita y un beso.
Me encantó Jacintín, con su aire estival y su sabanita sucia de tanta travesura junta. Y me enternecieron esas hermanas preocupadas, que quieren novio, y esa mamá que no se resigna y hasta ese abuelo barbudo y resentido. Cuánta historia familiar condensada en un verano, en esas sábanas tendidas…
Me encantó, MARÍA JOSÉ.
Cariños,
Mariángeles
Me alegra muchísimo que te haya gustado este sencillo relato de verano y sobre todo, me alegra tu visita y tu comentario. Gracias de nuevo. Feliz verano y un beso.
Muy original, bien planteado y divertido. Con frescura, para el verano.
Esta inquietante fotografía de la convocatoria da para muchos planteamientos, como vamos viendo en los distintos relatos que están apareciendo en el blog. A mí «se me apareció » Jacintin y me alegra mucho su resultado divertido. Encantada de tu visita y muchísimas gracias por el comentario, Lluis. Un abrazo y feliz verano.
Ostras, con Jacintín y su peculiar familia.
Muy refrescante, Mª José.
Un abrazo gigante.
Muchas gracias,Towanda. Algo de brisa y buen humor es lo que nos hace falta. Una abrazo y feliz verano .
Muy buena apuesta Mª José. Quién sabe si estas cosas también se heredan!! Suerte.
Besicos muchos.
Las herencias casi siempre son conflictivas…Muchas gracias, Nani por la visita y el comentario. Te deseo un feliz verano. Una abrazo.