50. Fin de la historia
Cuentan que el autor barajó diversos cierres para su relato. El de “Fueron felices y comieron perdices” lo descartó por almibarado. “Fue bonito mientras duró” pecaba de nostálgico. Renunció a otros antes de decantarse por un final abierto, muy del gusto de cierta crítica de la época. Pero los personajes se rebelaron. Es una crueldad, es un sinsentido dejarnos colgados de esta manera, se les oyó quejarse. Y actuaron por su cuenta. Hubo algún figurante que se lanzó al vacío desde su apartamento y una pareja de secundarios anduvo disparando sus armas de fuego a diestro y siniestro. Por ser protagonistas pelearon quienes se habían conjurado para fabricar un artefacto que acabase de una vez con tanta incertidumbre y los que habían optado por una lenta extinción tras contaminar de su malestar todos los escenarios de la acción.
Cuando el creador fue a revisar el texto para la versión definitiva, se sorprendió de que sus criaturas hubiesen ido tan lejos. De modo que, por coherencia narrativa, le quedaba una sola opción. Escribió “Hasta aquí hemos llegado” y puso el punto final.
¡Y vaya punto final! Y Desde el principio una excelente historia. Suerte y saludos
Todos los que escriben, o escribimos, sabemos que los personajes tienen vida propia. El autor los concibe, pero ellos toman derroteros inesperados por algún motivo misterioso. No obstante, su creador tiene la última palabra, la potestad y hasta la obligación de poner punto y final; lo difícil, a veces, es saber cuando hacerlo.
Un relato con metaficción, muy acorde y fiel al tema propuesto.
Un abrazo y suerte, José Luis
Me encanta cuando los personajes se rebelan, aunque los de tu micro la lían parda. Al final al creador solo le dejan una opción posible. Muy original.
Un abrazo y suerte.
Hola José Luis, nos sumerges en un intrigante proceso creativo, donde el autor enfrenta la difícil tarea de elegir un cierre adecuado para su historia lo que cuadra perfecto con el lema de esta convocatoria. La rebelión toma formas inesperadas creando un caos imprevisto. Un relato metanarrativo con criaturas rebeldes. Suerte, abrazos
Metaficción pura. Suerte.
Cortito, conciso y al pie: un final de antología de microrrelatos.
Me encantó, José Luis.
Besos patagónicos😘😘😇😇