75. “FOTOSFOBIA» (M.Carme Marí)
De vuelta a su despacho en la octava planta, el gerente coloca un marco sobre el escritorio. El director adjunto aparece sonriente:
-Veo que has traído una foto de tu boda relámpago. Se os ve con mucha complicidad.
-Sí. Este profesional sabe capturar los momentos especiales con unos enfoques atípicos, el ambiente que se respira, las risas… ¡Incluso sin mostrar las caras! Ana, a pesar de su actividad viajera promocionando ONGs por el mundo, siempre huye de las cámaras. Pensé que sería un problema en la celebración, pero contratamos a un artista que hace magia con los planos. Obtuvo unas imágenes, cuando la modista le arreglaba el tul y luego con la peluquera enfocando el espray de la laca, de lo más originales.
-Me tendrás que pasar el contacto. A Isabel no le gustan ni las selfies, y ya estamos buscando fecha. Complicada labor teniendo en cuenta su repleta agenda como responsable de vestuario en la productora. Continúan con la filmación en diferentes localizaciones y tienen para una larga temporada.
Tomás, el experto fotógrafo, es el íntimo amigo de Ana Isabel. Bueno, de Ana María Isabel, pues María acaba de conocer al director general de la compañía.
Un fotógrafo singular que huye de los lugares comunes y es capaz de retratar, desde enfoques originales, casi sin que se den cuenta, a la gente que no le gusta salir en las imágenes, la parte opuesta de aquellos con vocación de chupar cámara, como suele decirse. La fama merecida de este hombre se agranda como una bola de nieve, por aquello del boca a boca y de «por sus obras le conoceréis». Para él, sus clientas, mujeres activas, con poco tiempo libre y cercanas al matrimonio, forman parte de un mismo reto, por ello une sus nombres como si fuesen una sola persona. Él, ante todo, es un profesional.
Una historia muy curiosa y diferente, con un mosaico de personajes interrelacionados, con el nexo común de huir de las cámaras y unos maridos comprensivos que buscan a la persona adecuada.
Un abrazo y suerte, Carme
Muchas gracias Ángel por pasarte y comentar. He de decirte que a tu interpretación le falta un poco más de malicia, creo que no has visto todo lo que hace Ana Isabel y sus motivos para ser «fotos-fóbica» 😉 Bueno, Ana María Isabel.
Un beso!
Carme.
Anda, pues sí que me ha faltado una cosa importante: en realidad es la misma persona, que se triplica, por eso no quiere aparecer en las fotos, quiere que la conozcan (espero acertar ya del todo esta vez). Si es así, su capacidad para multiplicarse es admirable.
Un beso
Has hecho un pleno, Ángel 🙂
La susodicha se inventaba trabajos que le llevaban de viaje durante días, que era cuando estaba con el otro directivo (o los otros…). Parece que en aquella empresa encontró un filón. Apuesto a que nunca irá a una fiesta de empresa del marido, jaja.
Besos!
Carme.