60. HOTEL MIRAGE (Mariángeles Abelli Bonardi)
Su sonrisa congelada contrastaba con el calor del desierto.
«No hay vacantes», me dijo el recepcionista, y se desvaneció en el aire, igual que el hotel de carretera.
Su sonrisa congelada contrastaba con el calor del desierto.
«No hay vacantes», me dijo el recepcionista, y se desvaneció en el aire, igual que el hotel de carretera.
Corto y sugerente, muy buena imagen la de la sonrisa congelada y el calor del desierto.
Me ha gustado mucho
Saludos
Me alegra que te haya gustado tanto, ASUN. Y que lo veas «corto y sugerente» me alegra más, porque en lo que a literatura se refiere no soy fan de las distancias largas; de los cuatro que llevo en ENTC, éste es el texto más corto que he presentado.
Gracias por pasar a comentar.
Vayan mis saludos para vos,
Mariángeles
Un espejismo bestial y doloroso.
Abrazoa
¡Totalmente! Gracias, JAVIER, por pasar a comentar.
Abrazos desde Argentina,
Mariángeles
Espero que no se desvaneciese con el cliente potencial dentro también… Los desiertos tienen malas bromas. Por cierto, tengo un relato con el mismo título que este. Saludos y suerte.
Hola, ANA. De haberse desvanecido el hotel con el potencial cliente dentro, no estaríamos leyendo esta historia ¿no te parece? 😉 Y es verdad, qué traicioneros que son los desiertos, será por eso que tienen tan mala fama :)…
En cuanto a la coincidencia de títulos, te diré que yo encontré un tocayo de otro texto mío (LA CITA) en los cuentos de este mes; ése es el problema de los títulos genéricos y/o sencillos, que resisten su destino de originalidad 😉
Te retribuyo la suerte y los saludos,
Mariángeles
Al grano, en mitad del espejismo. Bonito, bonito. Suerte.
Al pobre cliente no le debe haber parecido nada «bonito, bonito», pero así son los espejismos, no se andan con vueltas, jajaj
Gracias, PABLO, por el comentario y por la suerte.
Cariños,
Mariángeles
Cuántos espejismos podemos llegar a encontrarnos. Malas noticias, decepciones, expectativas frustradas, todos los son. Después sólo queda la existencia, que en ese momento parece más árida que nunca.
Breve y suculento relato, Mari Ángeles.
Suerte
Un abrazo
¡Qué hermosa reflexión te despertó mi sencillo y «suculento» hiperbreve, ÁNGEL! Esos espejismos se aparecen a diario y hay que evitar que nos seduzcan; habrá que tener lista la cantimplora con agua (quien dice agua, dice vida, creatividad, esperanza, etc, etc…)
Yo también te deseo suerte.
Otro abrazo para vos,
Mariángeles
Un hotel-espejismo, guau
Un hotel-espejismo, de esos que abundan en los desiertos ;)… ¡Gracias por el «guau», CARMEN!
Cariños,
Mariángeles
Me ha encantado, porque dispara la imaginación.
¡No sabés el gusto me da! Gracias, MARÍA JESUS, por pasar a comentar.
Nos leemos,
Mariángeles
Cuando la creatividad y el talento viven juntos, se toman de la mano para dar lugar a relatos como éste.
Y además breve, como a mi me gustan.
Un besazo enorme, argentina linda.
Este comentario tuyo, MODES, está para recortarlo y enmarcarlo con besazo y todo ¡Si es que me ha ensanchado el alma de contento :)!
Ya somos dos los fans de lo breve 😉
Cariños,
Mariángeles
Era mentira. Cuando floreció el oasis había un banco vacío al lado de la fuente.
Puede que sí, JOSÉ MANUEL, que fuera mentira. O que no haya visto el banco vacío, pero en fin, como suele decirse, «eso ya es otra historia», ¿cierto? 😉
Gracias por pasar a comentar.
Nos leemos,
Mariángeles
Es cierto, «eso ya es otra historia»
Simplemente en ese hotel había estado concentrada la selección de Brasil, y ahora ese banco se materializaba para acoger a esa hermosa autora argentina que esperaba con ansiedad poder ver los colores azules de la música mientras gritaba GOOOOOOOOL el próximo domingo.
:)¡Dios te oiga! (Brasil, R.I:P = Requiescat In Pace ;))
Cariños, M.
Simplemente…. Lo siento.
Pero estoy casi seguro que tú no nos dejaras de regalar relatos y sonrisas. He encontrado esta web por casualidad, y aunque yo no se escribir, he de reconocer que me han enganchado tus historias.
Muchos mas cariños
No te preocupes, JOSÉ MANUEL, en lo que a mí respecta no hay nada que lamentar, al contrario, Argentina venció a 30 países para llegar a este lugar en el podio de Brasil 2014; los demás podrán decir lo que quieran, pero el subcampeonato es todo un logro después de 24 años.
Qué gusto que el azar te trajera a ENTC y que te guste lo que escribo; nos estaremos leyendo, entonces.
Cariños,
Mariángeles
Engañoso espejismo, en el que veo además muchas posibles metáforas. Sugerente…
Reyes
Qué gusto que veas sugerencia y metáfora en mi pequeño texto, REYES (iba a poner «pequeño hiperbreve», pero advertí la redundancia a tiempo, jajaj); te diré que me costó llegar a escribirlo; la ilustración me remitía irremediablemente al hotel de «Bates Motel» y las perspectivas truculentas no me entusiasmaban; por suerte le encontré la vuelta y pude participar en ENTC por cuarto mes consecutivo (¿La cuarta será la vencida? ¡Quién lo sabe! ;))
Gracias por tu comentario. Nos leemos,
Mariángeles
Breve, original, con las palabras justas. No hay más que decir, te ha quedado perfecto.
un beso Mariangeles
Si al comentario de Modes lo tengo que enmarcar, al tuyo le corresponde la marquesina del cine ¡Muchas gracias, MARÍA BELÉN! 🙂
Cariños,
Mariángeles
Qué sed de encontrar un lugar de descanso en ese peregrinar por el desierto de tu personaje. Breve y muy sugerente. Un abrazo
Así es, CONCHA ¡Pobre tipo! Me lo imagino agotado, sudoroso, trocando su rictus sediento en uno de sorpresa al verse de nuevo solo.
Me alegra que el micro te parezca sugerente.
Otro abrazo para vos,
Mariángeles
Qué bien nos has contado un espejismo, de manera concisa, y con esos detalles como el contraste entre el frío y el calor para describir la sensación del protagonista.
Suerte y saludos.
Si les pude «contar un espejismo», quedo más que contenta, RAFA; eso es justamente lo que quise hacer.
Te retribuyo la suerte y los saludos.
Cariños,
Mariángeles
Magnífico! No he podido evitar acordarme de tu playa Cronos, donde no hubiera desentonado tu Hotel Mirage.
Mucha suerte para este mes!
¡Tenés razón, PATRICIA, no me había dado cuenta, jaja ;)!!! Estos días ando leyendo/releyendo/saboreando la antología «¿Vacaciones? ¡Si yo te contara!»; es una alegría y un placer estar entre tanto talento junto.
Mucha suerte para vos también, amiga.
Cariños,
Mariángeles
Duró solo un momento y luego la nada, quizás nunca estuvo allí o el tiempo se detuvo para él.
Que buen relato, pocas palabras y mucha imaginación.
Un abrazo y suerte.
¿Palabras para tan lindo comentario? Sólo de agradecimiento, MOLI. Gracias por pasarte por aquí.
Yo también te deseo suerte.
Cariños,
Mariángeles
De esos breves que no les hace falta ni una sola palabra más porque resultan perfectos. Mucha suerte 🙂
Se agradecen, JUAN ANTONIO, la suerte y el concepto 🙂
¡Mucha suerte para vos también!
Cariños,
Mariángeles
Reconozco que no soporto las temperaturas altas, pero después de leer tu micro trataré de escapar de ellas, sobre todo si descubro a mi alrededor sonrisas congeladas, no vaya a ser que me volatilicen con ellas. Muy imaginativo tu micro, Mariángeles, y además da pie a seguir imaginando mucho. Me ha gustado, pocas pero certeras palabras. Suerte y abrazo.
Me encanta, JUANA, que mi hiperbreve te parezca imaginativo y que dé pie para seguir imaginando. Me quedo, especialmente, con lo de «pocas pero certeras palabras» porque hasta último momento tuve el temor de haberme quedado corta. Escapemos de las altas temperaturas, que a mí tampoco me gustan.
Gracias por pasar a comentar.
Cariños,
Mariángeles
Me encanta tu relato. Breve y bueno.
Felicidades.
¡Me encanta que te encante, MARÍA! ¡Qué felicidad!!! 🙂
Breve y bueno tu comentario.
Cariños,
Mariángeles