Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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I Concurso de relato gourmet LA MONTAÑESUCA

Con motivo del XII ENTCuentro que celebraremos el primer fin de semana de marzo en la villa de Comillas queremos invitaros a participar en este concurso que le hemos propuesto a LA MONTAÑESUCA, la taberna donde comeremos y cenaremos el sábado 4 de marzo, con el objetivo de que desde sus instalaciones nos lleguen los primeros efluvios de … inspiración.

 

Asistentes y no asistentes al ENTCuentro, estáis todos invitados a este

 

1º Concurso de “relato gourmet” LA MONTAÑESUCA

Sus bases son las siguientes.

1 – Pueden participar usuarios de la web estanochetecuento.com y amigos y conocidos de la página.

2 – Podrán presentarse un máximo de 2 relatos por autor.

3 – El relato, que se publicará únicamente como comentario en esta entrada del blog www.estanochetecuento.com, y tendrá un máximo de 100 palabras sin incluir el título.

4 – El relato será de temática libre, pero será obligatorio que esté ambientado en la cocina o la sala de un restaurante cualquiera y que al menos uno de los personajes sea camarero o camarera.

5 – El plazo para su presentación se iniciará con la publicación de este post y durará todo el mes de febrero de 2023.

6 – El jurado estará formado por los representantes del restaurante. En el caso de que alguno de los ganadores no se haya identificado debidamente será inmediatamente eliminado y el premio pasará al siguiente.

7 – Este concurso se fallara públicamente tras la cena del próximo 4 de marzo en el restaurante La Montañesuca.

8 – El premio para el relato ganador es una cesta de productos locales y la inclusión del relato en el recopilatorio Esta Noche Te Cuento de 2023.

71 Responses

  1. MARIA FERNANDEZ PUENTE

    52. Nouvelle cuisine

    Parecía una princesa destronada. Se sentó en una de las mesas y pidió. No entendí una palabra. Llamé a un cocinero húngaro recién incorporado: «quiere una cincuenta y dos de carne mechada y una sesenta de cerveza». Pude ver en su memoria como en la pantalla de mi tablet: marmitas repletas de bonito, rios de salsa verde, bandadas de anchoas entre nubes, pero atravesaron su incrédula mirada espumas de bogavante, vapores de calabaza, bosques de algas emulsionadas, el mar en el hueco de una muela.

    Le ofrecí mi brazo y salimos juntos. Aquel restaurante no era sitio para ella.

  2. 53.SECRETOS DE COCINA

    Desde que he innovado la receta, el secreto ibérico es el plato más demandado en nuestro restaurante. Lo que me reconcome es tener que reconocer que el éxito se lo debo a Iván. Nunca en mi larga trayectoria en el mundo de la hostelería me había enfrentado a un camarero tan altivo y pretencioso. Hasta se permitió en una ocasión darme órdenes ante los comensales, olvidándose completamente de que el jefe soy yo; por no hablar de sus artes de seducción con las mujeres. Incluso a la mía la escuché decir: “Está para comérselo”.Tenía toda la razón.

  3. Francisco Javier Igarrreta Eguzquiza

    54. CUESTIÓN DE ÓPTICA.
    El inspector Davis veía todo bajo una óptica particular. Un defecto visual le obligaba a usar gruesas gafas . Su deformación profesional reducía la realidad a mero escenario de crímenes. Sobre todo últimamente, con aquel huidizo asesino.
    Comiendo en su restaurante habitual, le enamoró la exquisita compostura del nuevo camarero. Además, alucinaba viéndole servir la mesa como un malabarista. Pero al observar cómo trinchaba el pollo asado, su calculada decisión y aquel gesto de rabia, se puso en guardia. La bajó cuando el camarero dejó el cuchillo y cambiando su rictus cortante en sonrisa al punto, dijo: Señor, su pollo.

  4. ANTONIO TORIBIOS

    55. TURISTEO

    La langosta veía todo el trajín desde su posición privilegiada. El camarero removía nervioso las cazuelas, levantado aquí y allá las tapas. Desde el acuario, un centollo solitario y canijo se burlaba de la mirada incrédula del cocinero. “No es posible”, decían al unísono. Mientras, el crustáceo gozaba de una gloriosa perspectiva cenital. ¿Cómo había llegado allí? Ni ella misma lo sabía, solo lo disfrutaba. Hasta que, ¡plof!, cayó hasta la olla hirviente como futa madura. “Estaba aquí, qué tontos”, y se echaban la culpa el uno al otro. Los comensales la recibieron aburridos, ignorantes de la epopeya.

  5. 56. CHIVATO EN EL PUNTO DE MIRA
    Evelio, camarero de pelazo moreno, y Críspulo, cocinero de calva deslumbrante, no se llevaban bien. Aquel recriminaba constantemente a este por la tardanza en preparar los platos o por cualquier queja de los clientes sobre el punto de sal o la temperatura de algún plato. También se lo contaba al dueño del restaurante, quien advirtió al chef que lo pondría en la calle de repetirse los hechos. No le costó al cocinero empezar a poner en sopas y ensaladas algún cabello suelto, siempre negro. El ambiente cambió radicalmente y se puede decir que Críspulo mantuvo el empleo por los pelos.

  6. Raúl Aragoneses Lillo

    57. Salomé

    Todos los jueves baila para complacer al jefe. A cambio, él le reserva la mejor mesa del local, lejos de las sucias miradas que secuaces y esbirros le lanzan al escote nada más bajarse del escenario. No necesita sus aplausos, solo que el apuesto camarero turco sirva lo que acostumbra a cenar cuando, perlada de sudor, se sienta en silencio y fija en él sus ojos de mujer fatal. Sus deseos son órdenes sobre el mantel. Champán bien frío, caviar ruso y lo que nunca falta: una buena cabeza de Bautista en bandeja de plata. Poco hecha, como de costumbre.

  7. María Rojas

    58. Mujer manjar

    En la primera curva del camino que lleva al Puerto, arma todas las mañanas su humilde tolda. Ella misma cocina las suculentas viandas. Las sirve con su querendón encanto, acompañado con un insinuante contoneo de caderas.
    Esteban, asiduo y enamorado comensal es camionero y, como tal, sabe dónde está el buen yantar. Se chupa hasta los dedos callosos con sus exquisitos manjares aderezados con especias y condimentos de múltiples colores, olores y sabores.
    Al despedirse de la cocinera, le dice: «Mamacita, a usted me le como hasta el pegado».

  8. María Gil

    59. LA COMANDA

    “¿De primero?”, pregunta la camarera. «El misterio que arde en tus ojos», piensa el cliente mientras el amor se desborda en sus pupilas. Pero responde: “Ensaladilla rusa”. Ella anota en silencio.

    “¿Y de segundo?» «El musgo cálido y húmedo que envuelve tu piel» — piensa él—, aunque pide un filete poco hecho.

    «De postre, puedo ofrecerle una noche en el prado; los dos tendidos bajo el embrujo de las estrellas», piensa ahora ella temblando de deseo. Sin embargo, le comunica: “De postre, solo nos queda arroz con leche”.

  9. 60. LE DIO LA VUELTA A LA TORTILLA
    Guillermo se siente en su salsa atendiendo a los clientes. En anteriores trabajos no hacía ni el huevo.
    -“No tienes sangre, sino horchata en las venas.”
    -“Estás empanado todo el tiempo.”
    -“No está el horno para bollos, te puedes ir a freír espárragos.”
    Tras comerse el coco pensando dónde encajaría, un amigo le sacó las castañas del fuego recomendándolo en un restaurante. Vio que ese empleo era harina de otro costal. Puso toda la carne en el asador y ahora ya tiene la sartén por el mango. Y la guinda del pastel es acabar su servicio con una espléndida sonrisa.

  10. Ernesto Ortega

    61. El simpa

    Busco una mesa cerca de la puerta y analizo la carta con mirada quirúrgica. Esta vez, me atrevo a pedir el plato más caro. La espera me incomoda. Por fin, el camarero vuelve y deposita con elegancia ecuestre la comanda sobre la mesa, mientras se deleita instruyéndome con el modo en que ha sido elaborada. Aguanto pacientemente la charla y, solo cuando se aleja, me atrevo a sacar el móvil. Hago la foto, me levanto con disimulo y emprendo la huida. Ya estoy saboreando todos los “me gustas” que recibiré cuando la suba a la redes sociales.

  11. Lucas Romano

    62. MEJOR SOLA…

    Siempre llegaba a última hora. Era una mujer menuda, con cara de cansancio y mirada de Licor 43. Bebía ausente, concentrada en su copa. A veces llevaba más maquillaje del normal o gafas oscuras. Aquella noche parecía no querer volver a casa. A las 12 se encendieron las luces y se rompió el hechizo. Acabó su copa y se fue. Días después, en las noticias, vi a dos agentes ayudando a subir al coche patrulla a una mujer. Decían que había matado a su pareja. A pesar de la gorra y las gafas la reconocí en el acto.

  12. Begoña Heredia

    63. Barista
    Que hubiese aprendido tarde a escribir o que ya tuviese pasados los sesenta, no le impidió apuntarse a clases de barista.
    De esta forma, con constancia, se hizo experto en cafés. Reconocía sus aromas, sus colores. Pero su mayor disfrute era transformar en arte las tazas humeantes, y a través de sus dibujos en la espuma, sorprendía a los clientes.
    Aunque en verdad, su única intención fue siempre , poder ofrecer con bella caligrafía , un» te quiero » que de otra forma, nunca se hubiese atrevido a confesar a esa mujer que hasta entonces sólo le llamó amigo.

  13. 64. Ensalada de quinoa sobre mejillas rojas

    En lugar de tu hamburguesa bien hecha me pides una ensalada de quinoa. Tiemblo: el momento tan temido ha llegado. Te has enamorado. Pronto vendrás acompañado y luego ella te hará cambiar de aires llevándote a un indio o a un paquistaní de esos que tanto gustan a las tiktokers. Porque ella será tiktoker, guapa a rabiar, como las de los videos que no paras de mirar. Tiempo después volverás con tus chiquillos porque tenemos zona infantil y yo… Con delicadeza rozas mi mano al depositar el plato ante ti. Rosa. (¿Sabes mi nombre?) Rosa, ¿me das tu teléfono?

  14. 65. Mantra místico para recitar justo antes de empezar el turno

    “Aunque estemos mal pagados y echemos muchas horas; por mucho que seas maleducado y no dejes propina; a pesar de las varices en las piernas, de las contracturas en los brazos…
    (Inspirando, proyectar un OMMMM desde el último chacra)
    ¡Sabemos lo que hacemos, sabemos quiénes somos! (bis)
    Estamos en todas partes, aunque somos invisibles. Cuando se nos alaba con gracia, repartimos nuestros dones. Somos el motor por el cual todo funciona. Todopoderosos, pero beatíficamente humildes. Como Él.
    Estáis convencidos de que somos vuestros siervos. En algún momento descubriréis la esencia divina de nuestro cometido. Amén”
    ─ ¡Camarero!
    ─ ¡Voy volando!

  15. Elena Bethencourt

    66. AMORES QUE ALIMENTAN

    Desde que trabajas de caramelo en el bar de la espina, se me traban las palabras y vivo hecha un manojo de puerros. Hago como si nata, pero tus ojos color café no se me van de la cerveza.
    Muero por llenarte los labios de berros, estar contigo carne con carne, rebozados, vuelta y vuelta, pero aquí sigo sentada a la fresa, con el corazón coco por ti.
    Por fin te acercas y preguntas qué tomo. Yo susurro: “Quiero té”, esperando que tú entiendas que lo que de verdad intento decir son esas dos palabritas, pero al revés.

  16. Nuria Rodríguez

    67. Bon appetit.

    No nos quedó otra alternativa si queríamos sobrevivir.
    Yo particularmente, para no volverme loco, preferí imaginar que me encontraba en un lujoso restaurante donde los camareros vestían con pajarita.
    En el primer bocado fantaseé que degustaba un delicioso carpaccio aromatizado, mi plato favorito.
    Lo habría conseguido, incluso superado, si no hubiese reconocido en aquel trozo de carne, el símbolo del infinito que, dos años atrás, mi mujer se había tatuado en la nalga.

  17. Asun Paredes

    68. LA MEJOR PROPINA

    Lo mejor de trabajar en una cafetería frente al hospital es adivinar el estado de ánimo de los clientes por lo que piden: tila si vienen a una prueba, zumo natural por la esperanza ante un tratamiento experimental, cuajada con miel para endulzar una mala noticia.
    Esta mañana Sara ha vuelto tras varias semanas. Cuánto tiempo, ¿todo bien? Todo genial, Julián. Acabo de recoger los últimos resultados. Hoy quiero el desayuno completo de la casa, con jamón del bueno.
    Mientras le paga, la mujer se quita el pañuelo de la cabeza y se lo regala, con una sonrisa de despedida.

  18. JAMS

    YA NO SE ADMITEN MÁS RELATOS AL CONCURSO… EL JURADO YA ESTÁ TRABAJANDO EN LA VALORACIÓN Y COMUNICARÁ SU RESULTADO AL TERMINAR EL «PICOTEO» DEL SÁBADO 4 DE MARZO EN LA TABERNA «LA MONTAÑESUCA»

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