82. IMBÉCILES
La luz cambia del rojo al verde y los transeúntes se apresuran a pisar las líneas blancas del cruce de peatones, gentes que caminan y van en ambas direcciones de la calle. Entre todos ellos, un hombre y una mujer intercambian miradas. Al sobrepasarla él voltea para descubrir que ella también ha girado la cabeza, sus ojos vuelven a encontrarse. Él cree conocer el motivo del interés de la fémina: sus pantalones a la moda, ajustados, le marcan el paquete. Se equivoca, no se entera que ella ha volteado porque lo encuentra ridículo y, entre todos los machos que pasan por su lado, él ha provocado que piense en el marido del que se está divorciando quien, por joder, se la está poniendo difícil y hace poco han discutido. Decididos ambos a dar la pelea, por la custodia del perro.
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Los especímenes vanidosos y egocéntricos viven en un mundo en el que solo piensan que existe su punto de vista. Este personaje cree haber suscitado el interés sincero de una mujer, quien solo se ha fijado en él porque se ha dado cuenta, con una sabia intuición que le ha dado la naturaleza y la experiencia, que el individuo con el que se acaba de cruzar tiene mucho en común con el impresentable de su marido.
En un lugar reducido, como es un paso de cebra, y durante un corto espacio de tiempo, el necesario para atraversarlo, puede darse una interacción equívoca de lo más interesante, de la que has sabido conformar una buena historia.
Un abrazo, Beto. Suerte
Hola Ángel, creo que en cualquier detalle hay una historia que contar. Yo he utilizado el paso de cebra para imaginar ésta que tú, con la generosidad y destreza que te caracterizan, hace que sea fácil de entender con tu comentario. Gracias por tu amabilidad.
Saludos.
Hola:
Me ha encantado. Me encanta esa capacidad de sacar relatos de momentos aparentemente anodinos (aparentemente solo, claro). Y me he sentido identificada en esa mirada femenina. Creo que la has captado estupendamente.
Felicidades
Hola Mónica, gracias por sacar de su tiempo para leer mi relato y dejar su generoso comentario. Contento de que le haya gustado.
Saludos.
jajajajaj Desde luego el título no puede ser más acertado. Una historia muy muy divertida. Enhorabuena y suerte.
Me gusta que mi relato la haya hecho reír. Gracias Nuria, por pasar y dejarme su comentario.
Saludos.
Actores de unas vidas que se cruzan sin interrelacionarse, pero en este puente de asfalto, dos miradas provocan reacciones y emociones dispares. Muy original y divertido, Beto. Un abrazo y suerte.