37. Incógnita
Veo junto al reloj de pulsera, unos números grabados en su piel. La curiosidad se apodera de mí, ¿Será un hombre peligroso?¿Habrá estado en la cárcel?, quizás en el ejército, sierviendo a su país, pero…¿que país? Ni siquiera recuerdo su nombre, a pesar de haber pasado la noche juntos. Ojalá sea la identificación de un patrón de barco, con suerte un gran yate, un titanic sin iceberg. Noto como se gira en la cama y me quedo totalmente dormida. Al abrir los ojos, los números se han emborronado. Me sorprendo un instante y luego miro mi mano.
Ahí están. Los mismo dígitos. El sello de la discoteca.