Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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15. Jubilosa

Me veo crecer cinco canas más redactando un, ya quisiera, último informe de cuentas. Una cae en el teclado. Bizqueo. Dan las tres.

Camino a casa, con el culo pegado al asiento de un tren que no se ha cambiado en decenios, cuento las horas, minutos, segundos, que podría haber empleado en tareas más satisfactorias.

Entro al súper y, desorientada, doy mil vueltas por los pasillos. Llego a la cola. En la caja rápida mi mente reorganiza caramelos por colores, sabores y formas. Mientras, mis piernas cansadas avisan de futura flebitis. La celulitis ya está aquí. Ya nos conocemos y sabe que nunca seremos amigas.

Vuelta al trabajo. Iniciando sesión. Me da tiempo a que el café se enfríe. El sistema está en mantenimiento. Intento escribir una nota a mano para acompañar los bombones que compré ayer, y que dispararán la glucosa colectiva. Pero el ataque de artrosis me deja los dedos agarrotados durante buena parte de la mañana. Hago un borrón tras otro.

Para cuando quiero darme cuenta, los informáticos han migrado el servidor y la hora de volver ha llegado. Suelto el boli.

Reparto los bombones, tirando besos al aire, por si los virus.

Cerrando sesión.

12 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Júbilo quiere decir alegría, pero no parece que tu protagonista lo esté mucho, lastrada por los achaques. Más que jubilosa parece que ella debiera y merecería estar jubilada, que todo tiene que tener un final, pero a veces hay situaciones que se prolongan demasiado, como la vida laboral en muchos casos. Ella, pese a todo, es generosa y reparte bombones.
    Un abrazo y suerte con tan entrañable personaje, Esperanza

    1. Esperanza Tirado Jiménez

      Ese júbilo que le entra a los que pasan de los sesentay… que ven cerca el poder, por fin, disponer de todo su tiempo libre. sin madrugones, sin despertador… Pero, el gran PERO, son los achaques que te van llegando y cambiando el júbilo por dolores varios.
      Los bombones son un buen acompañante de una despedida. Que sin dolores sería más dulce. Peero no suelen coincidir jubilación y buena salud.

      Gracias Ángel.

      Mucha Suerte para tu historia.

  2. Rosalía Guerrero

    Esperanza, me identifico con tu protagonista, aunque por suerte tengo menos achaques.En cualquier caso, ojalá poder jubilarnos ya y disfrutar del tiempo libre antes de que se no escape la salud.
    Un abrazo y suerte.

    1. Esperanza Tirado Jiménez

      La salud es lo más importante y cuando la vamos perdiendo nos damos cuenta del dicho y de la canción aquella… ♫ Tres cosas hay en la vida… ♪ Y la Salud era la primera de la lista.
      Gracias

      Un abrazo Rosalía.

  3. Una situación para nada graciosa, pero la cuentas con tanto humor que es imposible resistirse a la sonrisa, aunque todos hayamos tenido alguno de esos días (por suerte, no todos).
    Muy bueno, Esperanza, suerte para tu micro y para tu protagonista. Un besazo.

    1. Esperanza Tirado Jiménez

      Los dolores no tienen gracia, y mucho menos si la dolida es una misma. Pero a veces, a mal tiempo, buena cara. No queda otra. Hay que levantarse cada mañana, duela o no. O aunque el fin de semana nos haya sentado fatal. Mecano remember :).

      Gracias Ana María.

      Besos

  4. Hola Esperanza, nunca llueve a gusto de todos , o de lo que cada uno quiere. La vida trae ese camino que a veces te deja la miel en la boca. Me gusta tu jubilosa y su manera de lanzar besos y egalar nbomobones, mañana se verá. Abrazos.

    1. Esperanza Tirado Jiménez

      Por querer, creo que todos elegiríamos salud eterna hasta los 100 años por lo menos.
      Y como no es posible, habrá que tratar y tratarse lo mejor posible, a pesar de los achaques que nos atacan.
      Mañana dolerá menos o no. Que llegue mañana ya es importante.

      Gracias Manuel

    2. Gloria Arcos Lado

      Esperanza, me he visto reflejada en tu deseosa jubilada. Lo curioso es que yo fui a mi empresa a preguntar si estaba entre las posibles aspirantes a prejubilada para poder dedicar mi tiempo extra a viajar, y tras mi diagnóstico, tan solo dos semanas después, regresé a preguntar por el seguro de vida que tiene la empresa. Así de «cabrita» es la vida.
      Por eso, aquellos que podáis, sed jubilosos, regalad bombones, aprovechad la vida…
      ¡Que ya ves, a veces te tiene guardadas unas » sorpresas» con las que no contabas.
      Por favor, sed felices hasta el infinito y más allá.Un abrazo inmenso. Gloria

      1. Esperanza Tirado Jiménez

        La idea de jubilarse está ahí en el horizonte y haces planes y sueñas… Y luego llega la vida y… en fin… c’est la vie, que dirían por París 🙂 .
        Un abrazo inmenso de vuelta, Gloria ♥

  5. Hola, Esperanza. El adjetivo «Jubilosa» es un claro antónimo de lo que vivencia esta mujer que ya,se jubila: los achaques y padecimientos de la edad no le permiten siquiera disfrutar esta etapa en la que podrá hacer lo que le gusta y no lo que debe. De destacar es, sin embargo, su gesto de dulzura; ese despedirse con bombones aunque disparen la glucosa colectiva, y ahora que «cerró sesión», así vuelva a su casa «con el culo pegado al asiento de un tren que no se ha cambiado en decenios», pueda ser que disfrute de su nueva etapa tan bien y descansadamente como merece.

    Muy buen micro, me encantó.
    Besos patagónicos😘😘😇😇

    1. Esperanza Tirado Jiménez

      Mi jubilosa lo estaba, feliz de jubilarse y vivir a su aire, hasta que llegaron los achaques. Que cuando son leves o medianos se van llevando. Y con un poco de azúcar la cosa parece mejorar. Y si se acaban los viajes en sillones incómodos, mucho mejor todavía. Aunque te duela el cuerpo con el traqueteo, que parece descolocarte los huesos 😀

      Gracias Mariángeles 🙂 Besos 🙂

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