72. JURADO CON RECURSOS (Domingo J. Lacaci)
En estos seis meses desde mi graduación cum laude en Informática sigo sin salir mucho y apenas tengo amigos. Lo de siempre. Me aburren mucho las series, así que una noche me siento al teclado, jaqueo Tráfico, y le pongo una multa al matón que me amargó el instituto riéndose de mis gafas. Al día siguiente no puedo dormir por el calor, entro en una web de flores y hago que le envíen cuarenta rosas anónimas a la monada del 5º C. El jueves, trasteando en una emisora, accedo al servidor de su concurso de microrrelatos y encuentro allí los seiscientos de esa semana. Todos empiezan por “De repente”, y se me ocurre borrarlos todos, por entretenerme.
“De repente, Marisa.”, escribo en el de una tal Marisa Pérez y lo guardo de nuevo.
“De repente, Julián.”, en el de un Julián López.
Así todos, hasta el último: “De repente, Paula”, pero olvido teclear el punto final.
Semana muy igualada, dictamina el jurado ese lunes, pero nos quedamos con Paula y su atractiva propuesta de final abierto.
La transgresión informática puede cambiar muchas realidades, en este mundo cada vez más digital que habitamos. Aparte de ello, los criterios para elegir microrrelatos pueden depender de un simple matiz. Tu protagonista juega un poco a ser Dios y, con pequeños cambios en inicios y finales, condiciona elecciones y resultados. Los jurados siempre tienen argumentos para tomar decisiones, sean cuáles sean, y todas pueden ser igual de válidas.
Un abrazo, Domingo. Suerte con este hacker juguetón.
¡Qué bueno, Domingo! Que alguien avise a Francino de este guiño…