84. La barca
Ahí está la barca de Andrés amarrada en la bahía, tan blanca, tan limpia; la línea roja, el nombre negro: María.
Ahí está, donde Andrés la deja, hasta las gaviotas la respetan y no se acercan. El sol la ilumina y ella brilla en medio de la bahía, para envidia de los otros marineros, para envidia mía.
Y yo la querría, la barca de Andrés, menos cuando se sube María; entonces no, entonces la hundiría.
Que cabron que bien escribes y recuerdo lo bien que dibujadas
Jajajja gracias, Dani!!
Uno ya no está para muchos trotes… Pero está!!
Un saludo!! 😉