07. LA CONDICIÓN HUMANA (Diego Cano-Lasso Pintos)
Es placentera la vida calma y natural en nuestra profunda cueva ancestral. El fuego nos permite disfrutar de tenue luz y sombras tremulantes.
Hongos y raíces que penetran por la roca rasgada, además de troglobios, es nuestro alimento. El agua filtrada llega pura.
Alguien entró y nos mostró una tortuosa salida. La cegadora luz de un mundo irreal, de oscuros sentimientos, nos atemorizó; el espanto nos hizo retornar a nuestra profunda vida real.
Pero no fue lo mismo. Pasiones desconocidas, como la envidia y la codicia, se habían apoderado de nosotros. Y sentimos frío. Mucho frío.
Imaginamos a los primeros habitantes de la Humanidad, todavía no Historia, en condiciones duras, aun al resguardo, protegidos en semipenumbra, dentro de cuevas, sin que les falte el sustento. Salir del refugio supone abrirse a un mundo luminoso y lleno de posibilidades, pero también mucho más complejo, quizá con luchas por el poder dentro de la propia tribu y disputas de territorio…, en fin, «la condición humana» a la que alude el título.
Un relato en el que la luz deja a las claras la verdadera naturaleza de unos seres inteligentes, a la vez que extremadamente complejos, con el germen de la autodestrucción latente, hasta que decidieron dejar de conformarse con lo básico y lanzarse a dominar el exterior, con luchas cainitas incluidas. Ese frío simboliza el principio de su extraordinario desarrollo y también el vértigo del mal que pueden causar.
Un saludo y suerte, Diego
Sí, Ángel, ese es el fondo que bien interpretas. Muchas gracias por tu comentario y un saludo.
Eso nos pasó a todos cuando descubrimos que un mundo ideal solo estaba em nuestros deseos. Hoy nos pasa, a cada minuto, al ver la televisión manipulada, los políticos dando bandazos, las personas divididas, el mundo girando al son de los poderosos. Da frío, claro que sí, y miedo, y desconfianza… tus protagonistas se enfrentaron con la realidad y ya, nunca fueron los mismos.
Un abrazo Diego. Suerte y buenas noches.
Hola, Diego.
Hay adjetivos (mejor que pasiones, para mí) del ser humano que nos dejan helados como esos que comentas de la envidia o la codicia. El título ya nos adelanta mucho: la condición humana.
Siempre fiel a tu estilo reivindicativo y de llamar a las cosas por su nombre.
Un abrazo enorme y suertísima.