17. La familia Dumm (Susana Revuelta)
—Pero ¿cómo pudo salir el bebé despedido por el parabrisas? —preguntó el técnico a su compañero, que tomaba fotografías del cuerpo desmadejado en el asfalto a quince metros del vehículo—. ¿No iba sujeto con el cinturón a la sillita? Estas distracciones, Douglas, salen muy caras, qué desastre… ¿Dónde ha ido a parar la cabeza?
—Un lamentable error, sí —reconoció este. Metió el despojo en una bolsa que llevaba al hombro y señaló hacia las ramas de un árbol—. ¿No es aquello de allí?
Asintió con fastidio y siguió anotando en su cuaderno hasta el último detalle del accidente: al señor Dumm le habían desaparecido la nariz y los ojos tras estampar la cara contra la luna delantera. Al menos a la del asiento del copiloto se le había abierto el airbag y solo tenía algunos rasguños en la frente y varias costillas rotas.
—Queda demostrado que a noventa en una curva, con charcos y lloviendo, estos neumáticos no agarran bien, tendremos que seguir investigando. Ah, y no olvides revisar el dispositivo de apertura de los airbag.
Terminado el informe, sujetaron por las piernas a los dos muñecos y los arrastraron hasta el almacén.
Susana, qué escenario tan engañoso, hasta el final, nos has descrito con maestría y todo lujo de detalles. Suerte y saludos
Toda la intención del relato era esa, Calamanda, el engaño al lector. No veas la de vueltas que he dado a las palabras para mantenerlo vivo. Me arriesgué hasta con la pista del título, pero hay que ir dejando pistas…
Abrazo.
Hola Susana. Perfecta «crash test dummies’ story». El dialogo me parece muy natural y muy bien conseguido. Suerte 🙂
Con el diálogo quise dejar claro que estos dos eran unos maulas, sobre todo el Douglas. Ya le vale no poner el cinturón al chiquillo, aaay.
Abrazo.
Un relato de engaño total, ni con la pista del título se adivina el final, me ha gustado. Suerte.
Saludos.
Pues qué bien, Beto, misión cumplida. Aunque seguro que alguno si antes de empezar a leer saca punta al título seguro que sospecha la trama.
Abrazo.
Ja, ja, ja ¡qué mala eres! nos has engañado bien a todos.
No es un gran micro, pero si cumple con la función engañosa que yo tramaba, genial. Me quedo muy a gusto, gracias, Paloma.
Abrazo.
Jo, he pensado en mister potato y familia ja ja.
Un beso
Mister potato estrellado me conduce a pensar en una sartén con huevos, patatas y pimientos… Joder, qué hambre.
Los Dummies. En ningún momento pensé en ellos. Iba leyendo y veía un sanguinario accidente con una madre que se quedaba viuda. El engaño me hizo respirar por ellos. Saludos.
Lorenzo, estaba en el título. Dumm. Me arriesgué y veo que acerté.
Pues yo os confieso que hasta que no he leído el final , estaba sudando la gota gorda. Me había metido en un escenario completamente » gore» y me ha costado salir, no creas. Te nos has marcado una » verónica con chicuelinas» que dicen en el sur. Y es que ese coloquio nos ha estado engañando por su naturalidad y poco artificio , haciéndonos creer que se trataba de uno de esos relatos de «realismo duro» a lo Bukovski,por lo que ni siquiera intuíamos el inocente final que se avecinaba. Muy bueno, Susana.Un abrazo
«Verónica con chicuelinas”. Como no entiendo de toros, busco eso en google y me encuentro con un diccionario taurino suuuper largo.
Qué de cosas que yo no sabía.
O que me toque la primi o que me jubilen ya.
En realidad se dice » Verónica «por» chicuelinas» , en lugar de » con», que he metido la pata. Un recurso vistoso en el que el escritor, en este caso,demuestra su versatilidad
Al principio pensé, Susana se ha pasado, con qué naturalidad hablan del troceado cuerpo del niño, pero al final respiré aliviado. Muy, muy original, y de paso dejas una advertencia sobre el cinturón de seguridad. La DGT te aplaudiría, seguro. Abrazos.
Salvador, yo al tiempo que remato un cuento, incluso antes de terminarlo, enfoco la atención o la desenfoco, como sale.
En la dgt hay mil chorradas de seguridad. De pequeños éramos cuatro hermanos y viajábamos atrás con las maletas de Santander a Málaga, haciendo escala por Madrid con el erredocefamiliar. Verde.
Y un día que mi madre nos llevaba al cole le dio un dolor y de repente nació mi hermana Rut. Y despueés todo siguió lo mismo, pero con un juguete más.
Un relato que parece truculento, casi rozando la casquería, hasta que el final aclara todo y hace suspirar con un cierto alivio. Original y sugerente. Un saludo
De eso se trataba justamente, Ángel, de jugar con lo explícito para llegar a otra meta. Al principio pensé en poner dummies de verdad (cadáveres, que también los usan), pero el relato mismo me pidió que mejor muñecos.
Abrazo.
Original sí que es. El final, un alivio. El diálogo logrado. Me ha gustado.
Gracias, Daniel. Es un micro un poco al revés, Poner al lector nervioso y luego aliviarle, cuando lo habitual es que se confíe y luego meterle la estocada.
Abrazo.
jope Susana, ¡qué susto me he llevado!
También me ha recordado el chiste ese que dice:
… la cabeza en el arcén…
Arcén ¿cómo se escribe con hache o sin hache?
Le da un puntapié y dice:
La cabeza en el rastrojo… je je.
Besos.
Jaja, Virtudes. Pues porque son máximo 200 palabras, que si me extiendo algo de eso habría salido fijo. Yo ese ejemplo que pones me lo aplico a la escritura: cuando dudo con una palabra o una expresión, me voy al diccionario de sinónimos y me busco otra.
Abrazo.
Susana como ya te dije, al principio parece otra cosa, menos mal que son lo que son y no personas.
Muy bueno, felicidades.
Sí, menos mal, Asun. Te aseguro que no me pongo tan superficial si se llega a tratar de algo serio. Es lo que tiene la escritura de ficción, que puedes jugar con todo.
Abrazo.
Menos mal, no podía creer que lo cotidiano hiciera hablar con tanta naturalidad de algo tan trágico. Me alegra el final feliz.
Eso que dices es una de las claves del relato: dos investigadores llevando a cabo unas pruebas de seguridad y no dos psicópatas como parece dar a entender el diálogo.
Abrazo.
Ufff, al final como te dije en tu blog, menos mal que son muñecos, porque se le pone a una el estómago revuelto, jejeje. -suerte.
Besicos muchos.
Gracias, Nani, y genial esa noticia que has hecho llegar a la prensa de los despojos de rec. ¡Estás en todo!
Abrazo.
Hola al final me di cuenta que todo era un engaño, la realidad distorsionada. Ese final me alegró mucho, porque me parece inesperado totalmente.
Rosa
Saludos
Es lo que de verdad me divierte al ficcionar: poner el foco en donde te apetezca y disfrutar desenfocándolo.
Abrazo.
Cuantos accidentes provocan la luvia, la nieve. etc..Cuando estabamos asustados pensando en el terrible suceso, llega tu sorprendente final. Mucha suerte.
Un beso
No me gustaría nada que nadie se quede con un mensaje banal o superficial de este relato que cuenta un accidente. Solo es lo que me imagino que debe ocurrir en esas pruebas. Los accidentes no me parecen un tema divertido para trivializar.
Abrazo.
Buen relato Susana y original visión de la tormenta.
Menos mal que se trataba de muñecos!
Un abrazo
Te diré que no me salía nada sobre el tema del mes y hasta última hora en blanco tenía la mente. Bueno, no en blanco pero cosas que no cuajaban por ningún lado. Entonces vi un reportaje en la tele de los dummies, y voilá, esto salió.
Abrazo.
Hola Susana, yo prefiero que hayas puesto muñecos, de verdad.
Has construido el engaño empezando desde el primer diálogo y el haberlo utilizado nos ofrece una visión de tu maestría. El diálogo no es fácil, y menos si ha de ser creíble. 🙂 Me ha gustado la historia y al final he suspirado aliviada.
Un besazo y mucha suerte.
Divertido solo cuando se descubre el final, que si no vaya dramón…
Abrazo.
Gracias, Laura. Es que estoy siguiendo un taller de escritura y llevamos dos semanas con los diálogos. Los diálogos en sí no me parecen difíciles, pero sí más el tono que hay que darles, según el personaje que los diga. Y cómo enlazarlo con la historia. Pero te aseguro que es una herramienta muy práctica para economizar palabras, sobre todo en los micros.
Abrazo.
Jo, qué susto, Susana. Menuda alegría al leer lo de los muñecos. Gracias por dejarme terminar con una sonrisa… Muy bien llevado y mantenido hasta el final el suspense, el engaño.
Un abrazoooo
Amparo, había una pista en el título, jaja. Me pongo ahora teórica: el título forma parte del microrrelato, nada sobra en un texto tan corto, hay que estar atentos a todo…
Abrazo
Me encanta, es perfecto.
Edita, muy generosa, gracias.
Hola, Susana.
Menos mal que eran muñecos. Me parecía raro que hablaran así de su hijo, pero pensé que eran unos desequilibrados como los de la Matanza de Texas.
Me engañastes, pero bien.
Felicidades y unos besos.
Mucho me alegro del engaño, Towanda. Como bien dices, nunca se sabe en los micros hasta que llegas al final si son piraos o qué narices pasa aquí.
Abrazo grande.
Confieso que no me has tenido engañado más que los dos o tres primeeros renglones, pero no creo que eso le reste ningún mérito al cuento, al contrario. La maestría con la que manejas el diálogo es definitiva, pero tanta frialdad no podía ser más que de unos técnicos en un simulacro. Enhorabuena Susana. Besos.
Sí, Juancho. Lo veo como tú. Aunque en todos los oficios hay también gente sin escrúpulos, nos lo recuerda todos los días el telediario, sección políticos.
Abrazo.
Qué alivio nos deja el final Susana. Mantienes la tensión desde el comienzo. Bien escrito. Un abrazo
Concha, es una de esas veces que consigo sacar adelante una idea de estas tontas y consigo que el resultado me guste. También te digo que lo he trabajado bastante. Gracias por parar por aquí.
Abrazo.
Me preguntaba que mosca te habría picado para ser tan sanguinaria, y buscaba a lo largo del relato el sentido del título, que travesura. por cierto, gracias por ponerme los comments en on, me estaba volviendo loca intentándolo yo sola y buscando aquel post que explicaba cómo hacerlo cuando vi tu sombra en la sombra resolviéndomelo. Suerte y un abrazo.
Me gusta que lo veas como travesura, que también lo es. Lo de los comments off solo hay que dar a edición rápida y a la derecha «permitir comentarios».
Otro abrazo para ti, Eva.
Muy buenos esos despojos iniciales que nos engañan a todos y nos llevan de un escenario Gore a una prueba de colisión. Has llevado muy bien la historia Susana. Enhorabuena mucha suerte.
Un saludo microlunático
Enhorabuena a ti, Tíndaro, que no todos los días nace una niña Vega del Val.
Un abrazo a toda la familia.
La pista venía en el título, pero no lo encajé todo hasta después de leído. Muy bien llevada la historia, nos has tenido engañados hasta el final. Me has hecho recordar un relato que escribí hace unos meses en mi blog, también con el mismo engaño (Inmóvil, es el título, por si te apetece leer).
Buena suerte. Un abrazo
Anna, eso que dices de la pista y el despiste me da una alegría porque era justo la intención: ahí arriesgando con las pistas desde el principio.
Abrazo, guapa.