Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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103. LA IRA DE ELLA

Todo había cambiado. Las hortalizas tenían piojo, la cebada y el trigo amarilleaban demasiado sin ser época. Las cabañuelas se reventaban antes de tiempo y todo el campo estaba grieteado. Un día salí a buscarlo y creyendo que nadie lo íbamos a sorprender, le encontré con lágrimas en los ojos mientras acariciaba las plantas resecas y las berenjenas mustias. Entre dientes maldecía o eso creí entender.
Abuelo me entristece verte así, ─ le dije. Me miró mientras se restregaba los ojos con el dorso de la mano y me contestó: “No te preocupes, no es nada, son las pajas que vuelan e irritan la mirada, además de haber recordado a tu abuela y lo bonita que era cuando nos conocimos; ha sido la emoción al evocarla más que nada. Aunque no quiero mentir; me preocupa el color de los campos y el desprecio que hemos tenido por la naturaleza, nos portamos mal con ella y nos devuelve su ira en forma de bumerán. Hemos dejado de respetar y eso es lo peor que puede hacer el ser humano. Le debemos todo. Hemos creído que somos los más fuertes y no hemos querido admitir que somos simples hormigas irreverentes”.

4 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Los refranes son sabios y si hay uno que dice: «Quien siembra vientos recoge tempestades» por algo será. Es increíble y peligrosísimo que aún haya quien niegue el calentamiento global, algo que estamos sufriendo todos ya y que apunta a peor. Más triste es aún que no se le ponga remedio, que esos representantes que llamamos políticos no tomen las medidas que deberían, enfangados solo en un miope corto plazo. Tu anciano personaje ha conocido tiempos mejores y no puede sino lamentarse.
    Una llamada de atención hacia una realidad preocupante.
    Un abrazo y suerte, Nani

    1. Ángel, siempre tan amable. Tus comentarios son un lujo y como bien dices y dice el refrán: «Quién siembra vientos, recoge tempestades». Una verdadera desgracia que haya quienes no quieran admitir lo que es tan evidente. Muchísimas gracias de nuevo.
      Besicos muchos.

  2. Pablo Cavero

    Un relato evocador de unas generaciones del campo, de respeto a la naturaleza. Me ha gustado Nani. Suerte y besos

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