LA JORNADA 13 DEL LEMCA SUBE LA TEMPERATURA
Alguien nos lo solicitó y… lo habíamos prometido. Así que… manos a la obra (ha llegado el momento de los dobles sentidos)…
La LEMCA nos lleva a poner algo de luz en los recovecos del relato erótico. Complicada misión, pero… apasionante, y nunca mejor dicho.
Un relato erótico debe ser provocador, excitante, despertar el placer y la voluptuosidad, y todo ello desde la sugerencia, huyendo de lo explícito, jugando con la propia fantasía de quien lee para que ocupe con su imaginación y su experiencia los espacios vacios… uuum, qué bien traído. Recuerdo que mi maestro Ángel Zapata decía en sus talleres que un cuento erótico hay que leerlo teniendo, al menos, una mano libre…
Para los que necesitéis de una ayudita en el planteamiento hay bastante información en las redes porque es algo muy de actualidad en la literatura y el cine. Hemos elegido este enlace que nos da unos consejitos.
Y ya sabéis que en unos momentos publicaremos en el espacio LEMCA (en el menú superior de la portada de la web) las 7 entradas de la 13ª JORNADA. Cada encuentro tendrá una entrada diferente y especificará las instrucciones de la propuesta.
Tenéis hasta el 29 de Noviembre para presentar un único relato.
Recordad que tendréis que cumplir las DOS CONDICIONES de la propuesta en el mismo relato y que no deberéis sobrepasar las 180 PALABRAS para ello. El PUNTO EXTRA, en esta ocasión, consisitrá en una tercera condición en el relato… hacerlo más intenso.
En esta jornada el equipo de árbitros y jueces de línea saldrá del equipo que le toca descanso, que en este caso es … EUSKADI. Por lo que en esta jornada compartiremos jurado… María Elejoste, Blanca Oteiza, Estibaliz Dilla, Silvia Manzana, Javi Cano y JAMS. Cada uno de ellos tendrá acceso a un formulario en el que podrán votar a uno u otro equipo de cada encuentro. El ganador del partido sumará 2 puntos y si hay empate se repartirán 1 punto para cada equipo.
¿Alguna pregunta?
Pues podéis dejarla en los comentarios de esta entrada o en el mail del concurso (estanochetecuento@gamil.com)
Y AHORA… COMO SIEMPRE, ECHEMOS A RODAR EL INGENIO,
ABRAMOS LOS ESTADIOS A LA IMAGINACIÓN… Y A GANAR
Y un último… ¿deseo?
Es una lástima que al gran especialista del género en ENTC, nuestro querido Alejandro Pozo (Epífisis), le tengamos fuera del LEMCA, y aún recuerdo el revuelo que despertó el especial uso de una brochita de afeitar en un relato de Maria Elejoste que será jurado en esta ocasión…
No podemos permitir que nadie se quede insatisfecho. Seguro que tenéis algún relato guardado por ahí…
Os invitamos a todos los que no estéis en la LEMCA, o a todos los que estéis y vuestros relatos se queden fuera de participación por aquello de que solo seleccionéis uno para concursar por equipo… a que los reunáis como comentario a esta entrada, aunque no se ajusten del todo a las condiciones… es una pena desaprovechar el placer de su lectura…
Qué disfrutéis… Qué disfrutemos.
CONSULTA
Suena el despertador, tengo tiempo.
No tengo COMPAÑERO desde hace años, pero me gusta dormir desnuda y sentir mi cuerpo caliente bajo el edredón. A las 10 tengo cita con el ginecólogo para la revisión de una úlcera del cuello del ÚTERO y no sé cómo voy a reaccionar.
Es muy joven, cariñoso, quizás demasiado, pero me encanta. Yo tampoco estoy mal. El último día me exploró los pechos minuciosamente, intenté no excitarme, pero me noté humedecida.
Ya en la mesa de exploración me cogió con delicadeza de los muslos para colocarlos en las perneras acolchadas. Según estoy recordando, bajo mi mano y me noto mojada, me acaricio y vuelvo a él.
Se sentó delante, yo atisbaba por encima de la sábana, con la lámpara frontal con una luz fría y blanca, me recordó a un MINERO y cómo se puso los guantes, parecía que ya, sus dedos gruesos me acariciaban.
En este momento ya tengo mi dildo dentro y me muevo y vuelvo a él.
Entró con el índice y el corazón y no hizo falta más.
COMUNIDAD
Carmen colecciona los tangas que Conchita deja caer desde el séptimo. A la viuda del bajo le gusta aspirar profundamente su olor imaginando que toda ella huele a suavizante de flores blancas. El hijo de los Romero, el judoka, sigue en Instagram a Desiré, la jovencita de los Canales, aficionada a colgar videos de bailes voluptuosos con un top y un pantaloncito muy, muy, muy ajustados. El chaval a veces pasa la punta de la lengua por la pantalla dibujando sus curvas y contoneos, pero si coincide con ella en el ascensor no es capaz de mirarla. A Desiré, en cambio, le gustan más mayorcitos, del estilo de Fran, el enfermero que vive de alquiler en el quinto, al que se la meneó cuando coincidieron casualmente en el portal durante las fiestas del barrio.
Julia, la del segundo, sabe muy bien que su marido ha empezado a correr por la tarde con los del tercero porque ella, María, lo hace sin sostén; pero se aprovecha cuando regresa a casa empalmado de tanto fantasear. Tampoco se lo reprocha, porque suele recordar el día que les ayudaron a meter un mueble en casa y Adrián, el marido de Maria, encontró la ocasión para acercarle su polla dura al trasero. Siente sofoco de pensarlo.
Y cada noche, cuando todos consiguen caer en el sueño, el edificio del Paseo de las Delicias 8 da un enorme suspiro a través del hueco del ascensor.
Nata y fresas
La coloqué a cuatro a patas y le bajé las bragas. Un fresón HECHICERO apareció en sus nalgas de repente. Ni siquiera su sexo, húmedo y proclive, consiguió desviar mi ESMERO de aquel fruto inesperado. Una gula intensa me poseyó. Corrí a por nata, PERO antes de conseguir satisfacer mi antojo, ella, con un gesto felino, atrapó mi miembro con su hocico. Un humor precoz escapó de su envase.
Dedicado a Epi, maestro de lo verdejo y lo cachondón.
¡CALENTITAS!
Salomé pide al CASTAÑERO que las eche al delantal extendido. Y un puñado de propina por el escote. —Hoy tampoco traigo DINERO, —invita contoneándose hacia el callejón. Le sube un calor de BRASERO desde los muslos cuando se alza las faldas y ofrece a su lengua pezones castaños confundidos entre frutos asados. Los viandantes, desatendidos por los amantes, sumergen sus dedos en la bragueta para acallar deseo y frío.
Gloria Arcos Lado
SUPERANDO PREJUICIOS
La suavidad de sus caricias hacía que me sintiese en el séptimo cielo.
Acercaba sus dedos a mis pechos con un LIGERO temblor como buscando algún tesoro perdido.
Hacía dos meses que nos conocíamos y se lo quería poner difícil.
PERO la atracción que sentía hacia ella me hizo olvidar mis prejuicios y que me entregase al deseo.
Tras ese encuentro PLACENTERO y memorable, unidas, lo repetimos a diario.
PROPÓSITOS ARREBATADOS
Arcadio creía que su decisión, auspiciada por su amigo el PANADERO, era la más acertada.
Y aunque se consideraba todo un CABALLERO deseaba poner un poco de sal en su matrimonio.
Con cautela y ESMERO le explicó a María su propósito.
Irían a Perpiñan a ver películas, aquí prohibidas.
Ella lo aceptó sin pensarlo, mientras soñaba como se entregaría a su marido, arrebatada por el dulce sonido del francés.
ESO, PRECISAMENTE, NO
Mis pezones se erizan bajo sus dedos. Abre la blusa y yo le consiento hacer. No creo que llegue a más en el reservado. Deja mis pechos libres. Un AGUACERO de besos los empapa. Sus labios, la lengua, los dientes… Como si mi ÚTERO ausente pudiera gestar una manada de caballos salvajes. Sus manos avanzan sobre mis muslos. ¿No deberíamos hablar PRIMERO? Tengo que detenerle. “¡Coño!”, grita. Demasiado tarde.
Está claro que somos los más eróticos…
Reincidencia
Aspira el semen del ombligo como una virgen hambrienta. Con la mano sujeta el miembro todavía enardecido, lo frota con su cara sin querer llevárselo a la boca. Es pecado, piensa, dejar morir a un PRISIONERO; entonces arrastra la lengua por el vientre tutelado, arrebaña cada gota, bordea con su aliento la frontera, muerde al fin el rigor PERECEDERO que la colma, y resucita de un bocado aquel ACERO.
APRENDIZ
Madre limpiaba en casa de un INGENIERO.
Al pasar por un escaparate, me detuve, se necesita aprendiz y entré.
Era una zapatería. Con las señoritas más complicado. Yo soy buen mozo y por este motivo las mujeres pedían mi ayuda.
Me sentaba delante de ellas en mi banqueta y cogiéndolas del tobillo, suavemente las descalzaba. Se apoyaban en la rampa de mi banqueta y algunas subían su pie descalzo o con medias hacia mi bragueta, este juego me encantaba. Las miradas, los roces de manos, que si no me entra.
Esta mañana ha entrado una mujer espectacular de treintaytantos con faldita de CUERO y se ha sentado.
Me ha llamado con una miradita.
Raudo y veloz, a sus pies.
Labios rojo cereza y ha esbozado una sonrisa mientras abría sus piernas.
Blonda a medio muslo y más allá nada. Bueno, todo, aparecía depilada y sonrosada.
Posó su pie en mi y me masajeó.
Con la excusa de ir a por otros pares, me llevé mi erección al TRASTERO.
Cuando me desabotoné para aliviarme, por detrás, una mano me la sacó.