48. La musa y el caballero
Yo nunca había conocido a una musa. Fue a los pies de la escalera de aquella librería rural tan acogedora. Tenía melena rubia y una sonrisa que era como un abrazo. Y tenía la vitalidad necesaria para seguir e inspirar al insigne caballero de los Montes de Toledo. Juntos nos deleitaron con un relato genial, divertido, con ese estilo propio y personal que hacía escuchar hasta a las estatuas de hierro.
Pasaron los años y las historias, los encuentros y los relatos, y la musa siguió iluminando todo a su alrededor, incluso el recuerdo del caballero.
Hoy ha aparecido la foto de aquella escalera entre los libros que tengo en la mesilla de noche. Juraría que él me ha guiñado un ojo y me ha animado a volver a pasear por estos lares, enviarle un abrazo a su musa y escribir:
Esta noche te cuento la historia de la musa y el caballero…
Yo aún no formaba parte de la familia de ENTC, pero recuerdo haber visto esa fotografía de los inicios, un pequeño grupo de pioneros en una pequeña escalera de una libreria, con la presencia del querido Xavier Ximens y su entrañable musa, Sally.
Un recuerdo y un homenaje siempre oportunos para una dama y un caballero excepcionales.
Un abrazo y suerte, Mar.
Hola, Mar, precioso homenaje a Ximens y a su musa, Sally, muy oportunamente traído con el tema de la convocatoria.
Encantado de volver a leerte por aquí.
Besos.
Como Ángel, tampoco asistí a aquel encuentro en la libreria, aunque me juré que iría al próximo. Y allí estaban ellos, el caballero y su musa, a los que has homenajeado en este relato entrañable, conmovedor y precioso. Debería pasar al libro sí o sí con una mención
especial. Un abrazo grande, Mar.