27 LA PACIENCIA ES MI MEJOR VIRTUD (Ana María Abad)
Que no se diga que no soy un hombre paciente.
Desde hace semanas, le envío a diario ramos de margaritas y violetas, y cajas de bombones rellenos de licor, sus favoritos, y no pasa una hora sin que su móvil tintinee al recibir algún emoticono tierno, apasionado o divertido. Estoy agotando el repertorio.
Y ahí sigue, dudosa, insegura, sin alentarme con claras esperanzas ni tampoco rechazarme de plano. Si no fuera un hombre paciente, ya me habría comido las uñas hasta los codos.
Pero sé que, al final, cederá. Lo leo en su rostro cuando le entrego mis presentes: las caídas de ojos son cada vez más profundas, el sonrojo cada vez más encendido, la sonrisa cada vez más abierta. Ayer, incluso, hizo un tímido ademán de alargar su mano hacia la mía, buscando ese primer roce electrizante destinado a romper los diques que aún contienen nuestra relación.
Por eso, creo que ya es hora de ir ajustando la alianza de bodas a su medida, rebuscando en el baúl una negligée de su talla, y preparando el tinte azul para la barba. Y, por supuesto, tendré que adecentar un poco el sótano, que con la última quedó hecho un asco.
About Post Author
Este hombre del que casi nos apiadamos, que hace cuanto puede por conquistar poco a poco el corazón de una mujer, es en realidad un célebre personaje que cuenta en el imaginario colectivo como uno de los mayores psicópatas que han existido, un depredador paciente y efectivo, como efectivo es tu relato, con las verdaderas intenciones del protagonista bien ocultas hasta el final.
Un abrazo y suerte, Ana María
Buen giro del relato y conociéndolo más vale que lamchica de un paso atrás, suerte?
Pues sí, por su bien esperemos que no se deje seducir.
Muchas gracias por leer y comentar.
Estoy de acuerdo con Ángel.Uno piensa que se trata de un pobre enamorado perseverante con el que casi empatizas hasta que descubrimos que se trata del mismísimo Barba Azul y entonces deseamos avisar a la tímida muchacha para apartarla de ese loco peligroso. Cómo nos has ido llevando a ese final… Un placer leerte, Ana María. Mucha suerte y un saludo 🤗
Muchas gracias a los dos por vuestros amables comentarios, siempre resulta satisfactorio ver que se ha conseguido el objetivo, que en este caso era, efectivamente, ocultar las verdaderas intenciones del protagonista hasta el último minuto.
Besazos.
Hola Ana María. me ha gustado mucho tu relato. La primera parte cumple su objetivo y el lector lo que realmente quiere es que la chica le de el si definitivo (algo le vería ella je,je…). Y el final muy logrado (consigues engañar al lector). Un thriller muy concentrado.
Enhorabuena Ana María
Muchas gracias Pilar.
Sí, seguramente el tipo será encantador, al menos hasta un cierto punto en el que prefiero no pensar, a partir de ahí lo dejo a la imaginación de cada cual.
Me alegro de que te haya gustado. Besos.
Menudo giro final le has dado a tu relato, Ana María.
Me ha gustado esa enumeración de atenciones que tiene con ella y cómo nos haces creer que sólo se trata de un cortejo paciente, cuando en realidad es más bien un acecho de la nueva presa.
Mucha suerte y un abrazo.
Muchas gracias Anna, me alegro de que hayas disfrutado con mi pequeña historia. La enumeración era fundamental para ir creando ese aspecto de inocente y tierno enamorado que se viene abajo con el giro final que tanto me gusta darle a mis relatos. Ya es casi una marca de la casa.
Besos.
Hola Ana, pues sí, me has engañado hasta ese inesperado giro final. Mucha suerte con tu moderno Barba Azul. Un relato muy chulo. Abrazotes.
Muchas gracias Elena, qué bien que te haya gustado.
Espero que sea el micro quien tenga suerte y no Barba Azul, si no, mala cosa.
Besos mil.